Fruto de la colaboración de Xavier Bobés y Alberto Conejero -dos de los principales autores/creadores de la escena teatral contemporánea, llega al Teatro de La Abadía "El mar: una visión de los niños que no lo han visto nunca".
COMO SE TRANSMITE EL OLVIDO
Cuando voy al teatro intento ir con una mezcla de ilusión y sin crearme muchas expectativas para dejarme sorprender y disfrutar sin ideas preconcebidas de la representación.
Esta vez me ha costado un poco no crearme expectativas. En el último año he oído hablar mucho del teatro de objetos y como no de Xavier Bobés.
Lo primero que me vino a la cabeza fue una serie de conceptos que me siguen enamorando y que desgraciadamente o han caído en el olvido y apenas se utilizan ya. Maestro, pupitre, escuela, encerado, tiza….
La obra comienza con una serie de preguntas y reflexiones proyectadas al fondo del escenario. Luego el silencio, la reflexión…
Como todo lo que merece la pena Bobés y Sergi Torrecilla nos van introduciendo en la historia poco a poco. Despacio nos van haciendo pasar a la escuela donde Antoni Benaiges inició su andadura como maestro.
Tras aprobar su oposición de maestro Benaiges empieza un periplo por distintos pueblos y ciudades de España hasta que en 1934 llega a la escuela rural de Bañuelos de Bureba, un pueblecito de Burgos.
Al poco de instalarse y dada la precariedad de los recursos con que en aquella época se contaba, compra de su propio bolsillo un gramófono y una sencilla imprenta.
Con la ayuda de estos dos objetos comienza a trabajar en un innovador proyecto. A partir de las charlas que tiene con sus alumnos (como se entretienen en el pueblo, a que juegan, cual es el sitio más lejano al que han ido…), empiezan a elaborar (con la ayuda de la imprenta) pequeños cuentos donde aparecen historias de todos ellos. En ellos aparecen su día a día, sus sentimientos, sus sueños…
Lo que más sorprende a Benaiges es que ninguno de sus alumnos conocía el mar y con el objetivo de poner solución a ello les hace una promesa, el próximo verano – el de 1936- llevará a todos ellos a Cataluña para que por fin puedan verlo.
Ese viaje nunca llegó a hacerse. El 18 de julio de 1936 el golpe fascista lo impide. A partir de ese momento, persiguieron, detuvieron y asesinaron el 25 de julio al maestro antes de que pudiera cumplir su promesa.
Sin duda alguna los maestros y escritores fueron los colectivos civiles más perseguidos, era mucho el miedo que tenían los fascistas a lo que podían conseguir sólo con la palabra.
El mar: una visión de los niños que no lo han visto nunca destaca por que nos cuenta una historia real, una historia duda y a la vez delicada, que irremediablemente nos toca el corazón pero sin caer en el dramatismo. Con un tono intimista y gran delicadeza nos acerca con las palabras justas la historia de Antoni Benaiges.
Es imposible no plantearse a lo largo de la obra o una vez que salimos del teatro que hubiera sido de nuestro país y tanto de nuestros antepasados como de nosotros mismos si el golpe de estado no se hubiera producido o hubiera sido derrotado. Sin duda se contaba con la generación más brillante de nuestra historia en todos sus ámbitos y desgraciadamente fue torturada, perseguida y silenciada.
La dramaturgia es obra de Alberto Conejero apoyado en los textos recuperados de los niños y niñas de la escuela de Bañuelos de Bureba.
Alberto es dramaturgo y poeta. Licenciado en Dirección de Escena y Dramaturgia por la RESAD y doctor en Ciencias de las Religiones por la Universidad Complutense de Madrid.
Ya había trabajado en temas relacionados con la memoria histórica en otras obras como la maravillosa La piedra oscura o en Los días de la nieve.
Sin duda una maravilla de texto donde aparece la palabra justa en cada momento. Transmite a la perfección el pensamiento del maestro, sus propósitos en esa escuela, sus sueños. Un maestro que nos transmite a partes iguales su serenidad y tranquilidad con sus alumnos y la intensidad y vehemencia con que defendía los proyectos e ideales que tenía.
El texto consigue inculcarnos que sobre todo en aquella época Antoni no trabajaba como maestro, era maestro las 24 horas.
