Payaso. Teatro Infanta Isabel

De matiné en el Infanta Isabel, con mi ahijado. Maravilloso plan, que me trae recuerdos de un gran amigo, ya con una edad, que no muy lejos de allí me contaba las matinales del Price, en la Plaza del Rey. Al final las cosas no han cambiado tanto. Y que mejor plan un sábado a la mañana. Teatro. Siempre es un buen plan. Y si vas acompañado de la inocencia de tu pasado, pues mucho mejor.

Sorprendentes las visiones que tienen estas miradas limpias de las cosas. Tenemos que aprender tanto de estas criaturas… En fin, pongámonos en harina. Nada más entrar al maravilloso escenario del Infanta Isabel un pollo tirado en el suelo nos llamó la atención, uno de esos de goma. Y las lámparas y la deliciosa escenografía que nos iban a presentar. Buen preámbulo de este Payaso, ya les adelanto que entrañable. 

Un espectáculo musical donde se nos cuenta la historia de un payaso cualquiera, Daniel, de un clown cuyo único objetivo en la vida es hacernos la vida más fácil, más alegre. Más vida. Introducido por una música de cabaret, nos recibe este Payaso con mayúsculas, este payaso que se tuvo que rebelar, que se tuvo que encontrar y que gracias a su nariz, nos da una lección de vida, de esfuerzo y de superación desde la ventana del humor. 

Nada es regalado, pero si es con una sonrisa, mucho mejor. Nada mejor que un baúl, que nos sorprende, que nos deparará emociones y emociones en esta mañana soleada y fría. Aunque en el teatro hace calor, y del bueno. Y nos sorprende desde ya, con los sonidos, los maravillosos sonidos del clown, tan denostado como necesario, tan manido como entrañable, tan clown. La música nos inunda, toda en directo, canciones, melodías, sensaciones. ”Mi primer amor fue la música”. Payasismo en estado puro.

Clown para niños y mayores, para todos los públicos. Y ya nos dibuja las primeras sonrisas. “No olvides el poder de una sonrisa”. Bendito Papelito. La historia se tiñe de números, se nutre de recuerdos de pasado, de esa vida difícil sólo por el mero hecho de hacer reír a los demás. Y se suceden los personajes, los padres, el primer amor, los presentadores, las noticias… La comunicación. Y siempre nos queda el payaso. Con sus globos rojos, con sus tirantes, con su nariz, roja también. Y el tándem que se crea en escena es puro, es de verdad, es químico, saltan chispas. 

La música, el humor para todos, para nosotros, para los niños que salpicaban con sus risas los asientos, con las nuestras, con esas referencias al pasado a través de la vida de Daniel, de Antonio Curro, que nos transmite con magia y sinceridad el espíritu del clown, con mucha verdad. Con naturalidad. Como no podía ser de otra manera. Desde su Chinchón querido. Ignorando todas esas opiniones nocivas que todos hemos dicho alguna vez. Deja ya de hacer el payaso. Pero “sino iba a ser con amor no quería escuchar a nadie más decirme payaso”. 

Un soñador con su maleta de clown, de la que surgen personajes y emociones, risas y llantos. Al igual que su partner en escena, Ernest Fuster, el músico de las mil caras, el serio, el duro, el chistoso, la crítica, la comunión. La armonía en escena en este dueto que transmite, que se respeta, que se gusta. Que se compenetra también. La réplica al payaso, con mucha humildad y mucho trabajo. Gracias. Gracias a ambos por este rato de tanta inocencia y bondad, de tanta entrega, de tanta pasión. 

Con Ernest Fuster al piano, destacar también la dirección musical de José Masegosa y la dirección de Zenón Recalde, dirección presente que deja hacer y que conduce con tino, con una línea sencilla, pero clara. Necesaria también. Payaso nos traslada al alma, a la comicidad interna que siempre nos saca una sonrisa. Nos lleva a mundos de aquí y allá a golpe de tecla, a ritmo de globos, a salto de baúl. Payaso nos traslada a nuestra infancia, nos lleva a ese lugar donde estamos en casa. 

Todo con suavidad y con cariño, con mucho cariño. Un regalo para una mañana sabatina, apta para todos los públicos, apta para la risa. Vengan al Infanta Isabel, saldrán con ánimo renovado para afrontar el día, tengan la edad que tengan. Disfruten. Saquen el clown que llevan dentro, y a correr. O a reír, como gusten.

       

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Teatro: Teatro Infanta Isabel

Dirección: Calle Barquillo 24.

Fechas: Del 4 de Marzo al 9 de Abril. Sábados y Domingos a las 12:30. 

Entradas: Desde 12€ en Teatro Infanta Isabel.

Equipo artístico:

• Dirección y dramaturgia: Zenón Recalde.
• Dirección musical: José Masegosa.
• Intérpretes: Alberto Frías y Ernest Fuster.
• Covers: Antonio Curros y Beltrán Iraburu.

Equipo técnico:

• Producción: COART+E y Show Prime.
• Distribuidora: COART+E.
• Escenografía: Mónica Boromello.
• Espacio lumínico: Juanjo Llorens.
• Vestuario: Gabriela Salaverri.