Llega a
las Naves del Español una de las apuestas más seguras dentro del panorama
teatral, contar con la gran Carmen Machi en el reparto es garantía de éxito.
Bajo la dirección de Lautaro Perotti se estrena Nuestros actos ocultos.
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Un par
de minutos después Patri y Elena hablan y ésta le pide que venga a buscarla que
ha sufrido un percance.
Elena les
recibe enfadada con Patri por haber traído consigo a Azucena. La situación en
un primer momento tiene al público a la expectativa pues no sabemos muy bien la
relación entre los tres personajes.
La obra
se desarrolla en tres momentos temporales distintos; en la actualidad cuando se
ha producido el suceso que en un principio desconocemos, hace 6 meses y hace
dos años.
Poco a
poco vamos conociendo los vínculos entre ellos. Elena es hija de Azucena y
Patri es un joven al que ésta crió como si fuera su propio hijo.
Ambas
quieren mucho al joven que viene a ser el apoyo de ambas pero a la vez el arma
arrojadiza entre ellas.
Cuando
llegan al lugar donde se encuentra Elena, la posición de Azucena con respecto a
su hija no es de mucha ayuda. Las dudas iniciales sobre que ha sucedido en
seguida da paso a reproches e incomprensión.
Según
se va desarrollando la historia vamos conociendo hechos que irremediablemente
influyen en la actitud y en las decisiones que los protagonistas adoptan.
Azucena no acaba de asumir su enfermedad, una enfermedad que la hace refugiarse en el alcohol y que arrastra consigo su carrera como pianista; en los últimos conciertos es consciente aunque no quiera verlo que cada vez hay menos espectadores.
Todos estos acontecimientos provocan una huida
hacia delante de los tres protagonistas, una huida sin destino conocido.
Nuestros actos ocultos es la historia de una
familia cuyos miembros se quieren y se odian, se odian pero se necesitan, por
uno u otro motivo no quieren verse y no
pueden dejar de verse, es como si cada uno fuera la excusa para los actos y
decisiones que ha tomado cada uno en su vida.
Maravillosa la
escenografía de Elisa Sanz, original y muy acertada la carretera
comarcal diseñada a la que no falta ningún detalle. Quizás lo único que falle
un poco sean los dos espacios (uno en cada extremo del escenario) donde se
desarrolla parte de la historia que en función de donde esté uno ubicado no se
ve con demasiada claridad.
La iluminación es
labor de Juan Gómez Cornejo, notable su trabajo que ayuda a diferenciar los
distintos espacios temporales en que la obra se desarrolla.
La dramaturgia y
dirección corresponde a Lautaro Perotti, actor y director. Como actor ha
participado entre otras en Tres veces al amanecer, El viento en un Violin, Lisístrata, La Maraña, Orfeo y Eurídice y La comedia de las equivocaciones.
Como director ha realizado Lesbiana y del E.R.P, La Respiración, Cronologia de las bestias Dínamo, Siempre me resistí a que terminara el verano, No todas las palabras, La verdad de ellas, Breve ejercicio para sobrevivir, Algo de ruido hace y Porque todo sucedió en el baño.
Una apuesta segura
optar por la pareja que hacen Carmen Machi y Macarena García que continúan con
su enorme éxito tras su participación en La Mesías.
En relación a la
obra el director indica que “Es la historia de tres
soledades, de tres personas que no pudieron, no supieron o no quisieron
construir un entorno, unos vínculos y unas relaciones fuertes. Y las relaciones
que sí han podido construir son a base de silencios y omisiones, de cosas no
habladas. Son tres personas que están cercanas, pero entre ellas media una
distancia inmensa. Su problema es que no tienen la capacidad para pedir ayuda,
para acercarse”.
En cuanto al elenco está formado por Macarena
García, Santi Marín y Carmen Machi.
Impecable el trabajo de Carmen Machi que ya
había coincidido con Lautaro Perotti en Cronología de las bestias. Se la
echaba de menos, ya que hacía varios años que no se subía a los escenarios
desde la Prostitución allá por 2020.
Con una carrera tan dilatada como exitosa en
cine, teatro y televisión nos vuelve a regalar un personaje que transmite una
enorme naturalidad a lo largo de toda la obra y que pasa de su faceta cómica a
la dramática con una enorme facilidad, dando muestra una vez más de su enorme versatilidad.
En definitiva se trata sin duda de una de las obras de la temporada y no hay mejor prueba de ello que el hecho de que el día de su estreno ya estaban agotadas las localidades para todas las fechas.
Texto y dirección Lautaro Perotti.
Con Carmen Machi, Macarena García y Santi Marín.
Diseño de iluminación Juan Gómez-Cornejo (AAI).
Diseño de espacio escénico Elisa Sanz (AAPEE).
Diseño de vestuario Lua Quiroga Paúl (AAPEE).
Videoescena Emilio Valenzuela (dLux.pro).
Diseño de sonido Enrique Mingo.
Ayudante de dirección Juan Diego Vela.
Residente de ayudantía de dirección Teatro Español Paul Alcaide.
Una coproducción de Timbre 4, Mamá Floriana SL y Teatro Español.
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