Que gran experiencia es regresar a los clásicos cuando los montajes son fieles al texto original. Cuando a esto se le añaden ciertas licencias estéticas que suman al resultado final, lo que tenemos es pura diversión. Es este un montaje un montaje lleno de enredos, de situaciones extremas de las que los personajes salen como buenamente pueden, en la mayoría de los casos por un cúmulo de circunstancias que hace que todo se solucione de forma natural. El delicioso texto de Lope de Vega nos hará vibrar y reír, con un elenco metido de lleno en la vorágine de esta trepidante comedia, en la que todo puede pasar y cada personaje tiene mucho que esconder a la vez que lucha por conseguir sus objetivos. Adentrémonos en el Corral Cervantes y viajemos en el tiempo al Siglo de Oro.
Teníamos muchas ganas de descubrir el nuevo Corral Cervantes, tras su apertura el pasado mes de Diciembre. Una iniciativa que con los años se ha ido asentando en la cartelera madrileña, primero como un ciclo veraniego y ahora asentados con una sede propia en las proximidades de Madrid Río (ubicación donde se habían realizado las últimas ediciones estivales). Desde que arrancaron en la Cuesta del Moyano, allá por 2017, han ido creciendo y asentando su idea de crear un Corral de Comedias en la ciudad de Madrid. El camino ha sido duro, pero el resultado ha merecido la pena. A día de hoy contamos con un original espacio en el que tenemos una programación estable de "espectáculos en torno al Barroco y, especialmente, a nuestro Siglo de Oro".
La Fundación Siglo de Oro, con una larga trayectoria y experiencia en el teatro clásico, son los responsables de esta gran iniciativa que acerca a los espectadores los textos fundamentales de los grandes autores de una de las épocas más prolíficas de nuestro teatro. Este ambicioso proyecto se ha cimentado en la construcción de un corral de comedias de la época, para hacer de él un lugar de encuentro que aúne todo el legado cultural del Siglo de Oro iberoamericano. Como podemos leer en la web, este espacio albergará "propuestas clásicas y contemporáneas, espectáculos musicales y familiares, danza, lírica, poesía, encuentros con especialistas y otras actividades que garantizan al público una oferta sostenida, apoyando la educación, la investigación, la formación continua y la inmersión en la ciudad".
Dentro de esta idea, han comenzado la temporada con grandes montajes en los que "la Fundación Siglo de Oro y un reparto de creadores españoles versados en teatro barroco se reúnen para dar a conocer la grandeza de nuestros textos áureos". Desde el mes de Diciembre se van sumando títulos como "El perro del hortelano", "El hospital de los locos" o la obra que hoy nos ocupa, "La dama boba". Con esta pieza continúan con la idea de redescubrir grandes títulos en toda su riqueza, tanto escénica como formal. Con la premisa de un escenario fijo, que es el propio Corral, la obra se adapta para hacer de la necesidad virtud, convirtiendo los distintos niveles del decorado para dar mucha más intención a los movimientos de los personajes.
En esta ocasión la adaptación del texto de Lope y la dirección de la obra corren a cargo de Rodrigo Arribas ("Trabajos de amor perdidos", "El rufián dichoso", "Mujeres y criados"), en el que nos propone "un espectáculo con varios niveles de lectura, desde el juego de amores hasta la lucha contra lo establecido, para ofrecer una mirada lúcida y nada obsoleta de lo que amamos y razonamos, y de lo que, en definitiva, somos". Un texto fabuloso que Rodrigo adapta con inteligencia, metiendo pequeños guiños de actualidad (como la revista con la que se informa la joven Finea, foto que podemos ver sobre estas líneas) pero manteniendo casi en su totalidad la propuesta original. La historia fluye con una elegancia y destreza impecables, las situaciones se encadenan con ingenio y los personajes nos cautivan desde la primera escena.
Arribas explica que "la gran contemporaneidad del teatro de Lope nos reta a devolver sus historias al espectador de hoy con la misma riqueza con las que fueron concebidas, y no como el dibujo de una sociedad pasada, sino como retratos de hombres y mujeres que podríamos ser nosotros. La acción permanente junto al movimiento interno y coreográfico de sus versos precisan que la puesta en escena y los actores y actrices estén cambiando permanentemente como personajes. Son el reflejo de la constante variación del ser humano que, a velocidad de vértigo, se modifica a sí mismo y a los demás, en un obstinado y tenaz entorno mudable. Las obras de Lope no son naturalistas, no requieren recargarse de accesorios, necesitan más energía y fluidez que la vida cotidiana. Lope crea su propia realidad y sus personajes se mueven con cada incidente. Sus textos exigen este movimiento ya que en su obra, como gran coreógrafo de palabras, sentimientos y emociones que fue, hay una vitalidad sin límites".
