Teatro. Carnación. Naves del Español

Estos días encontramos en las Naves de Matadero “Carnación”, una pieza de danza, flamenco y performance con música en directo creada por la bailaora Rocío Molina junto al cantaor conocido como Niño de Elche.

Rocío Molina es una artista malagueña, coreógrafa, bailaora y performer que obtuvo el Premio Nacional de Danza en el año 2010 así como el León de Plata por la Bienal de Danza de Venecia  por sus coreografías vanguardistas. Matrícula de honor en su promoción en el conservatorio de danza de Madrid cuando ya bailaba con la bailaora María Pagés, y en el escenario; Una fiera, eso es indiscutible.

Esta obra fue estrenada en la  Bienal de Venecia y llevada a escena en la Bienal de flamenco de Sevilla recogiendo opiniones para todos los gustos. 

Con el deseo carnal como punto de partida estos artistas multidisciplinares desarrollan una serie de cuadros, nunca mejor dicho porque la estética que nos propone en algunos momentos mas rituales y sacralizados nos evoca a la pintura a veces barroca a veces renacentista, donde la luz y la música del violín, del piano, o el coro, nos traslada a una atmosfera sugerente y primigenia, el deseo de la carne, aquel que nos recuerda que también somos instinto.

Una Rocío inmensa con una fuerza arrolladora que en algún momento zapatea el escenario con una energía indescriptible, con subtexto en sus tacones y que como digo aparece por momentos esa gran bailaora que es y entonces mi atención se vuelve a activar, porque prácticamente el resto de la función me deja indiferente.

La rabia, el desdén, el cariño y el afecto se entrelazan en esta pieza creando relaciones de pasión y rechazo entre ella y el cantaor, al que particularmente me hubiera gustado escuchar cantar en más momentos de la pieza, y tal vez disminuir alguna que otra composición de cuerdas que atan cuerpos y que se hacen momentos un poco largos. 

Algunas partes en las que la música electrónica está desfasadísima de volumen me reconocí tapándome los oídos. Tampoco encuentro sentido a la decisión de no contar con el talento que se tiene, en este caso para bailar, y en lugar de ello se recurra a otras disciplinas que se manejan con bastante menos destreza. Me sale decir aquello que nos decía tanto en clase una de mis mejores maestras “menos es más”, subirse a una silla de diferentes formas sin que llegue el mensaje con claridad del “¿para qué?, o siquiera para despertar emociones, o para crear imágenes que puedan aludir a un simbolismo o a un destello poético lo hace aburrido, como pasa con la manipulación de las cuerdas que tal vez si puedan emitir mensajes sugerentes detrás de la acción pero que se hace eterno.

Rescato la idea de colocar seis micrófonos encima de los intérpretes potenciando así el espacio sonoro, porque escuchar una respiración o dos cuerpos en contacto de manera tan precisa te transporta al mundo de la sutileza acústica, a un terreno por seguir experimentando en el escenario

El vestuario, una autentica belleza, llega a cargo del diseñador Leandro Cano, en el que podemos apreciar tejidos, colores y texturas que acompañan a la fuerza del movimiento

Rocío, verte bailar es increíble, por eso me tomo la licencia de ser honesta con  la sensación que me dejó lo que vi el otro día en las Naves del Español, porque me gusta verte bailar, ojala haberte visto más en esta pieza y haberme aburrido menos en algunos momentos.

En el escenario la soprano Olalla Alemán, el guitarrista Pepe Benítez, la violinista Maureen Choi y la agrupación vocal de cámara Capilla Renacentista acompañan la propuesta.

RESEÑA ESCRITA POR VERÓNICA MORENO

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Teatro: Naves del Español

Dirección: Paseo de la Chopera 14.

Fechas: Del 3 al 10 de Diciembre. De Miércoles a Domingos a las 19:00.

Entradas: Desde 25€ en naves-del-español.

FICHA ARTÍSTICA

Baile: Rocío Molina

Cante: Paco “Niño de Elche”

Piano / electrónica / programaciones: Pepe Benítez

Violinista: Maureen Choi

Soprano: Olalla Alemán

Coro: Capilla Renacentista

Idea original y coreografía: Rocío Molina

Dirección escénica: Rocío Molina y Juan Kruz Díaz de Garaio Esnaola

Dirección musical: “Niño de Elche” en colaboración con Rocío Molina y Juan Kruz Díaz de Garaio Esnaola

Composición musical Cumbia y Exhorcismo: Pepe Benítez

Diseño de espacio escénico: Juan Kruz Díaz de Garaio Esnaola

Diseño de vestuario: Leandro Cano

Diseño de iluminación: Carlos Marquerie

Dirección musical coro: Amaya Añúa

Gestación, acompañamiento y coordinación artística: Julia Valencia

Fotógrafo: Simone Fratini

Diseño de sonido: Javier Álvarez

Textos: Enrique Fuenteblanca

Dirección técnica: Carmen Mori

Técnico de iluminación: David Benito

Regiduría: María Agar Martínez

Artistas de Shibari: Simone Fratini y GlüWür

Realización vestuario Pepe Benítez y Olalla Alemán: Gloria Trenado

Falda de mimbre: Taller Artesano de Mimbre José Luis Encijo

Dirección de producción: El Mandaito Producciones SL

Una coproducción de Bienal de Danza de Venecia, Bienal de Flamenco de Sevilla, Grec 2023 Festival de Barcelona y Teatro Español

Con la colaboración de Agencia Andaluza de Instituciones Culturales