Siempre es difícil ponerse en la mente del verdugo, del maltratador, del violador, del asesino. Nosotros siempre estamos del otro lado, siempre vemos con asombro las noticias sobre maltratos y vejaciones. En estos tiempos de duras críticas a la ley del "solo si es si" merece la pena acercarse a este maravilloso trabajo en el que nos habla cara a cara el verdugo, y con el que llegamos a empatizar por momentos por su amabilidad y su simpatía. ¿Recuerdan tantas veces han escuchado esto en televisión tras un crimen machista? Acérquense a Nave 73 a descubrir las razones de este poliédrico personaje para hacer lo que hace.
Tras su estreno en Nueva York, el pasado 2 de junio, llega a Madrid este premiado monólogo “Con los ojos cerrados”. Obra original de Luca Pizzurro, con adaptación y dirección de Sergio Toyos, con Marc Parejo como protagonista y las voces de Imanol Arias y Daniel Aguilar.
La magia del teatro
consiste, entre muchas cosas, en ver una obra y en medio de esta querer salir
al escenario y abofetear (por quedarse corto) al protagonista. Porque el actor
deja de interpretar y se convierte para el espectador en un ser real. Y eso es
la historia de Bruno, que durante algo
más de una hora, nos habla de un punto de no retorno. De una frontera que, una
vez cruzada, destroza a quien está cerca.
Un tipo simpático,
educado y con el que en cierta manera empatizas, se va convirtiendo en un
monstruo a medida que discurre el tiempo. Te va guiando por sus pensamientos y te explica sin ningún tipo de duda sus acciones en nombre del
amor. Al principio hasta te cae bien, porque todos somos buenos vecinos que
saludamos en la escalera, y somos seres sensibles de cara a la galería. Y nunca
nuestra manera de entender el amor es destructiva, son los otros los que no
entienden, nos defraudan y nos hacen daño.
Este monólogo es de una crudeza y de un impacto emocional que te noquea a medida que va contando esa historia. Con una construcción de personaje magnífica, el director ha sabido extraer la esencia de la historia de Pizurro en esta impactante y magnífica adaptación.
Con un lenguaje que no suaviza lo que ocurre, tu estómago se va retorciendo entre al asco y la vergüenza a medida que esa hora va transcurriendo. Y se pone cada vez peor porque te imaginas el devenir de los acontecimientos.
La puesta en escena,
aunque sencilla, está llena de símbolos que resultan sutiles hasta el final de
la pieza, luces cambiantes que muestran las emociones del personaje y música
que marca el tempo de la obra. Este monólogo resulta inquietante, provocador y
muy necesario en esta época.
Basado en hechos reales
y escrito hace quince años, esta pieza sigue siendo un tabú y una muestra de
hipocresía de aquellos sectores que siguen silenciando a las víctimas.
Con la mirada del
verdugo y esa sociedad, muchas veces, cómplice por su silencio, esta obra no
deja indiferente a nadie. Su relato resulta estremecedor y el final es digno de
una muy buena película de suspense con un giro inesperado.
Por favor, no se la pierdan.
DRAMATURGO
LUCA PIZZURRO
ADAPTACIÓN Y DIRECCIÓN
SERGIO TOYOS
ACTOR
MARC PAREJO
VOZ EN OFF
IMANOL ARIAS Y DANIEL AGUILAR
AYUDANTE DE DIRECCIÓN
GABI DE MULDER
MÚSICA ORIGINAL
NAIEL IBARROLA
DISEÑO DE ILUMINACIÓN
JUANJO LLORENS
DISEÑO Y PRODUCCIÓN DE SONIDO
JAVIER ISEQUILLA
fOTOGRAFÍA, DISEÑO Y VÍDEO PROMOCIONAL
NACHO SWEET y MARÍA GARCÍA – SWEET MEDIA
ASESOR LEGAL
MIGUEL ÁNGEL BEIGVEDER
PRODUCCIÓN
NICOLAS DEGLIANTONI – MANIAC PRODUCCIONES
PRENSA Y COMUNICACIÓN
MARÍA DÍAZ
MAKING OF Y TÉCNICO EN GIRA
ANNA MIÑANA
DURACIÓN
60 MINUTOS
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