Luces tintineantes nos reciben en la coqueta sala de teatro Farándula, por los Argüelles queridos; preciosa palabra para cualquier representación teatral, como la que está a punto de acontecer. Parece que la tarde primaveral se nos pone en contra. Y es que se nos muestra una adaptación de los maravillosos textos de Esteve Soler en contra, todo en contra, resultando una obra provocativa, rayando lo grotesco, lo divino y lo humano, que nos pone ante el espejo de lo cotidiano, de lo que no queremos ver, de lo que no queremos indagar. Lo dicho, todo en contra.
Vamos un momento con Soler, con Esteve, con este dramaturgo catalán Licenciado en Artes Escénicas allá por las Barcelonas, profesor de la Universidad de Lérida y de la Sala Beckett, espacio de creación reconocido. Considerado como heredero de la palabra de Ionesco o Beckett o la imaginería del gran Luis Buñuel. Todo un personaje, todo un dramaturgo. Que precioso texto, y que buena dirección la de Maite Vallecillo en este en contra de Aristas Teatro. Disculpen que me disperso, que me reflexiono, que me disipo, ya saben, en contra.
Volvamos al escenario. Al inicio. “No, no, el libro, no”, reza Marcelo ante una sociedad distópica o no, donde leer es lo raro, de ahí lo de no distópica. Y ya empieza el texto a conquistarnos, y ya las actrices le dan esa forma, le dan ese toque, ese humor que nos acompañará durante toda la tarde, con un “brote de pensamiento independiente”, peligroso en estos tiempos de la farándula.
Y ya empieza la complicidad, la ironía, la naturalidad del elenco. Consuelo Moya, Socayo, Maite Garrido, Marta Quilez, María Alonso, Marian Martínez y Raquel Ciprián nos llevan a su terreno, nos llevan a ese espejo en el que no nos queremos ver reflejados, a esa tienda donde uno no vale lo que tiene, sino lo que aparenta, “En el fondo lo que quiero es tu dignidad”, a esas dinámicas de conversaciones surrealistas, trascendentes en la intrascendencia, disparatadas, muy a lo Cuerda, con sogas de hipotecas sin pagar, con brujas de Blancanieves sin enanitos, con redes sociales que pululan entre bambalinas, con egolatrismos indecentes y autocomplacencias. Con colegios del ayer donde Enrique siempre se perdería, donde sí me gusta, si nos gusta el nomegusta, con un respeto estético hacia lo inusual, hacia lo íntimo.
Este elenco nos lo transmite, nos lo muestra, nos hace pasar un buen rato con una trascendencia que bien merece un vino. Con complicidad en escena, con humor, con miradas, con silencios, con dinamismo, con teatro, aficionado por supuesto, y grande. Gran teatro. Nos hace ver lo extraño de la psique humana, las sensaciones que nos transmite este black mirror castellano, clasista, machista, racista, que nos zarandea sin movernos de la butaca, con una sonrisa por bandera, con una queja tras la mueca. Lo inexorable del camino que nos conduce a esta sociedad tan extraña, tan hipócrita. Tan de espejos.
Y que bien mueve esas piezas Maite Vallecillo, con acierto, con dinamismo, con complicidad también. Nos hace ver que todo tiene un precio, que todo es instagrameable, y que si no lo es, nos lo inventamos. Ha sabido conjugar esta selección de textos de Esteve para ofrecernos una secuencia original a la par que crítica. Divertida y sagaz.
Compañías amateur que nos llenan el alma, que hacen que quieras saltar de la butaca y actuar, sentir y transmitir. Bendito teatro. Bendito mundo el del aficionado, el del amante, en cualquier situación, en cualquier escenario. Bendito en contra. Bendita farándula. Vengan al teatro amateur, disfruten con él. Esta vez con aristas.
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Teatro: Teatro Farándula
Dirección: Calle Galileo 98.
Fechas: Del 19 al 26 de Febrero. Miércoles a las 20:00.
Dirección: Calle Galileo 98.
Fechas: Del 19 al 26 de Febrero. Miércoles a las 20:00.
Ficha artística
- Una producción de Aristas Teatro.
- Reparto: Consuelo Moya, Socayo, Maite Garrido, Marta Quilez, María Alonso, Marian Martínez, Raquel Ciprián
- Dirección: Maite Vallecillo