La dirección de Arribas (con Julio Hidalgo como adjunto a la dirección) se impregna de la esencia del Corral, utilizando todo el espacio como parte del juego escénico que nos propone. Una comedia de enredo estructurada de forma elegante, ingeniosa, mordaz, con unos personajes muy bien definidos que nos hacen una interesante radiografía de la sociedad de aquellos tiempos... y también de la de nuestros días. El montaje está lleno de dinamismo, de ritmo, de mordacidad, todos los ingredientes que hicieron del texto original una de las obras cumbre de Lope de Vega. La obra nos muestra como los grandes clásicos nunca pasan de moda, descubriendo como la sociedad que nos muestra no dista demasiado de la que nos ha tocado vivir. En este montaje ha tenido gran importancia la relación establecida con PROLOPE (grupo de investigación de la Universidad Autónoma de Barcelona), para el acercamiento a la indudable vigencia de este texto y su utilidad para el mundo de la puesta en escena hoy. Un tandem que ha conseguido crear una versión fresca, actual, sin perder la esencia del clásico y "con esa divina intención de conservar la belleza de nuestra naturaleza, o accidente o elección".
Centrándonos en la historia que veremos en escena, nos trasladamos al Madrid del siglo XVI. La joven Finea, heredera de una gran fortuna, es la pieza sobre la que gira toda esta comedia de enredo. La historia nos muestra su transformación de chica boba a dama ingeniosa y discreta, todo ello por "el poder educativo del amor". La obra comienza con la llegada a la capital de Liseo, el joven con el que se va ha prometido en matrimonio Finea por designios de Octavio, su padre. La cara opuesta de la moneda es Nise, la hermana de Finea, una joven inteligente y con muchos pretendientes. Uno de ellos, Laurencio, por el que Nise siente predilección, se interesa por Finea y por "su dote". Y con estos ingredientes, ya tenemos el enredo montado. Laurencio seduce a la la joven boba con palabras y requiebros que ella desconocía, y que le hacen cambiar su actitud y su visión del mundo. Cuando Liseo conoce a Finea se escandaliza de lo imprudente y boba que es, al tiempo que se queda prendado de su hermana Nise. El joven renuncia a casarse con Finea, mientras busca conquistar el corazón de Nise.
Tras el enfrentamiento inicial a causa de los celos, Liseo y Laurencio se alían para seducir y cortejar a una de las hermanas, contando con el apoyo del otro. Pero este pacto entre los dos jóvenes tardará en dar sus frutos. Mientras Finea se va volviendo cada vez más sofisticada por su relación con Liseo, Nise acude a hablar con su padre, guiada por los celos, para que intervenga e impida el noviazgo entre los dos jóvenes. Pero como en cualquier comedia de enredo que se precie, al final todos son felices y se acaban quedando con la persona amada. Todo por el ingenio y la mordacidad de la nueva Finea, que consigue darle la vuelta a todo para conseguir su propósito. Un final feliz para una obra que nos plantea el juego cómico entre la razón y el amor, uno de los pilares de las comedias de Lope.
Para este montaje, la Fundación Siglo de Oro ha contado con "un elenco estable compuesto por jóvenes talentos en relación con antiguos miembros de la compañía, fomentando a través de la formación la interrelación entre las nuevas generaciones de actores y actrices y el bagaje de lo aprendido en nuestros quince años de trayectoria". Una mezcla explosiva que funciona a las mil maravillas. Este fantástico reparto está formado por Macarena Molina, dando vida a Finea, Manuela Morales, como Nise, Martín Puñal, como Liseo, Gabriel de Mulder, interpretando a Laurencio y a Leandro, Sheila Niño, que se mete en la piel de Celia, Turín y Feniso, Ángel Ramón Jiménez, como Octavio y Pedro, y José Juan Sevilla, que interpreta a Duardo y a una criada. Todos ellos han sido asesorados en el uso de la palabra y el verso por el gran Ernesto Arias. Todos ellos están fantásticos, sabiendo darle a cada personaje su punto de locura, de ingenio, de fuerza, para que el conjunto quede equilibrado y todo encaje a la perfección.
------------------------------------------------------------------------------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.