En esta época de fake news, de verdades a medias, en la que las redes sociales parecen tener más credibilidad que el periodismo, resulta muy interesante hasta que punto una crónica debe ser fiel a la realidad y no tomarse licencias poéticas para que el relato resulte más atractivo para el lector. La necesidad de contrastar los datos, de verificar la información, de ser meticulosos en lo que se quiere decir y en el modo en el que se dice, todo ello debería ser la base sobre la que se asentase el periodismo, esa profesión tan respetada en otra época y tan devaluada en nuestros días. Y esto es la base sobre la que gira esta interesante propuesta que nos hará recapacitar sobre temas esenciales de nuestra vida.
Bajo el eslogan "Estos son los hechos. Y si no le gustan... tenemos otros" que nos recuerda tanto al mítico Groucho Marx, llega al Teatro Pavón esta inquietante y divertida propuesta. Tras su éxito en Broadway y versiones en Argentina o Francia, llega a España la adaptación teatral del libro "What Happens There", escrito por Jeremy Hareken, David Murrell y Gordon Farrel. Una ingeniosa propuesta que indaga sobre los límites de libertad narrativa y la delgada línea que la separa de la ficción. La pieza plantea con maestría este interesante debate, para acercarnos a lugares en lo que no habíamos indagado, con sencillez nos lleva al centro mismo del debate, en una combinación de comedia, crítica social y con ese halo misterioso que destilan las propuestas sobre periodismo.
Esta producción de TALYCUAL y MEJOR TEATRO llega a España tras estrenarse con gran éxito en Broadway en 2018. Esta primera versión teatral fue protagonizada por Daniel Radcliffe, Bobby Cannavale y Cherry Jones. Desde entonces se ha estrenado en países como Australia, Francia, Hungría, Alemania o Singapur, y ya se preparan versiones en México y Argentina. Una obra que refleja las distintas caras que puede llegar a tener una misma historia. Todo depende del cristal, o con los ojos, con el que se mire. Pero debería existir una realidad objetiva, los hechos narrados de forma neutra, sin interpretaciones ni suposiciones, sin opiniones, que nos dejase ver la realidad tal y como es. La interpretación de los hechos debería correr a cargo del lector, no del comunicador. Este interesante es el centro de este intrigante relato, que a modo de comedia nos atrapa de principio a fin. Y también nos deja muchas dudas sobre la objetividad de los medios de comunicación.
La versión y la dirección de este montaje corren a cargo de Bernabé Rico, que ya había asumido esta doble responsabilidad en "La coartada". Rico es el autor de versiones de montajes tan notables como "Muñeca de porcelana", "Camino al zoo", "Señora de rojo sobre fondo gris" o "La velocidad del otoño". El autor nos presenta un texto plagado de matices, con mucho en lo que profundizar, pero a la vez consigue que resulte de lo más ameno, a pesar de lo intenso del texto. Con toques de humor va salpicando una situación que se tensa un poco más según avanza la obra. Lo que comienza como una comedia ligera va tomando un tono mucho más oscuro conforme nos adentramos en el texto.
El director se plantea cómo pueden ser tan diferentes las noticias dependiendo de la cadena o el periódico donde nos informemos. Se pregunta ¿Qué cosas son ciertas? ¿Puede la imprecisión narrativa de unos hechos viciar el trasfondo de una noticia? ¿A partir de cuántos errores se convierte en falsa? Como reconoce en el programa de la obra "aquí radica la piedra angular sobre la que se sustenta un debate ancestral y que ha dado de comer desde hace siglos a profesionales de la comunicación de todo el mundo. Si los hechos no fueran más que una sucesión de fechas, nombres y cifras, no nos haría falta más que un solo periódico, canal de televisión o portal de noticias digital. Curiosamente, los países totalitarios en los que esto se da son caldo de cultivo para las “fake news”, enviando un mensaje único e incontestable -bajo pena de cárcel- de que así son las cosas".
Y en esta debate reside el alma de esta obra, en la confrontación entre realidad y autenticidad. Se trata de contraponer los hechos empíricos frente a la falta de precisión que en muchos casos se da en esos mismos hechos, para conseguir enfatizar y potenciar la verdad de una historia. La obra se vertebra en torno a un hecho real, en el que se "sintetiza este debate con acierto y lo lleva a escena combinando magistralmente inteligencia, comedia y actualidad. Todo lo que busco en el teatro: que me entretenga reflexionando".
