La nueva producción de la compañía Pilades, que nos trae el Teatro del Barrio, se llama "La Persistencia", con dramaturgia y dirección de Fernanda Orazi, e interpretada por Ángela Boix, en torno a la
imposibilidad de dar fin a un final.
Fernanda Orazi nos pone en situación, nos habla del germen de este proyecto escénico: “Hace un tiempo Ángela Boix participó de uno de los talleres de creación escénica que imparto. La veía actuar allí durante muchos días sin poder descifrar ante qué clase de animal escénico estaba. Eso de cuando te encuentras ante una actriz y te preguntas: ¿Qué hace? ¿Qué es eso que está pasando a través de ella que me conmueve tanto? ¿Se va a quebrar? No, está actuando, está actuando. ¡Está actuando!. Yo llevaba muchos años con un documento inconcluso en mi ordenador que había nacido allá por 2014 a raíz de un día que, con palabras de Nina de La Gaviota de Chéjov, jugaba en mi casa contra una pared, “un buen lugar para llorar”. Pensaba que un día actuaría yo esa pieza inconclusa que iba sobre la imposibilidad de dar fin a un final. Pero cuando me estalló Ángela en la cara en aquel taller sentí que había llegado la actriz de esa pieza a mi encuentro y que solo había que ponerse a trabajar “porque nosotras siempre tenemos hambre”.
Leí en algún sitio que para Fernanda, que uno
acabe llevando o no un texto al lenguaje teatral tiene mucho que ver con la forma
de relacionarse con el teatro: “yo, cuando leo un texto siempre digo que aquí
hay o no hay escena, hay teatro o no hay teatro. Y la hay sólo si existe un
compromiso radical con ese lenguaje, el de la escena”. Por lo que enfrentarse a
las obras de Fernanda siempre es una experiencia estimulante y que requiere un
ejercicio de análisis para el espectador. Esto es especialmente demostrable es
esta obra que puede disfrutarse en el Teatro del Barrio de Madrid durante todos
los domingos de noviembre.
La persistencia encierra un enigma que invita a
la reflexión, una carga emocional profunda y un esfuerzo evidente de Ángela
Boix, quien pone frente al espectador esta aventura teatral. Obra poco
convencional donde todo parece un juego de muñecas rusas infinito con un toque
surrealista.
Monólogo con repetición infinita de palabras,
gestos, miradas y ayudada de su cuerpo, pero con diferentes registros, Boix
comparte sus dudas, inseguridades, dolor, miedo, pasiones, llanto, angustia y
sobre todo cansancio y desazón. “Soy una gaviota… No, no. Soy una actriz” que
repite como un mantra. Ángela se desnuda emocionalmente ante un público ávido
de entender lo que está ocurriendo frente a él.
La pieza es un reflejo de la persistencia de
los artistas y ese sentimiento de
cansancio no es una derrota sino una muestra de esfuerzo y dedicación, aunque
nunca se sepa cuando es el final, ni hacía donde se dirigen. Este ejercicio
introspectivo sobre el trabajo actoral comienza con Boix llorando, “porque hay
que llorar… Lo dice el texto… Y esta pared es un buen lugar para llorar…”. “Qué cansada estoy. Quiero irme de aquí, por
favor”. Pero no, hay que aguantar, porque hay que actuar lo que pone en el texto,
lo que él escribió, lo que se espera de una, lo que hemos venido a hacer.
En este monólogo no se ocultan las influencias
de autores como Turguénev, Chéjov y Tennessee Williams. “Pero que bueno es
Tennessee Williams” y se hacen referencias continuas a estos autores.
Boix demuestra ser una actriz excelente,
dominando y enfrentándose a un escenario vacío, cambiándose de vestuario en
camerinos abiertos y cambiantes. Y rompiendo la cuarta pared recorriendo las
gradas del público de arriba abajo.
El resultado final de esta propuesta se
completa con la asistencia en dirección de Leticia Etala; el vestuario, como
otro personaje que juega con el espacio y el tiempo y la escenografía de Pablo
Chaves, la iluminación desnuda de Iván López-Ortega y la música inspirada de
Javier Ntaca.
Fernanda
Orazi es una actriz,
directora y dramaturga argentina afincada en Madrid. Con una carrera que abarca
más de dos décadas, entre los que destacamos su brillante dirección de "Electra" de
Sófocles (que arrasó la pasada temporada en el Teatro de La Abadía, donde ha vuelto hace unos meses), Fernanda es conocida por su pasión inagotable por el teatro y
su enfoque innovador en la actuación, que combina elementos de danza y
performance.
Ángela Boix es una talentosa actriz y dramaturga que ha
colaborado estrechamente con Fernanda Orazi en varias producciones teatrales.
Su trabajo se destaca destacado porque muestra su capacidad para conectar
profundamente con el público a través de su interpretación y presencia
escénica.
Esta obra es un homenaje al trabajo de todos los que hacen teatro cansados de precariedad, de inseguridad y de no saber donde les llevará su profesión.
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