Teatro: Entrevista. Teatro Lara

Inquietante, emocionante, divertida, mordaz, ingeniosa. Todo esto se esconde dentro de esta particular entrevista, en la que nada es lo que parece y todo puede tener un giro, o varios, inesperado. El mundo diseccionado desde ese despacho en el que todo parece transcurrir en una lánguida monotonía, en lo que se denominaría como "un día más en la oficina", pero en esta mañana nos tiene reservado una infinidad de sorpresas para que descubramos que nada es lo que parece. El mundo tiene miles de prismas sobre los se puede observar lo que ocurre.


Tras su éxito la pasada temporada en la añorada Nueve Norte, llegó a comienzos del verano a la sala Lola Membrives del Teatro Lara esta inquietante historia que nos hará sufrir y disfrutar en las noches de los viernes. Galardonada con el primer Premio en la V edición del Festival de Teatro de Málaga (TEBA), esta pieza se mueve entre el thriller y la comedia, en unas transiciones impensables que nos mantienen en tensión a lo largo de los setenta minutos que dura la función.



Esta interesante propuesta de Diagoras Producciones nos propone un impactante duelo entre dos personajes que se van desnudando ante nosotros. Antagónicos de entrada, la secuencia de los hechos nos va descubriendo como comparten miedos, heridas no cerradas, pero sobre todo una ambición desmedida que los empuja al combate. Porque, como ocurre en la vida, lo que vemos no es lo que ocurre en realidad, y las apariencias esconden sórdidos secretos que al mostrarse nos desvelan certezas que creímos irreales. Diagoras Producciones ("Goodbye España", "La traición de la amistad", "La sombra del Tenorio") nació, hace ya dieciocho años, con la idea de investigar dentro del campo cultural en todas sus facetas posibles. En este último montaje nos regalan una historia que nos habla de los miedos, de la soledad, de la obsesión por la mirada de la sociedad, por la necesidad de sentirse reconocido. 



La obra, escrita y dirigida por Gabriel García (“La boda”, “Mujeres de arena”, “Qué ruina de función”, “Goodbye España”, “La fauna del poder”), comienza a modo de comedia, con unos personajes muy estereotipados, pero con continuos giros nos vamos adentrando en una interminable espiral de cambios en los acontecimientos que nos lleva a lugares insospechados. La obra se va intensificando, oscureciendo, estrangulando, tensando, del mismo modo que los personajes se van mostrando tal y como son. Un texto ingenioso y preciso que juega con el espectador, que lo lleva por diferentes caminos para acabar dejándolo en un lugar en el que nunca pensamos que acabaríamos

Mientras los personajes se van sincerando el tono de la pieza se enrarece cada vez más, subiendo la tensión de forma sutil hasta que nos pone contra las cuerdas de ese esquemático ring que es la escena. Lo que parece una situación cotidiana se convierte en un duelo descarnado por saber más de cada uno de los protagonistas. En una precisa estructura, el texto nos muestra la magistral transformación de María y Antonio, entrevistadora y entrevistado, acosador y acosada, inquisidor y acusada, juez y parte. Los dos se van despojando de su traje inicial para mostrarnos su verdadera imagen, en un juego que acaba en las antípodas de donde empezaron.



En una precisa labor de dirección, Gabriel García cincela los personajes a su gusto, los transforma, para que nada sea lo que parece y todo cambie sin que seamos conscientes. El director nos propone un montaje intrigante, lleno de emociones, de giros de guion, de sorpresas, mezclando el humor con el thriller, con un interesante trasfondo de crítica social. En el marco de una aparente normalidad, se esconde un interesante juego de identidades, una lucha de personalidades y de realidades, una montaña rusa de emociones que nos llevará a lugares insospechados, mientras disfrutamos de la absoluta transformación de los dos personajes. Impecable trabajo de dirección, para esta mutación que resulta asombrosa y que conlleva un meticuloso trabajo en el proceso, ya que los cambios resultan inapreciables pero son contundentes. 


