Precioso el Corral, que se define como “un espacio abierto con voluntad de fomentar el desarrollo cultural y turístico a través de la difusión de nuestro patrimonio escénico”. Este Festival realza las producciones que se hicieron años ha en el Siglo de Oro (llámalo Siglo de Barro según el gran Tato, don Álvaro) y que cuenta con la participación de compañías patrias y foráneas que revisan estos clásicos, ofreciéndonos montajes que entrelazan plumas y bolígrafos, tintas y sueños.
Teatro clásico en el XXI.
Acogedor el Corral, con sus lámparas de vela, sus citas previas de Calderón, sus sueños, cual la vida. El montaje escénico es majestuoso a la par que sencillo, con sus jerarquías, con sus clases (poco ha cambiado desde entonces), con sus vanos que se abren y cierran al antojo de la historia, con sus colores que nos ayudan a crear esas tensiones propias del enredo, del devenir de la historia.
Hagamos un poco de historia.
Parece ser que en Fuente Obejuna, con b, pueblo cordobés del Alto Guadiato, allá por 1476 el pueblo se levantó contra el comendador Gómez de Guzmán, calatraveño de la orden, y se lo cargó. Parece ser también que este señor gobernante abusaba de una joven llamada Laurencia, y actuó en consecuencia. En 1614 Lope de Vega construyó esta historia alrededor de este hecho, y desde el año 1992 los vecinos de Fuente Obejuna representan esta obra en el propio pueblo, en sus calles y plazas, con su elemento más identitario, preciosa palabra, al son del famoso “Fuenteovejuna, todos a una“.
Pero volvamos a nuestro cálido Madrid, mataderil del XXI, y entremos de nuevo en el Corral, que se está muy fresco. La historia es sencilla, su argumento también. Poco enredo en esta obra, más histórica, más social, más costumbrista. Poca broma. El nuevo Comendador de Fuente Ovejuna (ya con v) no es buen tipo, y aparece Laurencia, pareja de Frondoso. El Comendador muere de celos y les hace la vida imposible, encerrándole a él y tratando de abusar de ella. El padre de la susodicha, a la par que alcalde del pueblo, reúne a las gentes del mismo para ver qué se puede hacer. Laurencia por su parte hará lo mismo con sus amigas.
Y aquí empieza el lío, el 15 M cordobés de hace unos cuantos siglos (tampoco hemos inventado nada), y aparecen los Reyes, los Católicos nada menos, los juicios, el pueblo. Se armó el Belén.
Y la función se va desarrollando en esas dos plantas del Corral, en ese pueblo jerárquico donde los mandamases miran desde arriba a los mandados, y por ende al público en una tercera fila silenciosa de la que tomamos parte cuando el pueblo ha de hablar. El pueblo llano que por una vez ni calla ni otorga. El pueblo llano que dicta su parecer.
Y aparecen Laurencia, Pascuala y Jacinta para rebelarse, para empoderarse, dibujando de morado el Corral. Insisto, no hemos inventado gran cosa.
Y surgen la venganza, los agravios, los reyes… “Apelo de tu crueldad a la justicia divina”. Y vive el entramado, con sus cuerdas a juego, que en esta ocasión sí que lo da, con sus cubos cual batucada popular por las calles cordobesas, con sus propios Panchos Villas en este ambiente tan latino y tan hispano.
Fusión en esta tarde cálida y fresca a la vez. Este empoderamiento comunitario nos pone, nos impone. Dan ganas de desempolvar la tienda de campaña y tomar Sol de nuevo. Y que tiemble Isabel, católica también.
Esta adaptación de Mariano de Paco Serrano nos lleva a ese lugar y a ese momento en el que la justicia se impone, aunque de manera inadecuada y violenta. “El castigo, importante para el ejemplo”. En palabras del autor “la virtuosa pluma de Lope supo entrelazar en la trama de Fuente Ovejuna los tres planos de nuestro devenir como seres humanos: el social, el político y el emocional… Fuente Ovejuna es un magnífico relato político, pero por encima de todo, el texto de Lope de Vega es poesía, arte sublimada, belleza y un derroche sin parangón de sensibilidad artística y conocimiento de las debilidades y fortalezas del ser humano”.
Este montaje de la compañía neoyorkina, se nota en sus acentos varios, Teatro Círculo vuelve a colaborar con el director Mariano de Paco, tras haber realizado "El caballero de Olmedo", "El burlador de Sevilla" o "La vida es sueño" (casi nada al aparato), cuenta también con otros actores seleccionados, dando más redondez al elenco, donde sin duda alguna destaco a María Fontanals en el papel de Laurencia, que le da cordura, equilibrio, emoción y naturalidad a la obra, llevando a Laurencia a lo más alto.
Su personaje, cierto es, es un caramelo para cualquier actriz, pero María ha sabido sacarle todo el jugo a esta mujer que no se resigna, que lucha y que se enfrenta a su propio padre y alcalde (“la oveja al lobo dejas como cobardes pastores“), que se levanta contra el abuso a la propia condición humana que no debería saber de poderes ni de géneros. María hila con su personaje la obra, la trama y el saber hacer. Hace grande al Corral, engrandece la tarde. Juan Luis Acevedo, José Cheo Oliveras, Fernando Gazzaniga, Eva Vásquez, Gemma Ibarra, Daniel Alonso y Pablo Andrade completan el elenco de este clásico que no envejece, y que al que desgraciadamente le deberíamos hacer más caso del que le hacemos. La vida sería un poquito mejor, no creen?
Mención especial también para el diseñador puertorriqueño Israel Franco-Müller, responsable de la escenografía, iluminación y vestuario del espectáculo, que con ese minimalismo en escena y jugando con las luces consigue crear escenarios, ambientes y sensaciones que suman y nos trasladan a aquellos tiempos donde la oscuridad de poder y pensamiento era la que marcaba el devenir del pueblo.
Y entre cuerdas, cubos, desdenes, injusticias y agravios Fuente Ovejuna se despide, nos quedará siempre el poso de la lucha y de la unión como acicate para logros sociales, en cualquier contexto y situación. Lope de Vega fue un visionario cronista de su sociedad. Salgámonos del camino, que así no vamos bien. “Es el camino derecho, Fuenteovejuna lo ha dicho”. El pueblo ha hablado. Las tablas también. Cuídense y disfruten de la tarde.
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Teatro: Corral Cervantes
Dirección: Palacio de Cristal, Parque Madrid Río. Paseo de la Chopera s/n.
Fechas: Del 30 de Junio al 1 de Julio. Viernes y Sábado a las 20:00.
Duración: 1 h 30 min. aproximadamente.
Entradas: Desde 22€ en Corral Cervantes.
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