Recordarán
la pintura de Fedra de Alexandre Cabanel,
en muchas ocasiones habremos visto en imágenes a una Fedra que parece enferma,
o quizá apesadumbrada hasta que nos sumergíamos en su drama y conocíamos los
desvelos que la atormentaban. Ver a Fedra en movimiento, presentándonos su
historia es un lujo al alcance de todos nosotros gracias al impagable trabajo de
un tándem como Paco Bezerra y Luis Luque.
Tras
pasar por el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, ‘Fedra’ llega
al Teatro de La Latina de Madrid para
devolvernos a la Fedra original, por la que Eurípides fue duramente castigado
por el público haciendo de ella una mujer que se atrevía a dar rienda suelta a
su corazón y a sus pasiones, confesando su amor por su hijastro. Ante el
rechazo del gran público Eurípides impregnará a Fedra de inseguridad y culpa,
lo que la llevará a suicidarse y no seguir el dictamen de su propio ser. En
nuestro imaginario se encontraba esta última, errada y desacertada mujer
tachada de loca.
Esta
puesta en escena nos devuelve la verdad de Fedra, sus mas intimas pasiones enfrentadas
con la irracionalidad de los dioses, atreviéndose a confesar su amor al hombre
que realmente ama, desatar una pasión irrefrenable porque de no ser así, sería
preferible para ella la propia muerte.
Sentimos
como un corazón late palpitante ante la negritud en escena y unas tenues luces rojas
nos hacen presagiar la angustia, el hastío y el silencio. Una lucha interna
entre los propios sentimientos. Un alma en pena que vaga en escena, hace
tiempo, ya no duerme, no come y que parece estar muerta en vida porque el dolor
de ese corazón que late es tal que no le deja exhalar ni una sola palabra, ni
un leve suspiro. El país entero se pregunta por el malestar de su reina, unos
entenderán que las ausencias de su esposo la sumergen en tal soledad, que la
tristeza le ha hecho casi volverse loca, pero nadie sabe a ciencia cierta que
le ha podido suceder a su reina. En realidad nada de eso ocurre, su corazón
está roto, porque está enjaulado y prisionero por un amor que mancillará su
nombre, pero que de ser reprimido mucho mas tiempo la llevará hacia el camino a
la muerte.
Paco
Bezerra conocido por obras como “El señor Ye ama los dragones”, “El pequeño
poni” o “Lulu” nos presenta una propuesta solvente y honesta, siendo capaz de
recuperar un texto sumido en el olvido del teatro universal. Desterrando de
nuestro imaginario las convenciones sociales en las que contextualizábamos a
Fedra, para conocer una realidad muy alejada. Recuperando la esencia de un drama
tan bello, que nos hablaba del derecho a amar por encima de toda convención
social y por encima de las decisiones arbitrarias de los dioses. Bezerra
formará un excelso tándem con Luis Luque encargado de dirigir una puesta en
escena que nos guiará hasta las entrañas de Fedra y nos hará partícipes de su
dolor. La dirección de un elenco homogéneo y entregado, con una energía en
escena que nos hará ponernos en el lugar de todos y cada uno de ellos.
Fedra,
la reina de la Isla del Volcán, está enferma: ni come ni habla ni duerme. Los
médicos son incapaces de averiguar el origen de su padecimiento y el país
entero anda preocupado por su estado de salud. Algunos dicen que se ha vuelto
loca. Otros, que las largas ausencias de su esposo, el rey de la isla, han
terminado por devastar y asolar su corazón, pero nadie conoce la verdad y todos
se equivocan. Y es que la gran responsable de la dolencia de Fedra no es otra
que una pasión que la atormenta desde hace tiempo y que ya no puede reprimir más;
un erotismo inmoral e impúdico, un deseo violento e indómito, un amor
prisionero e indecente.
Lolita
Flores además de sus trabajos en cine y televisión, en su trayectoria teatral
la hemos podido disfrutar en obras como “La plaza del diamante”, “La asamblea
de las mujeres” ó “Prefiero que seamos amigos”, en este caso nos presenta a
Fedra, una mujer pasional pero del todo atormentada, con un uso del gesto y la
mirada que nos acerca a sentir el rechazo que ella está sufriendo por su amado.
