El Teatro Infanta Isabel nos ha ofrecido -aunque sólo haya sido durante unos días- la posibilidad de disfrutar de un montaje que lleva varios años presente en distintos teatros de Madrid. Se trata de La voz dormida de Dulce Chacón basada en el libro homónimo de Dulce Chacón.
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Siempre he pensado en el dilema que supone hacer una
versión de un libro no sólo muy conocido, si no que ha tenido bastante éxito.
Si encima de ese libro se ha hecho una película que ha tenido muy buena aceptación
tanto por la crítica como por el público, el reto es aún mayor.
Como decía, hacer una obra así puede tener por un
lado garantía de éxito, pero por otro lado, al tener tanto con que comparar
puede ser un arma de doble filo. Por todo ello se ha de reconocer la valentía
de Cayetana Cabezas y Julián Fuentes al embarcarse en este proyecto.
La voz dormida es una adaptación de la novela de
Dulce Chacón publicada en el año 2002. La novela se centra en la situación de
las mujeres que fueron víctimas de la represión franquista una vez finalizada
la guerra.
La autora tardó más de cuatro años en escribirlo, tomando
como eje el testimonio de muchas mujeres represaliadas que todavía permanecían
vivas. La obra fue premiada por el Gremio de libreros de Madrid como la mejor
novela del año 2003.
Siempre he pensado que adaptar una novela al teatro
es muy complicado, si además esa novela cuenta con muchos y muy distintos
personajes, la dificultad es mayor. Pero en este caso dicha dificultad se ve
incrementada pues la versión teatral se ha construido como un monólogo.
Pero, y ahí radica el excelente trabajo de Cayetana
Cabezas, a pesar de ser un monólogo, están presentes todos y cada uno de los
protagonistas principales. Sin duda la protagonista principal como no puede ser
de otro modo es Pepita Patiño (la mejor costurera de Madrid) pero por el
escenario pasan Hortensia, Paulino, Tensi, Don Fernando….
Pepita una joven cordobesa nos cuenta una vida repleta
de dolorosas vivencias que se inician con el asesinato de su padre. A esto se
une la prisión de su hermana que finalmente -una vez que dio a luz a su hija
"Tensi"- fue fusilada. Para completar el drama está Paulino un joven
comunista que vive en la clandestinidad y del que se enamora.
A pesar de ser un monólogo por el escenario van
pasando todos estos personajes con los que Pepita dialoga. Paulino exiliado en
Francia con quien después de veinte años consigue casarse finalmente. Pero
fundamentalmente su hermana Hortensia con la que tenía una especial relación y
a la que visita en la cárcel siempre que puede.
La obra viene a ser un reconocimiento y un homenaje a
esas mujeres que vivieron y sufrieron en sus propias carnes la terrible represión
franquista en la posguerra. Su único delito militar en el bando que perdió la
guerra o sencillamente tener algún tipo de relación sentimental o familiar con alguien
del bando perdedor.
Miles y miles de historias silenciadas por la
censura, el miedo y la dictadura que muchos años después y gracias al libro de
Dulce Chacón pudo ser contada.
A pesar de la dureza y la crueldad de la mayoría de
relatos que conforman el libro y la historia, es un relato que destila sufrimiento
y vida, pasión y esperanza por parte de unos personajes llenos de valentía y
dignidad.
Laura Ferrón es la responsable de la escenografía, sencille y humilde, como nuestra
protagonista. Y dotado de enorme simbolismo, esos hilos que imitan a una gran telaraña
que teje nuestra vida y esa máquina de coser que permite a Pepita ganarse la
vida. Laura también es la encargada del cuidado vestuario.
Sobresaliente tanto el trabajo de Joseph Mercurio con la iluminación
como el de Luis Paniagua con la música y el espacio sonoro.
Cayetana Cabezas se ha encargado de adaptar la novela. Un trabajo harto difícil y cuyo
resultado es simplemente impecable. Prescindir de la gran cantidad de
personajes que pueblan la obra original sin perder ni un ápice en la historia
es de enorme mérito. Julián Fuentes es el responsable de la dirección.
En cuanto al elenco, está formado en exclusiva por Laura Toledo. Actriz con una
dilatada carrera en cine, teatro y televisión. Da vida con enorme realismo y
sencillez a Pepita, dando buena muestra de su enorme versatilidad no sólo en la
interpretación sino también en la expresión corporal. Sin lugar a duda, con esa
excelente interpretación es capaz de llenar ella sola todo el escenario con su
presencia.
"Sobrevivir para contarlo… y contarlo para
poder sobrevivir"
La voz dormida obtuvo cuatro candidaturas a los
XXI Premios Max 2018: Mejor dirección, mejor Adaptación, mejor Interpretación
Femenina y mejor escenografía.
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Teatro: Infanta Isabel
Dirección: C/ Barquillo, 24.
Ficha artística y técnica
Adaptación de la novela: Cayetana Cabezas.
Dirección: Julián Fuentes.
Pepita: Laura Toledo.
Música y espacio sonoro: Luis Paniagua.
Iluminación: Joseph Mercurio.
Espacio escénico y vestuario: Laura Ferrón.
Asesora de lenguaje: Consuelo Trujillo.
Ayudante de dirección: Cayetana Cabezas.
Técnico de luz y sonido: Carlos Merino.
Fotografía: Nieves Ferrer.
Diseño gráfico: JL Navazo.
Prensa y promoción: Adolfo Ramírez.
Producción: Salvador Collado.