Pero centrémonos en la historia de María y Antonio, dos personas aparentemente normales, que coinciden en una entrevista de trabajo. En un primer momento los vemos como personajes estereotipados, ella una ejecutiva agresiva y el un hombre inocente, de pueblo, sin ninguna malicia. Pero las apariencias engañan, y en este caso nada es lo que parece en un primer momento. A caballo entre la comedia más casual y la intriga de los claroscuros que van surgiendo en la trama, se asoma la denuncia social y la mordaz crítica a una sociedad que nos empuja al abismo con imposiciones pocas veces alcanzables. Esta es la historia de una mujer que se siente encerrada en una vida que no es lo que soñaba, en un trabajo que no deja de exprimirla para nunca conseguir sus objetivos, siempre con ese techo de cristal que los hombres le impiden atravesar. Ella se siente discriminada por sus jefes, con sutiles acosos que la empequeñecen y la acorralan, en un poder establecido del que no puede salir.

Pero también conoceremos la historia de Antonio, uno de esos hombres en una continua competición laboral, una vorágine que les impide tener vida privada. La vida condicionada por una encarnizada lucha por conseguir los objetivos pactados, por llegar a ese lugar al que siempre llega extasiado, sin fuerzas para que la vida no te pase por encima. Estas dos realidades se cruzan en este despacho donde va a tener lugar la entrevista. Aquí comenzarán distantes, pero poco a poco irán jugando sus cartas, en este juego de poder en el que las fuerzas se van tensando por momentos. Detrás de una aparente cotidianeidad descubrimos un juego maquiavélico, oscuro, que va mostrando sus miserias, sus miedos, sus contradicciones, en un reflejo de lo que es nuestra propia sociedad.



A esta inquietante pareja de personajes le dan vida dos excelentes actores, que realizan unas impecables interpretaciones. Ellos son Alba Pérez Serantes ("La casa de Bernarda Alba", "Los Miserables", "La hermosa fea", "Tonto, loco, salvaje") y Daniel Acebes ("El perro del hortelano", "El castigo sin venganza", "Enrique VIII", "La celestina"), dos actores que se transforman ante la mirada incrédula de los espectadores, que disfrutan de una variedad inabarcable de registros, de una meticulosidad asombrosa en la evolución de los personajes. Los dos actores hacen un trabajo minucioso, intenso, cargado de intenciones en cada escena, llenas de matices, de giros inesperados, un pulso de máxima intensidad. La obra transcurre al ritmo que marcan los actores, en un juego de roles que va mostrándonos las distintas versiones de cada uno de los personajes. 



Todo esto ocurre en una oficina, pero que realmente se representa como un ring de boxeo minimalista en el que una cuerda roja delimita el espacio en el que transcurrirá el combate. Un marco de madera (bastante endeble) nos enmarca los límites de ese ring en el que transcurre la obra. Como podemos leer en el dossier de la obra "toda la trama se sustenta en un ensayo teatral por lo que la escenografía serán elementos de ensayo de teatro y el espacio delimitado por cuerdas que simulan un ring de boxeo y encierra a los personajes". En una escenografía muy minimalista, la iluminación se convierte en un elemento fundamental del montaje. Un interesante juego de luces que intensifica la tensión de la historia, que potencia los giros de guion, que nos meten de lleno en esa atmósfera misteriosa que va invadiendo el relato.


En definitiva, estamos ante una interesante propuesta que a nadie dejará indiferente. Por unas actuaciones impecables, llenas de capas y de matices, por un texto lleno de giros que nos llevarán a lugares insospechados, por un trasfondo social que nos hará pensar en lo que somos como sociedad y hasta que punto estamos decididos a entrar en ese maquiavélico juego. Una original propuesta que nadie debería perderse, porque deja muchas cosas interesantes sobre las que pensar, y porque es un viaje por las personalidades de los protagonistas y de alguna manera de nosotros mismos.

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Teatro: Teatro Lara. Sala Lola Membrives
Dirección: Corredera baja de San Pablo 15.
Fechas: Del 7 de Julio al 29 de Septiembre. Viernes a las 22:15.
Duración: 65 minutos.
Entradas: Desde 12€ en Teatro Lara.




EQUIPO ARTÍSTICO

Daniel Acebes y Alba Perez Serantes



EQUIPO TÉCNICO

Producción: Diagoras producciones

Dirección: Gabriel García

Idea original: Gabriel García

Dramaturgia: Gabriel García

Vestuario: Dani Maya

Prensa y comunicación: Daniel Acebes


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