Dentro de unos meses hará 15 años de la aprobación del matrimonio entre
personas del mismo sexo. Pero tenemos que retroceder muchos años atrás,
concretamente a 1901 para encontrar el primer matrimonio entre lesbianas documentado
en nuestro país. Dicha ceremonia tuvo lugar en la iglesia de San Xurxo en A
Coruña. Las protagonistas fueron Elisa y Marcela.
Marcela Gracia Ibeas y Elisa
Sánchez Loriga se conocieron y se enamoraron a mediados de la década de 1880 en
la Escola Normal de maestras de A Coruña. Después, empezaron a trabajar en
distintas escuelas de varios Ayuntamientos de la zona pero siempre intentando
estar lo más cerca posible para poder vivir juntas. En 1901 Elisa viaja a A
Coruña, se corta el pelo, se viste con ropa de hombre y se deja crecer el
bigote para fingir que es un hombre. Finalmente el 8 de junio se casan y es
cuando comienza la pesadilla.
La compañía A Panadaría trae
al teatro del Barrio esta historia de amor. En un momento en que abundan las
grandes producciones y las escenografías espectaculares han optado por la
vuelta a los orígenes del teatro, sin adornos, sin artificios, teatro en estado
puro donde lo principal son las actrices.
Con la única ayuda de un
bastidor y una gran tela blanca nos llevan por mil y un lugares desde la
iglesia de San Xurxo (con una detallada descripción de la misma), la escuela,
el patio del colegio, la diligencia en la que viajaron, la pensión de Madrid,
etc,….
La austeridad
en la escenografía lejos de ser un problema, hace que reluzcan todavía más las
actrices que sacan a la luz una enorme habilidad para narrar la historia. El
trabajo que las tres realizan con la voz y con su cuerpo en una obra llena de humor,
drama, sainete, clown y rematada con destacables números musicales es
espectacular. Del enorme talento con el que cuentan es testigo la cantidad de personajes presentes en la obra, tanto
humanas (el cura, el monaguillo, la directora de la escuela, los vecinos, las
compañeras, los testigos de la boda, el cantaor de flamenco…) como objetos
(excepcional el puro cubano y surrealista el documento).
La grandeza
y la originalidad se muestra también en el hecho de que se trata de una comedia
musical, sin instrumentos y sin música (por lo menos como la entendemos ahora),
pero con un ritmo brutal donde no falta el flamenco, el fado, el coro….
Al leer la
sinopsis puede dar la impresión que se trata de un drama y es cierto que se
podría haber presentado así, pero no hay historia que nos llegue más adentro que
una historia dura y dramática contada con humor y con enormes dosis de alegría,
sencillez y ternura.
Como señalaba
la escasez de decorado hace que se agudice el ingenio y destaca la originalidad
de con una tela lo mismo recrean un viaje en barco, que una cama, que el mar..
Si bien es
cierto que lo fácil hubiera sido afrontar la historia desde el drama más
solemne, creo que lo que hace a la obra única es apostar por el humor y la
comedia para crear una historia real e intensa, han conseguido sin tener que
acudir al dramatismo que empaticemos con Elisa y Marcela con su amor sincero,
intenso y puro. No hace falta mostrar con crudeza a las gentes y a las
situaciones con que tuvieron que enfrentarse para que entendamos la
problemática a la que tuvieron que hacer frente. Lo verdaderamente difícil es
sensibilizar y acercarnos a la historia de ambas con una sonrisa e insisto con
una dosis enorme de ternura. Es indudable que la obra se entiende mejor desde
el humor y ayuda a entender los hechos y las circunstancias que se produjeron
incluso desde un punto de vista más crítico.
La
dramaturgia es fruto del trabajo conjunto de la directora de la obra Gena Baamonde
y las tres integrantes de A panadaría, Areta Bolado, Ailén Kendelman y Noelia
Castro. Un texto que narra de un modo muy sencillo y tierno una historia de
dolor, persecución y sufrimiento pero sobre todo de amor.
La
dirección corre a cargo de Gena Baamonde que hace un enorme trabajo de
conjuntar de un modo brillante una historia con un ritmo frenético, con gran actividad física, con canciones,
sombras, música sin instrumentos, que se expresa en la gran expresividad de las
tres protagonistas.
A Panadaría es una de las compañías referentes de la nueva hornada del Teatro Gallego. Nace en 2013, recibiendo enseguida varios reconocimientos, entre ellos el Premio de la Crítica Galicia en el año 2015 por su montaje "PAN!PAN!".
Sus espectáculos apuestan por el humor, la música y el juego. Conocida por su compromiso y mirada feminista, presente siempre en sus propuestas. Como parte de su reivindicación en materia de igualdad, en Elisa y Marcela vuelven a apostar por un equipo artístico y técnico conformado íntegramente por mujeres, ” una apuesta firme por apoyar a las mujeres en todos los oficios teatrales, especialmente los más masculinizados”.
Con este montaje A Panadaría ha recibido multitud de premios, entre los que destacan 4 Premios María Casares 2018, incluido el de Mejor Espectáculo; el Premio Luísa Villalta para Iniciativas Culturales por la Igualdad; el Premio del Público 34 Mostra Internacional de Teatro de Ribadavia; el XIV Premio LGBT Marcela y Elisa del Colectivo ALAS y el Premio 'Las Horas' Festival FanCineGay Badajoz 2019.
Con este montaje A Panadaría ha recibido multitud de premios, entre los que destacan 4 Premios María Casares 2018, incluido el de Mejor Espectáculo; el Premio Luísa Villalta para Iniciativas Culturales por la Igualdad; el Premio del Público 34 Mostra Internacional de Teatro de Ribadavia; el XIV Premio LGBT Marcela y Elisa del Colectivo ALAS y el Premio 'Las Horas' Festival FanCineGay Badajoz 2019.
El elenco lo forman Areta Bolado, Ailén Kendelman y Noelia Castro que se dejan el alma en el escenario, como decía con un trabajo enormemente físico con muchísimo movimiento en escena y con un esfuerzo vocal y gestual tremendo. Hablando gallego, castellano, portugués y sobre todo con cambios de registro en la voz y un enorme talento para crear música con sus gargantas.
Noelia Castro una de las componentes de la compañía cuenta que “Para nosotras era importante reivindicarla como una historia de lesbianas. Porque no eran simplemente buenas amigas. Ni ellas ni muchas otras parejas de mujeres a lo largo de la Historia”.
En definitiva ahora que tan de moda está el mal llamado “pin parental” una obra que debería ser de visionado obligatorio para todas con independencia de sus creencias. Si no somos educados en igualdad, libertad y fraternidad dejaremos de ser personas.
Para acabar una curiosidad, el acta de matrimonio sigue siendo válida, pues ni la Iglesia ni el Registro Civil anularon este documento de boda.
Teatro: Teatro del Barrio
Dirección: Calle Zurita 20
Fechas: De Miércoles 15 a Sábado 18 a las 20:00, Domingos 19 a las 20:30, Miércoles 22 y Jueves 23 a las 22:00, Viernes 24 a las 21:00, Sábado 25 a las 22:00 y Domingo 26 a las 20:30.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.