Permítanme empezar estas líneas por el final. En pocas ocasiones salimos tan estremecidos y emocionados de un teatro, de un espectáculo. Cuando el teatro transmite múltiples emociones y distintas sensaciones, incluso físicas, todo lo demás queda en segundo plano. El mundo de ahí fuera, al que volvemos tras cien minutos de intensidad plena, parece volátil ante tanta maestría, ante tanto trabajo, ante tanta pasión por lo que uno hace, y cree.
Gracias, gracias por todo este cúmulo de experiencias que este noble arte nos permite vivir. No se pierdan este montaje, vivirán una clase magistral de teatro difícil de encontrar. Vengan al Infanta Isabel y abandónense a todo lo que sientan.
Vuelta al inicio, volvemos al Teatro Infanta Isabel en una prematura tarde otoñal agosteña, teñida de lluvia y viento. Nos recibe un blanco virginal, una escenografía funcional, sencilla, estética. Las cajas llenas de sorpresas nos aguardan para empezar a sentir, a dejarnos llevar por la historia de esta abogada de impoluto azul marino.
Empieza el viaje, pero antes un inciso. Qué es esto de “prima facie”? Parece ser una expresión latina que significa a primera vista, y aplicada al mundo del derecho se utiliza para referirse a la apariencia de buen derecho o a los elementos de convicción suficientes que se presentan antes de un estudio profundo del caso, los cuales podrían establecer la presunción de que existe un derecho o una infracción. Ahí dejamos esta expresión que con el transcurso de la obra entenderán su origen.
“Puras sangres, cada uno de ellos…”
Hablemos de Tess, centrémonos en ella. Abogada exitosa británica, con multitud de casos ganados, sobre todo en las defensas de clientes acusados de agresiones sexuales a mujeres. En su cúspide de fama, cuando todo va rodado, sucede algo, y ese algo lo cambiará todo, hasta su propia concepción del sistema, de la justicia, de la vida en sí. Un dato tenebroso y triste. La ONU nos dice que un tercio de todas las mujeres del mundo es víctima de violencia, mira a tu derecha y a tu izquierda. Una de ellas será víctima. Tremendo.
Con este brutal tema de fondo , de forma y de protagonismo, Prima Facie nos cuenta la historia de Tess, nos la cuenta Tess , con vitalidad, con energía, con humor, con amargura, con tristeza, con dolor, con revisiones, con culpa, con sinceridad, con banalidad, con pasión, con crítica, y con corazón, con mucho corazón. Dejemos un momento a Tess, a la que luego volveremos.
Vayámonos a Vicky, a Vicky Luengo, a esta mallorquina barcelonesa que nos ha dejado sin palabras, con la única función y necesidad de aplaudir a rabiar cuando se baja el imaginario telón, cuando las luces se apagan. Desde aquella historia catalana del 2013 hasta hoy, alternando teatro, cine y televisión, Vicky ha ido sumando papeles, trabajando y creciendo como actriz para llegar hasta el punto sublime de este montaje. Con la reciente "Golem" en teatro, "Antidisturbios" y "Reina Roja" en televisión o "Suro" en cine, Vicky nos ofrece esta maravilla, regalo para ella y a su vez para nosotros, para nosotras, para todos.
Un buen abogado nunca juzga, nunca decide. No es de extrañar que con Prima facie haya obtenido este año el Premio de la Unión de Actores como mejor actriz protagonista, el premio Talía como mejor actriz protagonista de teatro de texto, el reciente premio Godot a la mejor actriz de teatro, con mayúsculas.
Volvamos a Tess, querría centrarme en ella, en su personaje, en su trabajo, en su maestría una vez más. Es cierto que el tema tan tristemente actual que trata, la violencia de género, la violencia sexual, nos pone los pelos de punta, es cierto también el cuestionamiento y la reflexión que nos traslada el montaje sobre la idoneidad de las leyes, creadas tradicionalmente por hombres, así como la voz que alza frente a la propia estructura del sistema de valores en la que nos movemos. Es cierto, sí, todo este replanteamiento, todo esto es cierto.
Solo existe la verdad legal
Pero es que luego llega Vicky, llega Tess, y su trabajo, enriquecido por cien con la acertada dirección de Juan Carlos Fisher, con el espacio sonoro de Luis Miguel Cobo, la iluminación de Ion Aníbal López y la escenografía de Lúa Quiroga, apoyado en un espectacular texto de Suzie Miller, y Vicky se luce, se rebela, se nos muestra. Creando personajes en escena donde solo está ella, creando espacios, creando emociones, sensaciones, miradas, silencios, dudas, incomodidad en las butacas, plena atención.
Todo ello con una verdad, un trabajo y un dominio soberbio, ilusionante, emotivo a tramos y profundamente conmovedor. Ha valido la pena esperar setecientos ochenta y dos días, descubrirán el porqué, sus movimientos corporales, los gestos, las aportaciones que enriquecen el personaje, el ritmo, la guía, el acompañamiento. Todo.
No desvelo más, volvemos a reiterar las gracias. Estos montajes y estos regalos de corazón son los que nos hace amar el teatro. Siempre. Descúbranlo. Las primeras apariencias, a veces, no engañan.
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Teatro: Teatro Infanta Isabel
Dirección: Calle Barquillo 24.
Fechas: Del 28 de Agosto al 08 de Julio. De Martes a Domingo 20:00.
Duración: 104 minutos
Entradas: Desde 22€ en teatroinfantaisabel.
Texto: Suzie Miller
Reparto: Victoria Luengo
Dirección: Juan Carlos Fisher
Traducción y adaptación: Juan Carlos Fisher y Rómulo Assereto
Música y espacio sonoro: Luis Miguel Cobo
Iluminación: Ion Aníbal López
Escenografía y vestuario: Lua Quiroga Paul
Ayudante de dirección: Rómulo Assereto
Videoescena: Emilio Valenzuela
Comunicación: Ángel Galán
Fotografía y diseño gráfico: Javier Naval
Fotografía en escena: Omar Antuña
Jefe de producción: Carlos Montalvo
Producción ejecutiva: Olvido Orovio
Dirección de producción: Ana Jelín
Distribución: Producciones Teatrales Contemporáneas S.L.
Ficha técnica
Gerente / regidor: Carlos Montalvo
Maquinista / técnico de audiovisuales: David Vizcaíno
Técnico de iluminación: Ion Aníbal López
Construcción de escenografía: Mambo Decorados
Transporte: Taicher
Una producción de: Producciones Abu, Morris Gilbert – Mejor Teatro, Gosua, Teatro Picadero, TIDI, Hause-Richman Producciones
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