En relación a la historia Alberto cuenta que “esta historia perdería sentido si no se contaban a través del lenguaje del teatro de objetos, porque sin ellos perderíamos el contacto directo con el legado material que nos dejó Antoni Benaiges. Es necesario acercarse a estos objetos (a través de la amplificación de los mismos en las imágenes proyectadas al fondo del escenario), estar junto a ellos, poder tocarlos con la mirada en todos sus detalles, sentirlos y transportarnos hace 88 años, cuando llegó el momento.
La escenografía es obra de Pep Aymercih que consigue que cosas que a primera vista son objetos se conviertan en unos protagonistas más de la historia, los pupitres, el encerado, el papel, la imprenta, el gramófono….
Destaca el trabajo de Albert Coma con el uso de
la cámara en directo proyectada en una pantalla al fondo del escenario. El
espacio sonoro es obra de Julià Carboneras que con gran acierto nos va
trasladando por los distintos momentos y espacios donde transcurre la historia.
De igual modo la iluminación de Jou Serra y Mario Andrés Gómez complementa
el trabajo para hacer un proyecto final muy redondo y compacto.
Tan importante como la dramaturgia es el trabajo creador de Xavier Bobés, un auténtico maestro en la narrativa a través de sencillos y cotidianos objetos. Con la ayuda de una pequeña cámara que muestra en una pantalla al fondo del escenario, va mostrando los más diversos objetos relacionados con la historia que nos están contando. A la vez que Sergi Torrecilla va narrando la historia Bobés la va completando con todo tipo de cosas, fotos, libretas, un gramófono, dibujos, escritos, sellos….
Destaca una imprenta como la que el maestro utilizó con los niños de su escuela. En palabras del propio Bobés "los niños podían imprimir y editar sus propios textos, que se repartían a familiares y otros suscriptores. Desde su poética y escritura, los alumnos podían contar lo que quisieran, se les dotaba de una autonomía para ello".
Continúa explicando el procedimiento, contando como los niños "escribían todos sobre algo, leían el texto en la pizarra para corregirlo y luego lo pasaban al cuaderno. Gracias a este proceso los niños se motivaron a aprender, escribir e investigar sobre lo que les rodeaba".
Sergi Torrecilla da vida al maestro, encargado de contar con gran delicadeza y dulzura su historia. Sus primeros años como maestro, su relación con su madre que se refería a él como su “hijo de verano”. Un maestro que a pesar del miedo y la tensa situación que le tocó vivir no renunció en ningún momento a sus principios e ideales. Ni siquiera cuando de vez en cuando aparecía por la escuela la guardia civil sin motivo aparente.
Como el resto de la obra, maravilloso el final. Un final que podría haber caído en el tópico y el drama pero que han optado por otra vía tanto o más efectiva.
En resumen una oportunidad de ver un teatro diferente y una historia contada de otra manera, que nos hace soñar y salir con la convicción de que el futuro de una sociedad depende de la educación y de sus maestros.
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REPARTO
Xavier Bobés
Sergi Torrecilla
FICHA ARTÍSTICA
Dramaturgia: Alberto Conejero, a partir de textos de las niñas y niños de la escuela de Bañuelos de Bureba, de su profesor Antoni Benaiges, Marina Garcés y Alberto Conejero.
Espacio escénico: Pep Aymerich
Audiovisuales: Albert Coma
Espacio Sonoro: Julià Carboneras
Iluminación: Jou Serra y Mario Andrés Gómez
Diseño de arte: Anna Auquer
Pintura: La Beren
Asesoramiento documental y fotografías: Sergi Bernal
Testimonios del audio: Documental El retratista de Alberto Bougleux y de Sergi Bernal
Alumna en prácticas de l’Escola Eòlia: Natàlia Jiménez
Producción ejecutiva: Imma Bové
Con la colaboración de Martí Sales en la traducción de los textos al catalán.
Agradecimientos: Familia Benaiges, Marina Garcés, Javier Iglesias, José Luis Bernaldo de Quirós, Elisa Rapado Jambrina, Carmen Agulló Díaz (Universitat de Valencia), Salomó Marqués i Sureda (Universitat de Girona), Alejandro Pérez Olivares (Universidad de La Laguna), Santiago Vega Sombría (Universidad Complu- tense de Madrid), Escola Eòlia, Àngel Canyigueral y Susana Roman y a todo el equipo del TNC que nos ha acompañado en todo el proceso.
Producción: Teatre Nacional de Catalunya y Xavier Bobés.
Con el apoyo de ICEC, Institut Català de les Empreses Culturals, L’Animal a l’Esquena y Festival FITT de Tarragona.
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