Emilia
Pardo Bazán, una de las principales figuras femeninas de la literatura española
vuelve a hacer acto de presencia en el Teatro Fernán Gómez. Si hace algo menos
de un año fue los Pazos de Ulloa, ahora nos brinda la posibilidad de ver
Cigarreras, basada en el libro La Tribuna
Como
decía Cigarreras está basada en la obra La Tribuna, y ésta no es otra que
Amparo una joven trabajadora de la fábrica de tabaco en Marineda (Coruña),
trabaja en la fábrica como hizo su madre, una mujer que está impedida y
necesita ayuda para todas los quehaceres del día a día. Su padre es Rosendo
barquillero de profesión al que acompaña Chinto un hombre muy rudo que está
enamorado de Amparo y que cuida de su madre.
El otro
vértice de la historia es Baltasar Sobrado un joven que intenta ascender dentro
de su clase social y que ve en el ejército una gran oportunidad para vivir de
las rentas. Amparo y Baltasar inician una relación que ambos afrontan de
diferente manera o mejor dicho con intereses diferentes.
Finalmente
están las compañeras de la fábrica Consolación, Ana la comadreja, Pura, Fina y
Aurora.
Para entender bien la historia hay que tener en cuenta cuando fue escrita y el momento social e histórico en que se desarrolla. La Tribuna tiene lugar a finales del siglo XIX, alrededor de 1873. Una época de enorme tensión social que acabó generando la proclamación de la Primera República.
Vamos
viendo como es el día a día de Amparo y sus compañeras, como es su vida, sus
sueños, sus inquietudes. Como en cualquier trabajo hoy en día hablan de sus
familias, del trabajo, del amor, de los cotilleos del pueblo, y de política,
también de política, aunque unas más que otras. Lo dicho como en cualquier
centro de trabajo hoy en día.
A través de estas mujeres vemos como era la vida en España en esa época, cuando poco a poco la mujer va accediendo a trabajos en fábricas. Pero lo que podría considerarse un avance social queda bastante desvirtuado tanto por el tipo de trabajo al que accedían como por las precarias condiciones laborales que tenían.
Somos testigos de las condiciones de vida en la España del XIX, un país hundido en la miseria y la pobreza donde las posibilidades de salir del entorno social en que uno nacía eran prácticamente nulas.
La Tribuna es considerada la primera obra del naturalismo español y como
establecía tal corriente la naturaleza selecciona a los individuos y los
determina. Y ahí subyace el hilo principal de la historia de Amparo y sus
compañeras, que no es otro que la diferencia de clases y la prisión que cada
una de estas clases representan para las personas que las forman, de modo que
la sociedad está dividida en compartimentos estancos, unos compartimentos de
los que es imposible salir.
La Tribuna muestra a la perfección la vida cotidiana, los abusos de todo tipo de una clase social sobre los más desfavorecidos no sólo en el ámbito laboral, sino en el personal, sentimental…
Una de las cosas que más me gustó fue el tratamiento de los espacios en
la obra y la presencia de la propia Emilia Pardo Bazán en escena, introduciéndonos
en la historia y volviendo a aparecer en la transición entre escenas. La autora
observa lo que pasa en la fábrica e incluso en un momento dado dialoga con algún
personaje.
Emilia escribe la historia diez años después de que sucediera y esto se
lo indica una de las trabajadoras de la fábrica que le recuerda que al escribirlo
contó con la ventaja de saber cómo había terminado la historia.
La obra está impregnada de un tono dramático que se ve rebajado en determinados
momentos, tanto cuando entra en juego la historia de amor entre Amparo y
Baltasar como en los momentos que las trabajadoras de la fábrica entonan
algunas canciones de la época.
Dani
Trillo
es el responsable de la minimalista escenografía, sencilla pero más que
suficiente formada fundamentalmente por las sillas y las cajas donde trabajan
las mujeres. Las traen consigo cuando entran en la fábrica y se las llevan al
acabar la jornada. Junto a ella la acertada iluminación de Alfonso Castro.
Impecable
el trabajo de Martina
Cambeiro con
el vestuario. Las trabajadoras con faldas y delantales típicos de la época y la
clase social y Pardo Bazán con un elegante vestido negro.
Cándido Pazó es el
responsable de la versión del texto y de la dirección de la obra. Al ser representada únicamente por mujeres (otro de los
grandes aciertos) cabría pensar que el texto original se ha visto mutilado o
que la historia quedara algo desvirtuada, pero nada más lejos de la realidad.
En cuanto al elenco lo forman Susana Dans,
Tamara Canosa / María Roja, Isabel Naveira, Ledicia Sola, Mercedes Castro /
Casilda G. Alfaro, Covadonga Berdiñas, Ana Santos y Mercedes Castro. Sobresaliente el trabajo de todas ellas, una
actuación coral donde por destacar a alguien me quedaría con Susana Dans
como Emilia Pardo Bazán, según sale da la sensación que es la auténtica autora
la que aparece en escena, espectacular. Y por otro lado María Roja en el
papel de Amparo, la Tribuna. Enorme versatilidad en las “dos caras” que
interpreta su personaje, firme, fuerte y con gran convicción en su papel de
Tribuna y tierna y delicada en su relación amorosa con Baltasar.
Personalmente me gustó mucho, por ponerle algún
pero quizás me fui con la sensación que la parte sentimental en determinados
momentos dejaba como en segundo plano la parte digamos social. Es cierto que no
he leído la obra pero lo haré y no sé si esto es así en el texto original o es
la versión. Soy consciente del tiempo en que se escribió la obra y sobretodo que
Emilia Pardo Bazán formaba parte de la burguesía de la época, pero como digo la
sensación es que la lucha por un trabajo y unas condiciones dignas quedan ensombrecidas por la historia de amor entre los protagonistas.
Por lo demás muy, muy recomendable.
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Teatro: Teatro Fernán Gómez. Sala Guirau.
Dirección: Plaza de Colón, 4.
Fechas: Del 19 de septiembre al 26 de
octubre
De martes a sábado a las
20:00 horas
Domingos y festivos a las
19:00 horas
(festivos entre semana a las
20:00 horas).
Entrada general: 20€
Martes y miércoles: 15€ (día del espectador)
Tarifa reducida: 16€ (Todos los días): Carné joven
Ficha artística
Versión
y dirección: Cándido
Pazó.
Intérpretes: Susana
Dans, Tamara Canosa / María Roja, Isabel Naveira, Ledicia Sola, Mercedes Castro
/ Casilda G. Alfaro, Covadonga Berdiñas, Ana Santos y Mercedes Castro.
Música: Manuel
Riveiro.
Escenografía: Dani
Trillo.
Iluminación: Alfonso
Castro.
Vestuario: Martina
Cambeiro.
Espacio sonoro: Manuel
Riveiro.Ayudante de dirección; Antonio Mourelos.
Directora de producción: Belén
Pichel.
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