La Regenta es la gran novela del siglo XIX español. Las pasiones, los odios, los celos y las obsesiones que despierta Ana Ozores en Vetusta -trasunto de Oviedo- sirve a «Clarín» para llevar a cabo una implacable radiografía de la burguesía española finisecular. En Vetusta, capital de provincia, Ana Ozores, se casa con el antiguo Regente de la Audiencia de la ciudad, Víctor Quintanar, hombre bondadoso pero maniático y mucho mayor que ella.
La adaptación de Eduardo Galán es impecable. Cómo dice él mismo “Atrapar el mundo ancho y complejo de La Regenta, de Clarín, en una hora y media o en una hora y cuarenta y cinco minutos es un desafío casi inalcanzable y que podría provocar la tentación de arrojar la toalla. Soy consciente de que es imposible reflejar en su totalidad el ambiente opresor, represor y falso de la sociedad vetustense, que con tanta precisión nos muestra Clarín en sus más de mil páginas de la novela”.
Pero se notan las tablas de Eduardo en estas lides y nos muestra eso y más. La doble moral de algunos de sus representantes, entre ellos el marido de Ana, la ambición y la codicia de doña Paula, el deseo carnal de don Fermín de Pas encubierto en un aparente deseo de paternidad espiritual, la desolación de Ana por no tener hijo ni madre como si fuera Yerma en el siglo XIX.
En esta adaptación lo que más destaca es la voz de Ana Ozores que tiene el derecho a elegir su destino. Nos habla de sus anhelos, de ese malestar que reina en su vida y que lo tildan de histeria y nervios. Ese afán de vivir que traerá consigo un final trágico.
Todo ello se consigue con la ayuda de varios recursos como narradores en off que acompañan a nuestros protagonistas mostrándonos sus pensamientos más íntimos y los “flashback” llevando al público a una experiencia teatral más emocional. El lenguaje de los diálogos conserva el sabor a época y el estilo de Clarín a la vez que evita arcaísmos y sintaxis antigua para acercar el texto a nuestro tiempo, por lo que no se hace nada pesado para el público, muy al contrario. En la rueda de prensa, Galán ya comentó que Clarín "hace una irónica crítica de las clases dirigentes de una sociedad aristocrática o que sueña con serlo, inmóvil, atrasada, conservadora y beata" y eso siempre recuerda a la España de la que venimos.
Eduardo Galán Font es un dramaturgo, guionista, novelista y
ensayista español. Actualmente, es vicepresidente 1º de la Academia de las
Artes Escénicas y Vicepresidente de la Sociedad General de Autores y Editores
(SGAE). Como autor teatral ha estrenado más de treinta obras originales ("La curva de la felicidad", "Nerón", Los diablillos rojos") y
numerosas adaptaciones ("Un marido ideal", "Tristana", "El zoo de cristal"), además de ser miembro fundador de la productora Secuencia 3, responsable de esta obra en coproducción con el Teatro Fernán-Gómez.
Cabe destacar el trabajo actoral, entre ellos el de Ana
Ruiz y Pepa Pedroche. Antítesis la una de la otra y que en el escenario tienen
una fuerza descomunal. Pero sin dejar de lado al resto de los actores. El resto del elenco está fantástico. Ellos son Álex Gadea, Joaquín Notario, Jacobo Dicenta, Francesc Garcelán, Lucía Serrano y Alejandro Arestegui. Entre todos salvaron
un momento de tensión con ciertos problemas de sonido al principio y que solventaron
gracias a su experiencia y a una dilatada carrera detrás. Se nota que hay un
trabajo de puesta en pie de la obra impresionante por la vivacidad de los
diálogos y la agilidad sobre el escenario.
Todos ellos han participado en mayor o menor medida en obras
de teatro, cine, televisión y en musicales. Formados algunos en el Laboratorio
de William Layton, con Cristina Rota o en la Real Escuela Superior de Arte
Dramático da una idea de la calidad de su trabajo y la demostración de fuera en
esta pieza.
La elección de un espacio escénico diáfano y blanco en
medio del escenario, desprovisto de elementos superfluos, se convierte en un
lienzo donde la narrativa cobra vida con una frescura sorprendente. La luz
blanca del espacio y la proyección de imágenes crean un ambiente minimalista y
contemporáneo que enfatiza la conexión directa entre los actores y el público y
entablando una relación moderna con la obra.
En el centro del escenario, un conjunto de sillas se
convierte en los únicos elementos físicos del espacio. La disposición de las
sillas cambia durante la obra para adaptarse a diferentes momentos y
situaciones. El espacio se extiende hacia la oscuridad, creando la ilusión de
un escenario infinito y permitiendo transiciones suaves entre escenas.
Adaptación que, para quien no haya leído la novela, seguirá
el ritmo de la historia sin problemas, hilando de forma sabia aquellos momentos
de «flash backs» en el texto y los anhelos de Ana. Es la propia Ana y los
vecinos de vetusta quien nos lo cuentan. “El Mundo mira y Vetusta habla”.
En resumen, esta versión de "La Regenta" ha logrado fusionar la esencia de Clarín con una visión teatral contemporánea. A través de un espacio escénico minimalista y una narrativa ágil, la obra invita al público a explorar las emociones universales que atraviesan el tiempo. La adaptación destaca por su valentía al abordar una obra maestra desde una perspectiva fresca, recordándonos que las historias atemporales pueden cobrar nueva vida en manos de artistas comprometidos con la creatividad y la innovación. La Regenta es, sin duda, un viaje teatral que desafía las expectativas y emociona a través de la exploración de la libertad y la represión en el tejido social.
Autor: Leopoldo Alas Clarín
Adaptación: Eduardo Galán
Dirección: Helena Pimenta
Reparto:
Ana Ruiz - Ana Ozores
Alex Gadea - Don Fermín
Joaquín Notario - Victor Quintanar
Jacobo Dicenta - Álvaro Mesía
Pepa Pedroche - Doña Paula
Francesc Galcerán - Frigilis / Cayetano
Lucía Serrano - Petra / Visi
Alejandro Arestegui - Vegallana
El elenco puede variar, así como el número de actores durante la fase de preproducción.
Coproducción del teatro Fernán Gomez. Centro Cultural de la Villa y Secuencia 3, con la colaboración de Focus, Pentación, Saga, Hawork Estudios y Olympia Metropolitana.
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