Ion nos invita a acompañarle en el intento de recordar una fiesta un tanto peculiar que sucedió el 21 de mayo de 2019. Pero aunque no hace mucho tiempo de ello, los recuerdos no acaban de estar muy claros en su mente.
“Buenas noches. Esta es la voz de la persona que vais a ver esta noche sobre el escenario. A esta persona a partir de ahora la llamaremos Ion”, así comienza Beautiful Stranger la última creación de Ion Iraizoz.
“El último martes antes de cumplir 40 años” fue el título que Ion le dio a la fiesta que organizó unos días antes de la celebración de su cuarenta cumpleaños.
En esa fiesta celebrada el 21 de mayo de 2019 estaban presentes la gente que más le importa. Sus padres, su mejor amigo, su exnovia. En el transcurso de la fiesta su padre leyó un texto que la madre había escrito durante el embarazo de Ion y que había estado perdido en un cajón durante más de 40 años. Hasta aquí todo lo que tiene más o menos claro, el resto es una mezcla de recuerdos donde se confunden los participantes y las situaciones.
A partir de ese momento empieza el espectáculo, una mezcla de performance, psicodrama y comedia. Un torbellino de ideas, reflexiones y pensamientos interrelacionados y con un hilo conductor, la fiesta de cumpleaños.
A Ion le acompaña a lo largo de la obra una voz en off, que es como la voz de su conciencia, le va guiando, ayudándole a recordar y asesorándole sobre que debe decir, que debe hacer y como se tiene que comportar. La voz es el contrapunto perfecto a nuestro protagonista que con el complemento de una videocámara y el juego de planos e imágenes dotan a la obra de ritmo. Este otro protagonista lleva a Ion a recordar instantes y tener que afrontar determinadas situaciones que no quiere.
Pero Beautiful stranger no es un monólogo, por lo menos en su concepción tradicional. El protagonista se desdobla en sus innumerables alter ego que nos muestran sus dudas, sus inseguridades, sus múltiples personalidades. Se trata más bien de una performance donde se va entremezclando realidad y ficción, todo ello salpicado de momentos de surrealismo.
El recuerdo de la fiesta por parte de Ion le sirve de excusa para jugar con el público, generar situaciones de lo más variopinto y reflexionar sobre nuestra propia identidad o mejor dicho nuestras identidades. Ya que nuestra personalidad “exterior” va siempre acompañada de esas otras partes de nosotros que tenemos más oculta y que sacamos al exterior en contadas ocasiones.
Con esta obra se nos invita a hacer introspección y abrir un espacio de autorreflexión sobre el modo de conocernos y acercarnos a nosotros mismos, a nuestros miedos, nuestras dudas, nuestras contradicciones, en definitiva a nuestra propia esencia.
El texto y la idea corresponden a Ion Iraizoz una creación muy personal que no es autobiográfica y que destaca por su enorme originalidad. El inicio de la obra, la puesta en escena, el uso de la voz en off, las imágenes pregrabadas y el video en directo forman un producto final muy compacto e interesante.
Ion se formó en el Laboratorio Teatral William Layton y en el Teatro de la Abadía. Ha realizado talleres de dirección y creación escénica con Andrés Lima, Alfredo Sanzol, Carles Alfaro, Gon Ramos, Carlos Tuñón, Jhon Strasberg, Fernanda Orazi o Will Keen entre otros.
A Ion le acompañan Gloria March y Juan Paños en la dirección y dramaturgia de la obra.
Ion explica en que consiste el proyecto: ”Me interesa la autoficción si se distancia de la vida de sus creadores, si lo personal es solo un comienzo, una manera de ir más allá. Hablo de mí mismo no para hablar de mí, si no para hablar de nosotros. Como decía Godard: Para hablar de los otros hay que tener la modestia y la honestidad de hablar de uno mismo. La autoficción no es un encierro ególatra, sino que es, por el contrario, un camino de apertura a los demás, un intento de alcanzar ese otro que no soy yo”.
Por sus especiales características, no se podría entender la obra ni se habría podido llevar a cabo sin la sobresaliente labor de Ainara Pardal en la video creación y de Jose Pablo Polo en el espacio sonoro.
Se completa con una original escenografía ideada por Caja Negra Tam. Una pantalla situada al fondo de la sala y una bañera en el centro del escenario que contiene un amplio surtido de los más variados objetos que Ion va mostrando y utilizando a lo largo de su actuación.
En 2012 crea La Caja Flotante, compañía con la que ha estrenado cinco montajes como actor, productor y co-creador: “El círculo de tierra”, basado en “El círculo de tiza caucasiano” de Bertolt Brecht. "La esfera que nos contiene" de Carmen Losa, candidata al Max como Espectáculo Revelación. "Fuera de juego" de Enzo Cormann, dirigida por Iñigo Rodríguez-Claro, "Gris/Mar" de Jose Padilla y "Catástrofe" con dramaturgia de Antonio Rojano y candidata a dos Premios Max en 2019.
En resumen una propuesta sorprendente, original y distinta. Divertida y que desde luego no nos dejará indiferentes. Un cruce de caminos entre la realidad y la ficción que nos llevará de la mano por la vida del autor de una manera entre onírica y documental. VOLVAMOS A LOS TEATROS. LA CULTURA ES SEGURA.
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Teatro: Sala Nave 73.
Dirección: Calle de Palos de la Frontera, 5
Horarios: Miércoles y jueves 3, 4, 10, 11, 17, 18, 24 y 25 de marzo. 19:30 h.
Precio: 14 €.
Ficha artística y Técnica
TEXTO E IDEA: Ion Iraizoz.
DIRECCIÓN: Gloria March, Ion Iraizoz y Juan Paños.
INTÉRPRETE: Ion Iraizoz.
DRAMATURGIA: Gloria March, Ion Iraizoz y Juan Paños.
ESPACIO SONORO: José Pablo Polo.
ESPACIO ESCÉNICO: Caja Negra Tam.
VÍDEO CREACIÓN: Ainara Pardal.
MIRADA EXTERNA: Íñigo Rodríguez-Claro.
PRODUCCIÓN: La Caja Flotante.
DISTRIBUCIÓN: Zeena Producciones.
PRENSA Y COMUNICACIÓN : Lemon Press.
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