Leo Bassi llega al Teatro del Tarrio más provocador e irreverente que nunca con Pandemia, el acojonavirus. En un año complicado y difícil especialmente para el mundo cultural nos da su particular visión del virus y de como ha influido en nuestras vidas. Como ha conseguido poner “patas arriba” al mundo entero. Con su particular punto de vista sobre la realidad, Bassi conseguirá dar su ácida opinión y conseguir que pasemos un buen rato pese al virus.
Como señala Leo al inicio el virus en poco más de seis meses ha conseguido más que todas las izquierdas juntas y no es otra cosa que “Destrozar la sociedad de consumo y poner a rodillas el neoliberalismo”, en definitiva poner en jaque al sistema capitalista.
Pero no sólo la izquierda, el virus ha conseguido vencer también la lucha de un icono como Greta Thunberg en su pelea contra el cambio climático y el calentamiento global ya que los confinamientos con el consiguiente descenso del uso de los automóviles y la suspensión de las industrias supuso una drástica reducción de los gases de efecto invernadero en todo el planeta.
Pero si el virus ha venido y lo ha cambiado todo, lo que no lo ha hecho es el objeto de la ironía y las críticas de Bassi. La iglesia, los progres, la izquierda, los hípster, todo lo políticamente correcto.
Como decía al principio vuelve con la provocación y su humor corrosivo que da pie para su interactuación con el público. Pero junto a todo esto hay momentos íntimos, cuando nos cuenta los inicios en el mundo del circo de sus antepasados. Y una acertada reflexión sobre como podemos afrontar una situación como la que nos ha tocado vivir.
Una sociedad acomodada e instalada en su zona de confort es el entorno idóneo para que un cómico de rienda suelta a su ironía, a su humor corrosivo, pero como hacerlo en un entorno como el actual, donde ni siquiera hay sitio para el humor negro. Como bien indica Leo cuando hacemos humor negro el objetivo de dicho humor son otros, pero con el virus “los otros somos todos”.
Con una escenografía sencilla y a la par llamativa, nos encontramos una lápida rodeada de unas macetas y una silla, suficiente para llevar a cabo la puesta en escena. Se completa con una pantalla donde se proyectan distintas imágenes que ayudan y mucho en el desarrollo de la obra.
Como indicaba recientemente Leo Bassi “He aceptado el desafío. Hay algo en mi personalidad que me obliga a medirme al adversario mas poderoso, un orgullo desmesurado que me empuja a la lucha… Y cuando llegó el virus, sabia que esto era mía. Con Pandemia, quiero dar orden a una realidad desordenada para volver a abrir un camino a una comicidad llena de vitalidad.
Leo Bassi nació en Estados Unidos en 1952 mientras sus padres estaban de gira. Pasa sus primeros años entre Norte America y Europa. En 1959, los Bassi se trasladan a Australia y ahí comienza la carrera artística de Leo Bassi a sus 7 años, en un mítico road-show llamado Sorlie’s donde sus padres actuaban. Los siguientes diez años los pasó de gira alrededor del mundo pero es cuando cumple 17 que ya está preparado en las artes circenses para unirse oficialmente a la actuación de la familia, el Trío Bassi.
En un esfuerzo por redescubrir quién es y qué significa ser un clown, deja el trío familiar y durante cinco años se patea el mundo en solitario, actuando en la calle con un espectáculo ecléctico llamado «El circo más pequeño del mundo». Desde Europa hasta Japón, pasando por Pakistan o Thailandia descubre el arte de provocar al público.
Desde entonces, su trabajo se ha desarrollado en diferentes direcciones, tanto en espacios teatrales de formato clásico como en grandes eventos al aire libre, maestro de ceremonias para grandes inauguraciones y conciertos de música o, incluso, espectáculos ubicados sobre autobuses y barcos.
VOLVAMOS AL TEATRO. LA CULTURA ES SEGURA.
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