La inseguridad que la arrolla cuando Hipólito la llama “madre”. Una preciosa
conexión con su compañera de reparto Tina Sainz , que hará las veces de su fiel
nodriza, el cariño y la confianza que desea depositar en ella, a todas luces
nos hará compartir que no son suficientes para calmar su angustia y su ansia de
afecto por parte de Hipólito.
Tina
Sainz una actriz conocida por una fecunda y perdurable carrera, nos sería
imposible enumerar los múltiples trabajos realizados a lo largo de su trayectoria
desde “Los chicos con las chicas” en 1967 hasta la actual “Las chicas del cable”
,” Aguila roja” ó “Estoy vivo” en 2017. En este caso, una nodriza, Enone, que
acompañará a Fedra en sus desalientos y que la aconsejará en lo que entiende
mejor para ella, una lucha contra Teseo y Acamante con diálogos exquisitos,
dirigiendo la mesura y la templanza entre las pasiones de ella y los
exacerbación de ellos. Sainz parece coger de la mano a Acamante en sus
incursiones en escena para guiarle con pausa. Una fuerza y compañerismo brutal,
por parte de la actriz.
Eneko
Sagardoy premio al mejor actor revelación 2017 por “Handia”, y componente del
elenco de la maravillosa obra “Último tren a Treblinka” nos brinda la creación
de un personaje joven, frio preocupado por el nombre de la casa y por el honor
de su familia. Un hombre que pone la respetabilidad, por encima de la empatía a
su familia. Energía que generará una tensión necesaria en escena y que genera
un equilibrio perfecto con la castidad de Hipólito.
Críspulo
Cabezas nos vuelve a sorprender como en cada uno de sus trabajos, en “Trainspotting”
dirigida por Fernando Soto se ponía en la piel de Renton y en este caso será
Hipólito, casto, enemigo de las pasiones mundanas, frugal amante de la
naturaleza y de la caza, ferviente adorador de Ártemis, diosa de la caza, y
procura vivir conforme al arquetipo de esta diosa. El personaje peor e
injustamente tratado por todos sin merecerlo. Fiel a su padre, tendrá que
luchar contra infamias y calumnias, al ser acusado de violación. El actor nos
ofrece una coreografía de movimientos que llenará el escenario con su sola
presencia en escena. Imágenes y expresiones que junto a Fedra nos transportaran
hasta la raíz de la historia. Los diálogos con Teseo nos atraparán, ya que nos
pareciera ver a David contra Goliat.
Juan
Fernández actor de doblaje, cine, televisión, en teatro le hemos podido ver últimamente
en “La Orestíada” de Jose Carlos Plaza, “nos presenta a Teseo su inconfundible
voz, que llena la escena del teatro nos pone en contexto, el poder, la
profundidad y la presencia. Parece llevar a sus espaldas la dignidad de un
reino.
Una
escenografía de la mano de Mónica Boromello siempre magnifica, junto con el
trabajo de iluminación de Juan Gómez Cornejo y la música original de Mariano
Marin. Un vestuario acorde con la escenografía trabajo de Almudena Rodríguez
Huertas. Junto a un amplio equipo técnico y artístico.
Trabajo de un equipo que brillará durante noventa y cinco minutos y nos mantendrán en vilo queriendo saber cual es el final de Fedra pero también cual será el destino de Hipólito. Querremos saber si Bezerra decidió cambiar su final y desbrozar el histórico final trágico. Serán ustedes los que lo descubran si deciden presenciar esta función tan bella como recomendable.
Se despiden del teatro La Latina para comenzar su gira por los escenarios de toda España, estén muy atentos para no perder la ocasión de poder disfrutarla.
Se despiden del teatro La Latina para comenzar su gira por los escenarios de toda España, estén muy atentos para no perder la ocasión de poder disfrutarla.
Teatro: Teatro La Latina
Dirección: Plaza de la Cebada, 2
Fechas: 13 al 30 de septiembre
Entradas: Entradas desde 17 euros. En la web del teatro, en taquilla, entradas.com y ticketea.
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