Almagro
es lindo. Su Festival más lindo. Y su Corral de Comedias lindísimo, tal y como
dirían los miembros de la Compañía de Teatro Clásico Argentina, dirigida por
Santiago Doria, que nos hicieron pasar una agradable noche estrellada con las
andanzas de este peculiar personaje.
Y
si comienza el preámbulo con la voz del
gran José Sacristán, parece que nuestros sentidos se abran y se dejen llevar al
arrullo de la noche manchega. El autor, Agustín Moreto, es quizá uno de los
escritores menos conocidos del Siglo de Oro Español, de ese barroquismo tan
extraordinario que ensalzaron el verso hasta convertirlo en cotidianeidad
divina, en belleza delicada y sutil. En ese aspecto sí que fuimos un gran
imperio. Moreto fue un gran seguidor de Calderón , de Lope, dejándonos joyas
como “El desdén con el desdén “, o este Lindo don Diego.
Esta
comedia de enredos, con un verso
maestro, con una ligereza en el diálogo, nos deja una serie de personajes
prototípicos ( el criado enredador, el caballero despechado, la dama desdeñosa,
el joven a la moda, más preocupado de lo exterior que del interior, del qué
dirán que de la moral ). En este sentido querría referirme a este arquetipo
masculino que normalmente nos lo han mostrado siempre desde la óptica de la
mujer vana y vacía. Ignacio García, director del festival, comentaba que esta
edición del festival es la más femenina y feminista, “ Sino se da presencia
justa a las mujeres, es una sociedad empobrecida” , comentaba en una reciente
entrevista, con una gran presencia de autoras y directoras en la programación
del mismo. De hecho, el lema del
festival está inspirado en la figura de Sor Juana Inés de la Cruz, El Mundo
iluminado, y yo despierta es un alegato y un ejemplo del pensamiento moderno y
militante de sor Juana. Este matiz es interesante relacionarlo con el
personaje principal de esta obra, Don Diego. El lindo. Por una vez la figura femenina no es la extravagante, la presumida, la
prepotente y superficial figura que nos sorprende por su osadía, su descaro
y la creación de un mundo paralelo donde actúa y se siente como el muerto en el
entierro o el niño en el bautizo.
Toda esa amalgama de
condicionantes vistas desde el universo masculino nos congratula socialmente
con la modernidad de género, con el cambio de rol, ( no entendido dicho sea
de paso por una espectadora que tenía justo detrás y que no paraba de comentar
cual partido de fútbol todas las extravagancias petulantes del protagonista,
como si estuviera la mujer en el salón de su casa ). Esta visión también se
refuerza con la figura de Inés, la dama propuesta para desposarse con su primo
Don Diego por obra y gracia de su padre, D. Pedro, como tantos años antes y
tantos años después. “Se casaría mi
obediencia, pero no mi voluntad”, le dice Inés a su padre, en un alegato a su
capacidad de elección vital , de decidir por sí misma. Algo que
desgraciadamente sigue siendo actual, ¿no les parece? En un maravilloso
escenario, jugando con una buena
iluminación y en una acertado uso del espacio, aparece la figura de D Diego,
del figurón, del fanfarrón, del narciso sin lago, del provinciano que llega a
la capital a hacerla suya. El actor Gabriel
Virtuoso consigue hacer de este personaje histriónico una figura creíble, nada
exagerada dentro de ese arquetipo, incluso amable en muchos momentos de la
obra.
Su aparente felicidad,
dominio de la situación y pedestal glorioso desde donde ve el mundo, su mundo
cual espejo, nos traslada a una soledad vital, a una superficialidad en sus
relaciones y a una tristeza escondida que hace que sientas pena, rechazo y
consideración por el personaje a partes iguales. Esto lo refleja muy bien
Virtuoso y lo consigue, haciendo un perfecto
trabajo entre la sobriedad, la caricatura y la comicidad del rancio abolengo de
aquellos días. Esta figura es arropada por un conjunto de personajes bien
creados y estructurados, cada cual en su lugar, cada uno en su justa medida,
sin caer en el personaje prototipo exagerado, trasmitiendo verdad en cada
verso, en cada enredo. Esta situación nos hace llevadera la escena,
creíble, sincera.
Enredo tras enredo que Mosquito adereza con maestría en
situaciones límite, donde Beatriz con un simple movimiento en sus manos se
transforma en una excéntrica condesa. Tal y como nos dice Mosquito inventando la trama “Voy a avisar a
Beatriz Aparte por que se ponga en adobo, que ha de tragar este bobo la condesa
fregatriz”.
Un D. Pedro,el guardían, que imprime ese extraño control de la situación
que en cada momento cambia y se recoloca, pero que él domina, bien por azar,
bien por desconocimiento. El matrimonio como institución sagrada de aquella
época al que toda buena dama ha de aspirar, y chitón. Galanes como D. Juan y D.
Mendo, ambos con entendederas, pasados a un discreto plano, dispuestos a
mantener su honor por encima de todo ( en este sentido si eché en falta un d.
Juan más d. Juan, con algo más de tensión y cambios en su discurso ) y unas
figuras femeninas en Leonor e Inés, a priori distintas en sus planteamientos
vitales y costumbristas de la época, pero en el fondo unidas por un mismo fin.
Tal como dice Leonor a su hermana Inés "El riesgo de un casamiento, que si se
yerra es martirio, ha de ser el escogerlo de quien se obliga a sufrirlo. Siendo
esto cierto, ¿qué temes de que él tenga ese disinio? ¿Se ha casado alguna dama
con el sí que el padre dijo?" Y tras enredo y enredo, el colofón final cual
libro de Agatha Cristhie, donde lees y lees páginas donde a priori no sucede
nada ( en el lindo sí ) y en las últimas tres hojas se resuelve el misterio. Misterio que no desvelaremos , que nos
traslada a una agradable noche, llena de lindezas, de lindos, de lindas.. en
este lindo escenario de este maravilloso festival.
Les invito a que se
lindecen al lindo si tienen la oportunidad, y si puede ser en Almagro, mucho
mejor. “Y castigado este necio a gusto de los oyentes, aquí, con aplausos
vuestros, dichosamente el poeta da fin al lindo don Diego”.
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Teatro: Festival Internacional de Teatro de Almagro
Dirección: Corral de comedias Almagro. Plaza Mayor, 18
Entradas: Desde 20€
Click para ir a enlace: PROGRAMACIÓN FESTIVAL INTERNACIONAL TEATRO CLÁSICO ALMAGRO
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