Entre
tanto Halloween y tanta fiesta y celebración importada, el Teatro Fernán Gómez
nos brinda la posibilidad de disfrutar hasta el día 8 de diciembre del Monte de
las ánimas, nombre de uno de los mejores relatos de terror que Gustavo Adolfo Bécquer
ambientó en la sobria ciudad de Soria.
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El monte de las ánimas se publicó por primera vez en noviembre de 1861 junto con otras 16 leyendas en el diario El Contemporáneo. Posteriormente apareció en las Rimas y leyendas una vez Bécquer ya había fallecido.
La obra
que se representa en el Teatro Fernán Gómez reúne distintas leyendas de Bécquer
y varios fragmentos del poema El estudiante de Salamanca de José de Espronceda.
Todos ellos con una nota común el ambiente tétrico y fantasmal.
Como
decía el monte de las ánimas se desarrolla en Soria, ciudad en la que Bécquer
vivió una temporada y que debió inspirarle mucho, pues son varias las obras ambientadas
en esta ciudad castellana. Los ojos verdes, la corza blanca, la promesa o el
rayo de luna suceden en la fría Soria.
En la
leyenda El Monte de las Ánimas se narra como los templarios y los
nobles mueren en una confrontación por el coto de caza que tenía el Temple en
el Monte de las Animas. Los cadáveres se entierran en una ermita cercana
pero cada noche de todos los Santos, el 1 de noviembre sus almas vuelven a la
vida para pero, cada 1 de noviembre, las ánimas cobran vida para asustar a los
habitantes de la ciudad.
Cuatro amigos se van de paseo por el oscuro bosque para contarse historias
de miedo. En un principio las van contando mientras caminan por la espesura de
la noche, cuando se cansan o quizás empiezan a tener miedo se reúnen alrededor
del fuego para continuar contando y descubriendo historias, quien sabe si leyenda
o realidad.
La historia se desarrolla a finales del siglo XIX y nos cuenta las andanzas
que viven nuestros cuatro protagonistas cuando
mientras realizan una excursión por el campo se desorientan y acaban perdidos
en mitad del bosque en una fría noche de otoño. Para matar el tiempo empiezan a
contar historias propias de la noche de difuntos mezcla de tradición y leyenda.
A medida que la noche va avanzando el miedo y la tensión de los amigos va
en constante aumento, principalmente cuando Beatriz se da cuenta que se ha
dejado el lazo azul que llevaba en el último lugar donde pararon a descansar.
Sobresaliente
la escenografía de Ana Ramos que nos traslada con gran maestría a un
bosque tenebroso donde los ruidos de los distintos animales nocturnos que lo
habitan no hacen sino intranquilizar cada vez más a nuestros protagonistas. La
propia Ana es también la responsable del maravilloso vestuario. Junto a ella
resaltar el magnífico trabajo de Francisco Ruiz Ariza en la
iluminación y de nuevo Ignacio García en el espacio sonoro, consiguen
con esa iluminación azulada y lúgubre y esos maravillosos sonidos de los
bosques nocturnos trasladarnos a esas frías noches sorianas.
Jose Ramon Fernández es el autor del texto. Impecable su
trabajo de adaptación consiguiendo transmitir a la perfección el espíritu del
texto original de Bécquer. Como señala el propio Jose Ramón “En España hay una literatura de terror muy interesante. Buscar textos me
ha resultado fácil y vimos enseguida que estos relatos tienen mucho en común
con los relatos de terror que atraen actualmente a los jóvenes. El trabajo de
los directores del espectáculo ha consistido en poblar la literatura de
sensaciones, silencios y sonidos. Enseguida surgió el texto final en el que se
han incluido otros relatos románticos en los que volcamos algunos de nuestros
miedos en esa gran literatura del siglo XIX”.
Ignacio
García y Pepa Pedroche son los responsables de la dirección de la obra, fantástico
su trabajo que casa a la perfección con la dramaturgia de Jose Ramón Fernández.
Dotan a la representación de esa atmósfera mezcla de misterio y terror.
Ignacio
García hace doblete pues el responsable también de la dirección de Don Juan Tenorio,
representada en la sala grande del mismo teatro.
En
cuanto al elenco está formado por Alba Recondo, Javier Godino, Lucía Esteso
y Pablo Béjar. Sería injusto destacar a ninguno pues la actuación de todos
ellos ralla a gran altura. Muy acertada la elección de todos ellos muy convincentes
cada uno en sus correspondientes personajes.
Destacaría de la obra
por un lado el texto final, Entiendo que el trabajo de realizar una adaptación para
el teatro de un cuento o una leyenda es harto complicado, sobre todo para no
caer demasiado en el relato. Y por otro que se ponga
en valor y se reivindique las historias y tradiciones propias de unos días tan
especiales y señalados como es la noche de difuntos.
Creo que sería
maravilloso que se fuera creando la tradición de realizar este tipo de
representaciones en sucesivos años, sin duda creo que sería un éxito seguro.
Empecemos por acercarnos
este año para poco a poco ir creando tradición.
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Teatro: Teatro Fernán Gómez. Sala Jardiel Poncela
Dirección: Plaza de Colón, 4.
Fechas: Del 1 de noviembre al 8 de
diciembre.
De martes a domingo a las 19:30
horas
Entrada general: 18 €
Martes y miércoles: 14€ (día del espectador)
Tarifa reducida: 15€ (Todos los días): Carné joven.
Ficha
artística
De: Gustavo
Adolfo Bécquer.
Versión: José
Ramón Fernández.
Codirección:
Ignacio García y Pepa Pedroche.
Con: Alba
Recondo, Javier Godino, Lucía Esteso y Pablo Béjar.
Diseño de iluminación: Francisco Ruiz Ariza.
Diseño espacio sonoro: Ignacio García.
Diseño escenografía y vestuario: Ana Ramos.
Ayudante diseño iluminación: Carla Belvis .
Ayudante diseño vestuario: María Isabel Martínez.
Ayudante diseño escenografía: Alejandro Contreras.
Producida por
el teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa.
En colaboración con
Tablas y Más Tablas.
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