La historia nos habla del reputado autor John D´Agata, que ha escrito una crónica sobre el suicidio de un joven al precipitarse desde lo alto de un edificio en Las Vegas. Colaborador habitual de Harper’s Magazine, una de las revistas más prestigiosas del país, manda su crónica sobre los hechos para que la publiquen como la sección principal del siguiente número. La redactora jefa de la revista, Emily, le encarga al becario Jim Fingal que verifique los hechos narrados, un mero trámite pero que a ojos del meticuloso joven se convierte en un gran problema. El artículo esta plagado de hechos inventados por el autor. Lo que comienza como algo rutinario se convierte en un inquietante duelo en el que escritor y becario discuten sobre los límites que separan la libertad narrativa de la ficción. El artículo de 16 páginas se convierte en un complejo y desafortunado conjunto de mentiras y licencias poéticas de dudosa credibilidad a los ojos de Jim, que redacta un documento con más de cien páginas sobre los datos y hechos incorrectos.
Desde este desencuentro, se desencadena una serie de momentos "explosivos" en los que la soberbia del escritor chocan frontalmente con la pureza y pulcritud del joven, que sólo busca la verdad y no concibe las licencias que se alejen de ella, aunque sea por hacer del relato algo más ameno e interesante para el lector. El duelo, y el debate, está servido. La prepotencia del consagrado escritor choca con el ímpetu y la minuciosidad de Jim, una airada discusión en la que debe mediar Emily si quiere que se llegue a tiempo para publicar la crónica. El debate se centra en la importancia del relato en la no-ficción y el papel de la verificación de hechos cuando escribes sobre casos reales con libertad narrativa. Los dos argumentan de forma impecable su postura, aunque ambas resultan antagónicas. Un relato que resulta apasionante, divertido, embriagador, contundente, en una historia que por lo complejo podría resultar áspera y tediosa.
El elenco de la obra funciona a la perfección, sabiendo calibrar en todo momento es tono y la intensidad que cada escena necesita. Ellos son Ángeles Martín ("Al final de la carretera", "Fisterra", "Salvator Rosa o el Artista") en el papel de Emily, Juan Grandinetti (debutante con este papel en el teatro en España, en Argentina participó en montajes como "Toc, Toc", "La Pilarcita", "Yo no duermo la siesta") como Jim Fingal, y Antonio Dechent ("La extraña pareja", "La voz humana", Otelo") como el bohemio y altivo John D´Agata. Tres personajes que representan los tres vértices de un triángulo, distanciados en sus ideas pero que necesitan llegar a acuerdos para conseguir el equilibrio que saque adelante la crónica y pueda ser publicada. Tres trabajos impecables, en los que cada uno de los intérpretes mima y trabaja con cuidado su personaje, para darle los diferentes matices y ahondar en sus personalidades, para que veamos a tres personas íntegras, seguras, coherentes, pero contrarias en su manera de entender la profesión y la vida.
Todo esto sucede en la majestuosa escenografía diseñada por Leticia Gañán y Curt Allen Wilmer que nos proponen una imponente pared de estanterías como elemento principal, que va mutando para crear los distintos lugares sobre los que transcurre la obra. Esta monumentalidad de las estanterías plagadas de libros nos deja patente la importancia de aquello que se escribe, como si los libros fuesen parte de un jurado que debiera dictar sentencia sobre el debate que se tiene en escena. Con una estética muy cuidada, toda en blanco, la escenografía se complementa con la impecable iluminación de José Manuel Guerra, que sabe dar una tonalidad diferente a cada uno de los espacios, para crear las distintas atmósferas que necesita la obra. Por último debemos destacar el eficaz diseño de vestuario de Pier Paolo Álvaro, que nos marca la personalidad de cada uno de los personajes.
En definitiva, estamos ante un texto impecable, que dentro de su complejidad temática se desliza por la comedia para enganchar al público en todo momento. Un interesante debate sobre el periodismo, sobre la necesidad de contrastar los datos en estos tiempos de fake news. Con unos intérpretes que cumplen de manera solvente con su trabajo, creando unos personajes complejos, que creen ciegamente en lo que hacen, que defienden con contundentes argumentos su forma de actuar, para dar lugar a un complejo cruce de visiones de un mismo tema en el que será el espectador el que tenga que sacar las conclusiones. Contundente, divertida, intensa, una gran obra para comenzar la temporada del Pavón.
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Teatro: Teatro Pavón. Sala Principal
Dirección: Calle Embajadores 9.
Fechas: Del 30 de Agosto al 8 de Octubre. Miércoles a Sábado a las 19:00. Domingo a las 18:00.
Duración: 1hora 30 minutos.
Entradas: Desde 14€ en elpavonteatro.
FICHA ARTÍSTICA
Autores: Jeremy Kareken, David Murrell y Gordon Farrel
Versión y dirección: Bernabé Rico
Intérpretes: Ángeles Martín, Antonio Dechent y Juan Grandinetti
Diseño de escenografía: Leticia Gañán y Curt Allen Wilmer (AAPEE)
Diseño de vestuario: Pier Paolo Álvaro
Iluminación: José Manuel Guerra
Ayudante de dirección: Vera Conde
Fotografía: Sergio Parra
Dirección de producción: Marisa Pino
Producción ejecutiva: Bernabé Rico
Una producción de TALYCUAL y MEJOR TEATRO
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