Secun de la Rosa dirige e interpreta esta maravillosa obra que nos traslada a sus recuerdos del verano de 1977. En este viaje emocionante y emocionado nos pone en el lugar y el momento de un cambio social. Por fin se permite luchar en las calles, y entre otras luchas se está iniciando la lucha LGTBI en la Barceloneta.
La obra se estrenó en
Madrid (2021) con gran éxito de crítica y público. Ha pasado por el Festival
Internacional de Artes Escénicas de Sevilla (2022), el 40 Festival de Teatro de
Málaga y además consiguió la valoración más alta concedida por el INAEM
(Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música) a una obra de teatro
independiente (89 puntos de 100). Ahora, de gira por España, ha regresado a
Madrid al barrio de Chueca, como no podría ser otro.
Ya desde el inicio no te deja indiferente. No quiero destripar nada, pero aparece Secun de la Rosa siendo su personaje, Sebastían Alonso Roca. Y efectivamente, como dice en un momento de la obra “en el teatro hay mucha verdad”. A este hombre de mediana edad le piden que hable de su barrio en su niñez y con su recuerdo nos muestra cómo eran esos barrios de extrarradio de la Barcelona de los 70. Lo describe con tal precisión que aunque en el escenario solo hay unos pocos elementos, puedes ver la disposición de las calles, cómo era el transporte público, las gentes que habitaban en cada lugar... Te introduce en ese mundo sin dramatismo, con mucha emoción y humor.
Secun de la Rosa narra desde la más absoluta verdad esta pequeña historia de “Sebas” y su relación con la piscina de sal de la Barceloneta. Allí se reunían un grupo de cabareteros exagerados, putas, maricones, travestís y poetas de la contracultura que hablaban de los locales y los artistas de entonces (El Paralelo). Este grupo de personas trataban de sobrevivir en un mundo que quería “aniquilar lo diferente” como dice uno de los personajes. Intentan vivir libremente con su propia identidad tras sufrir años de dictadura y opresión por su forma de ser. De la Rosa interpreta sutilmente a muchos personajes, mejor dicho, a muchas personas que huyeron de sus pueblos y sus familias por el miedo a ser delatados. El momento en que relata la historia de un superviviente de las cárceles del franquismo es aterrador.
Para mí, el acierto de la obra es tratar la historia reciente de nuestro país desde un recuerdo cariñoso, emocionado, con nostalgia de lo que se fue y con tristeza de lo que no se ha sido. Se repiten varias palabras en el texto como la culpa tan presente en la cultura cristiana y menos la palabra salvación. Pero sobre todo un continuo “me acuerdo de…” hace que pensemos en cómo ha cambiado el país, cómo hemos cambiado nosotros y si hemos hecho lo suficiente (otra vez desde la culpa).
Por ello, aunque
podríamos pensar que el gran tema principal es el inicio del movimiento LGTBI
no es el único. La transición al mundo
adulto, que Sebas vivió en este verano “el más largo e intenso de toda su
vida”, la ignorancia del pueblo obrero que el Sebas soñador detecta e inicia un ansia por el conocimiento, el
descubrimiento de la libertad y
autenticidad, que a veces son perseguidas y penalizadas, la magia de los
personajes de este mundo Paralelo que acaba de descubrir… Todos estos temas son
tratados con mucha dulzura.
El trabajo de Secun
de la Rosa es delicioso (os recuerdo, ha escrito, dirigido y actúa solo en el
escenario durante unos 80 minutos). La interpretación de Secun es sublime, es capaz de diferenciar a
todos los personajes clara pero sutilmente. Todavía no entiendo cómo es
capaz de hacerlo, sigo maravillada de la gran
naturalidad que tiene durante todo el monólogo.
Muestra una emoción contenida que transmite en cada recuerdo y va aumentando
lentamente hasta los emotivos aplausos del público. Entiendo que nadie como él
podría dirigirse a sí mismo, seguro que tuvo grandes discusiones consigo mismo.
Y como dramaturgo, el texto es maravilloso porque entremezcla el drama sin
dramatismo utilizando frases frecuentes que nos llevan a lugares comunes en
nuestro recuerdo.
En una entrevista reciente que escuché en la radio Secun de la Rosa comentó que estaba pensando dirigirla como su segundo largometraje. Espero que sea pronto y emocionarme con la película como hice con la obra de teatro. Porque sí, he repetido mucho la palabra emoción en esta reseña, este monólogo (mantén tú solo esta obra….) nos lleva a un recuerdo que emociona, ¡qué otra palabra puedo utilizar!
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