Vuelve el ciclo de poesía y música a la Sala Mirador. Un ciclo que se inició el año pasado con el homenaje a Walt Whitman en Sobre las hojas de hierba, dirigido por Juan Diego Botto. Esta vez le toca el turno a Alfonsina Storni, una de las principales voces de la poesía sudamericana.
El Ciclo de poesía y música de la Sala Mirador está dedicado a la poetisa Alfonsina Storni. La mujer que nació en un cantón italiano en Suiza y que siendo pequeña se instaló en Argentina.
Van pasando mujeres es el título de uno de los poemas de Alfonsina y que da también nombre al recital de la Mirador.
Storni era una mujer bajita, que desde bien niña empezó a trabajar mucho y en todo lo que podía. Fruto de esa vida que llevó, desde bien pronto tuvo una marcada conciencia social.
Fue una férrea luchadora contra el patriarcado tanto familiar, como social o literario. Se enfrentó desde sus libros, sus poemas, sus artículos periodísticos o en las múltiples conferencias que realizó.
En una época especialmente difícil para la clase trabajadora, marcada por la lucha social y que era contrarrestada con enorme violencia y represión, su voz y sus poemas fueron un arma muy eficaz contra los poderosos.
Fue amiga de Horacio Quiroga uno de los más prestigiosos escritores de relatos de la época, así como de otros grandes como Leopoldo Lugones y Oliverio Girondo.
Madre “soltera”, siempre consideró a su hijo “una de las joyas mas preciadas de la naturaleza”. Cuando apenas tenía 46 años su fuerte carácter y su enorme personalidad se fueron rindiendo poco a poco frente al cáncer que literalmente la estaba devorando por dentro.
Con la misma convicción que denunció los abusos de las clases poderosas puso fin a su vida lanzándose al mar con la misma elegancia y dignidad que vivió. Este hecho dio lugar a la popular canción Alfonsina y el mar.
En un tiempo tan remoto como los inicios del siglo XX, Alfonsina hablaba y denunciaba temas tan actuales, como los abusos y las consecuencias del patriarcado, los prejuicios hacia las mujeres como ella que se dedicaban a “profesiones de hombres”. Desde muy joven tuvo clara su vocación y su deseo de ser escritora. Siempre luchó para sobrevivir y poder hacerse un hueco dentro del mundo literario, copado en exclusiva por los hombres (las opiniones de Borges hacia ella aparecen expresadas a lo largo del recital).
De la lectura de sus poemas y artículos sacamos fundamentalmente una conclusión o las cosas han cambiado muy poco en estos últimos cien años o bien Storni era una mujer muy adelantada a su época.
Junto a sus poemas destaca otra faceta menos conocida, aunque igual de interesante, los ensayos y artículos de prensa que escribió a lo largo de su vida.
Siempre tuvo una marcada conciencia de clase, algo que unido a su lucha feminista la convirtieron en una humanista.
Como indicábamos cuando con 46 años le fue detectado un cáncer, decidió libremente poner fin a su vida, de una manera tranquila y sencilla. Se despidió discretamente con un escrito publicado en el diario La Nación titulado Me voy a dormir.
El recital además de recordarnos tanto los versos como los escritos de Alfonsina, nos brinda una imagen muy diferente de la poetisa muy distinta de las vagas ideas que nos habíamos hecho de ella.
El ciclo está dirigido por Cristina Rota, que junto a María Botto y Nur Levi acercan al gran público la obra de la poetisa argentina.
Con una puesta en escena sencilla y elegante, los poemas se combinan y entrelazan con unas melodías delicadas e impecables compuestas por Alejandro Pelayo.
A lo largo del recital van asomando los más conocidos poemas como la loba, van pasando mujeres, hombre pequeñito o tú me quieres blanca
Ponen voz a los textos de Alfonsina, Cristina Rota, María Botto y Nur Levi. Tres mujeres unidas por lazos familiares que con elegantes trajes negros y con rosa roja van desgranando con enorme sentimiento y pasión la obra de la escritora argentina.
Respecto al recital y la elección de Alfonsina como objeto de este ciclo Cristina Rota señala que “La única manera de seguir amando la poesía es conocerla. Esa es nuestra función, darla a conocer para que continúe sacudiendo nuestra alma y nuestra conciencia ética y humana. La poesía nos otorga la plenitud que se siente escuchando una palabra llena de significado dirigida a otros y otras”.
Por su parte Nur Levi indica que “ Es una voz fundadora y reivindicativa y quizá por eso se acerca a los clásicos. Es desacatadora y conquistadora ocupando un lugar preponderante en la vanguardia poética argentina”.
Finalmente María Botto comenta que “a lo largo de la lectura recorremos algunos de los poemas más significativos de la vida de Alfonsina Storni. Espero que cada espectador se lleve consigo aquellos que le lleguen al corazón”.
Probablemente la única pega al espectáculo sea que se nos hace un poco corto y nos deja con ganas de más, de mucho más.
En definitiva, una buena ocasión para disfrutar de la poesía, siempre un alimento para el alma y que desgraciadamente no tenemos muchas oportunidades de disfrutar.
Cada día que pasa, más dueña de mí misma,
sobre mí misma cierro mi mirada interior;
en medio de los seres la soledad me abisma.
Ya ni domino esclavos ni tolero señor.
Ahora van pasando mujeres a mi lado
cuyos ojos trascienden la divina ilusión.
El fácil paso llevan de un cuerpo aligerado:
se ve que poco o nada les pesa el corazón
VOLVAMOS A LOS TEATROS. LA CULTURA ES SEGURA.
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Ficha artística:
Dirección: Cristina Rota.
Producción: Producciones Cristina Rota.
Dramaturgia: Alfonsina Storni.
Reparto: Cristina Rota, María Botto y Nur Levi.
Compositor e intérprete musical: Alejandro Pelayo.
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