Una comedia inteligente, ácida, mordaz. Premio Max 2023 a mejor espectáculo revelación y mejor autoría revelación.
Un grupo de mujeres que no puede tener hijos, se encuentra
en un balneario, descansando, intentando encontrar la clave para ser madres.
Disponen de un médico y un equipo de enfermeras para sus cuidados. Tienen
sesiones de spa, juegan al voleibol, les preparan meriendas con esmero,
aparentemente, el entorno ideal. Aparentemente, el médico ideal. Aparentemente,
todas anhelan lo mismo.
Nada altera la paz del lugar de descanso, un espacio de
reposo, recuperación, en el que sueñan con sus futuros hijos, en el que
preparan su cuerpo y su mente para la llegada de aquello que tanto desean.
Un revulsivo, Fernanda, entra en escena, al llegar, le
advierten: “Señora, aquí no se fuma” y da comienzo una de las
interacciones más potentes de la obra. “Eres extraordinaria, Rosa. Infiero
que careces absolutamente de problemas propios”. Porque de alguna manera
Rosa y Fernanda tienen una energía similar, se aferran a la vida con cierto
desprecio por los demás, con cierta superioridad. Son antagónicas, pero quizás
no tanto. Rosa, la altruista, se espanta con Fernanda pero de alguna
manera la lleva a pensamientos que nunca hubiera creído tener. Sobre Fernanda,
dice su amigo, “Artista conceptual, performer, atormentada”.
Aunque suene grave en el papel, en la obra se va
sucediendo de tal manera que simplemente se disfruta, porque inteligencia y
humor se dan la mano, pegan un salto y se ríen en nuestra cara. ¿Querías una
obra tradicional y previsible? Lo siento, no hay nada de eso. A esta labor se
suma la colaboración de Isabel
Arranz, que aporta la música en directo y es una cómplice más de este disparate
profundo, divertido, oscuro e inquietante.
Tampoco es una reflexión sobre la maternidad, sobre el límite en ese deseo, sobre la agudeza con la que percibimos nuestra propia existencia o al menos no en exclusiva. Porque tenemos acción y reflexión, siempre van más allá de lo que esperamos en cada giro de los acontecimientos.
Con respecto a Federico, el médico, nos recita hasta en
dos ocasiones: “Juro por Apolo médico, por Esculapio, Hygia y Panacea, juro
por todos los dioses y todas las diosas, tomándolos como testigos, cumplir
fielmente, según mi leal saber y entender, este juramento y compromiso: (…)
Jamás daré a nadie medicamento mortal, por mucho que me soliciten, ni tomaré
iniciativa alguna de este tipo; tampoco administraré abortivo a mujer alguna.
Por el contrario, viviré y practicaré mi arte de forma santa y pura”.
Santa y pura, santo enredo, pura creatividad, cero corrección.
Dirección y dramaturgia: Javier Ballesteros
Con: Javier Ballesteros, Laura Barceló, Eva Chocrón, Virginia de la Cruz, Matilde Gimeno, María Jáimez y June Velayos
Diseño de escenografía y vestuario: Pablo Chaves
Música: Isabel Arranz
Coordinación de producción: Raúl de la Torre
Diseño de iluminación: Juan Seade
Fotografía: Laura de la Isla y Oliver Roma
Ayudante de dirección: Víctor Nacarino
Una producción de Mujer En Obras
Agradecimientos: Bárbara Santa-Cruz, Violeta Orgaz, Pilar Bergés, Kira Anzizu, Inés Higueras, Ernesto Artillo, Francisco Javier García, Chema Noci, Ernesto Naranjo, Álvaro Moreno, Nave73, Antiel Jiménez, Familia García-Velayos, Blanco Choya, Silvia Magallares, Teloputodije
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