Han sido pocos los que se han atrevido a llevar a escena El público de Lorca, lejos queda la propuesta de Lluis Pasqual, quién lo estrenó. Pero Lorca siempre está vigente, incluso con sus propuestas más soterradas, el granadino toca el cielo.
El Teatro
Español presenta en las Naves del Matadero El público, la primera propuesta
de la trilogía del Teatro Imposible que, junto Así que pasen cinco años,
y Comedia sin título (inconclusa), ponen las bases del teatro más
vanguardista del poeta de Granada.
Con Shakespeare para tocar fondo, y siempre influenciado por lo onírico del Surrealismo, Lorca sale del armario con este texto escrito hacia 1930 que estuvo en un cajón hasta la década de los 70.
Romeo y
Julieta le sirven
para revelar al publico su condición de homosexual, escondida por una sociedad
caduca y castradora.
Hay que descender al abismo más underground, valga la redundancia, para desempolvar las más profundas pasiones, las que nos mueven, las que nos agitan.
En la década de los 30, Lorca ya había vuelto de Nueva York, escuchaba jazz en Cuba, sus amigos Buñuel y Dalí ya abrazaban el Surrealismo y Brecht y Beckett revolucionaban la escena teatral. Harto de convencionalismos y dispuesto también a turbar a los asistentes, inicia con El público la fractura con el Siglo de Oro.
Los espectadores se convierten en protagonistas sin saberlo, rompen la cuarta pared saltando al abismo con una puesta en escena más futurista que surrealista, más propia del expresionismo alemán que de los sueños de Chagall. Arlequines de Picasso se pasean anunciando lo que ya contó Freud en Viena años antes; pulsiones de vida y muerte, amores prohibidos, enajenaciones y placeres culpables son llevados al escenario con un planteamiento que no da tregua. Metateatro en estado puro. Hay que vivirlo, o destruirlo. Con este texto, Lorca aniquila la representación al aire libre para experimentar la función que surge de los bajo fondos, el teatro de la psique. Había que ser muy valiente para declarar abiertamente su homosexualidad atacando a un mito del amor romántico como son Romeo y Julieta.
El público ha ganado 6 Premios Lorca: mejor dirección escénica y mejor adaptación, a cargo ambas de Alfonso Zurro, mejor dirección de producción para Noelia Diez y Juan Motilla, mejor intérprete masculino para Luis Alberto Domínguez, mejor escenografía y mejor vestuario, ambas del tándem formado por Curt Allen Wilmer y Leticia Gañán.
Un elenco que se pone a disposición de este transgresor texto para dejarnos imágenes realmente impactantes. En escena disfrutaremos del polifacético reparto formado por Juan Montilla, Luis Alberto Domínguez, Lorena Ávila, Santi Rivera, Raquel de Sola, Piermario Salerno, Íñigo Núñez, José María del Castillo y Silvia Beaterio.
Si en 2023 la pesadilla del dramaturgo nos remueve de la silla sólo puede significar dos cosas: que Lorca siempre fue visionario y que la sociedad, como público, emana cierto tufillo a rancio.
De Federico García Lorca
Dirección y dramaturgia: Alfonso Zurro
Con Juan Motilla, Luis Alberto Domínguez, Lorena Ávila, Santi Rivera, Raquel de Sola, Piermario Salerno, Íñigo Núñez, Jose María del Castillo y Silvia Beaterio
Diseño de espacio escénico y vestuario: Curt Allen Wilmer y Leticia Gañán
Diseño de iluminación: Florencio Ortiz
Composición música original y espacio sonoro: Alejandro Cruz Benavides
Videoescena: Fernando Brea
Coreografía: Isabel Vázquez
Una producción de Teatro Clásico de Sevilla
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