Resulta difícil en ocasiones algo tan sencillo como pedir perdón, ya que esto supone reconocer que te has equivocado, que has cometido un error, que el otro estaba en lo cierto. Pero ese gesto de sinceridad y humanidad puede ser mucho más importante de lo que pensamos, porque además de ayudarnos a superar escollos que nos impiden avanzar, puedes ayudar a otras personas que quedaron marcadas. Ser valiente y saber perdonar es tan importante como atreverse a ser sincero y pedir perdón, la vida sería más sencilla si nos perdonásemos y asumiésemos nuestros errores y culpas.
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Yo estaba en casa y esperaba que llegara la lluvia
Entrábamos en la sala con un tarareo, recordábamos aquella canción de Pablo
Guerrero que ansiaba libertad y aires nuevos “Hay que doler de la vida, hasta
creer, que tiene que llover, a cántaros”.
La Venus Abierta
“Nos dicen que recordemos los ideales,
no al hombre, porque un hombre se puede acabar. Pueden detenerle, pueden
matarle, pueden olvidarle, pero 400 años más tarde los ideales pueden seguir
cambiando el mundo.” imploraba el personaje Evey Hammond en “V de Vendetta”.
Los hombres tristes
La tristeza puede ser bella. De hecho lo es. “Los hombres tristes”
lo es. Es una obra bella,
cargada de matices, cargada de verdad. De vida. De las que te tocan, te llegan
y te emocionan de principio a fin.