Lluis
Pasqual nos invita esta semana a un sorprendente espectáculo que se llevará a
cabo en el lujoso Hotel Metropole. Ilusionismo y magia inundan la sala verde de
los Teatros del Canal en este clásico de Eduardo de Filippo. Realidad y ficción
nos envuelven en una historia asombrosa.
La obra que nos trae Lluís Pasqual a los teatros del
Canal en realidad son dos. Por un lado la gran ilusión -estructurada en 3
actos- que es el eje central sobre el que gira la historia y por otro un breve
preámbulo basado en otra obra del mismo Filippo, Señor y gentilhombre, escrita
en 1928.
En la escena inicial somos testigos del “ensayo”, poco
antes de su representación de una caótica compañía de teatro. Dicho acto es
breve y en él destaca Paco Górriz en su papel de apuntador que no deja de
intervenir para desesperación del director de la obra.
Por lo que se refiere a La gran ilusión, viajamos
hasta la ciudad argentina de Mar de Plata, nos encontramos en el lujoso hotel
Metropole, años cincuenta.
El hotel anuncia una actuación estelar, se trata del
célebre mago Otto que presenta junto a su esposa Zara su espectáculo de magia e
ilusionismo. Otto ha obtenido fama y prestigio por números donde convierte a
espectadores en animales. Si bien es cierto que según le vamos conociendo nos
damos cuenta que esa fama es más bien fruto de personas a las que paga para que
sus críticas y opiniones sean favorables.
El espectáculo que se anuncia consiste en hacer
desaparecer a la esposa de un caballero muy celoso en presencia suya. Pero como
no podía ser de otra manera, aquí también hay truco. En realidad Otto y el
amante de la mujer que va a desaparecer están compinchados. Somos testigos de
como Marta -que así se llama la esposa- es introducida en un sarcófago y acto
seguido desaparece.
Cuando el tiempo empieza a pasar y la mujer no aparece
la situación empieza a ponerse muy tensa, especialmente con Calogero Di Spelta
el marido.
Será ahí donde el mago Otto saca a pasear su ingenio,
movido exclusivamente por su propio interés, un interés que ha prevalecido
sobre cualquier otra cosa durante los años que lleva de carrera profesional.
Con gran habilidad es capaz de darle la vuelta a las cosase ir saliendo al paso de cada uno de los
“problemas” que genera creando otro nuevo, pero en este caos que él propio crea
se mueve como pez en el agua.
Esta vez no se le ocurre otra cosa que darle a
Calogero una caja, le explica que su mujer realmente no aparecido sino que se
encuentra en esa caja. La instrucción para abrirla es clara, sólo deberá
hacerlo cuando tenga auténtica fe en que su mujer le ha sido fiel.
El arte de Otto sale a relucir cuando deja en manos de
Calogero la resolución del truco. Éste se encuentra ante un dilema abrir o no
la caja con las correspondientes consecuencias que una u otra cosa pueda
suponer. La disyuntiva ante la que se encuentra hace que las dudas se alarguen
durante más tiempo del esperado.
Más allá de la locura y la comicidad de la historia;
la gran ilusión es un ejercicio de imaginación en el que vamos viajando entre
realidad y ficción ayudados por el “tercer ojo” de Otto y desde un punto de
vista más terrenal nos enfrenta a los constantes dilemas ante los que nos
encontramos a lo largo de nuestra vida.
Como actuamos ante ellos, si tomamos
una actitud activa o pasiva, si somos libres o no a la hora de decidir y como
actuamos ante las consecuencias de nuestros actos y decisiones, ahí radica el
verdadero mensaje de la obra.
Todo ello salpicado por unas deliciosas canciones
tradicionales italianas y tarantelas.
Impecable la puesta en escena, empezando por la
sencilla escenografía compuesta por varias sillas-tumbonas y continuando por el
diseño de luces y sonido. Maravilloso tanto el vestuario como el maquillaje y
la peluquería.
Muy original y acertado tanto la utilización del
proscenio como la interacción con el público -varios de los actores se sientan
entre los espectadores en el patio de butacas- todo ello ayuda al acercamiento
con el público, se trata sin duda de uno de los momentos más divertidos de la
representación.
Admirable el trabajo de Lluis Pasqual en la
dirección, que dota a la obra de un ritmo frenético que no para a lo largo de
la representación con un resultado inmejorable, apoyado en un gran elenco que
le permite mantener la cadencia adecuada en cada momento.
Destaca
también la agilidad con que se van sucediendo las escenas con unas cuidadas
transiciones que se encarga de amenizar Santiago Sirur con las canciones
tradicionales, acompañado por Shino Ohnagaal acordeón,
GermánMartíneza la guitarra y ErnestinaInveninatoal violín y mandolina.
Maravilloso el trabajo coral del elenco, teniendo en cuenta
la doble dificultad ante la que se encuentran. Por un lado el ritmo y la
duración de la obra y por otro el hecho de ser muy numeroso. Un elenco
compuesto por actores y actrices argentinos, que te atrapan desde el principio
por el atrayente acento cargado de musicalidad.
Destacar entre todos ellos a Marcelo Subiotto
en un divertido y “caradura” mago Otto; capaz de salir de las situaciones más
controvertidas con gran soltura. También destaca pese a sus escasa apariciones
la que es su mujer en la obra Pata Echegoyen.
Fabuloso también el trabajo de Pablo Mariuzzi
como Calogero Di Spelta con enorme facilidad en todos los registros que su
personaje requiere, desde el porte y el señorío inicial a la desesperación que toda
la trama le ha provocado. Divertidísimas también las breves intervenciones de Ignacio
Sureda en su barco “fuera borda” como el amante de Marta Di Spelta.
Junto a ellos Santiago Sirur, Elvira Onetto, Alejandra
Radano, Pablo Razuk, Nacho Gadano, Yanina Gruden, Paco Gorriz.
Cuando
entras a la sala verde de los Teatros del Canal y se ve el escenario uno no
puede por menos que hacerse a la idea que vamos a ser testigos de algo muy muy
divertido, y la expectativa que se crea se cumple con creces. Muy recomendable.
Horarios: 15 al 23 de febrero. De
martes a sábados 19.30 h. Domingos
18.00 h.
Ficha artística:
Traducción y versión de Lluís Pasqual sobre La
gran magia de Eduardo de Filippo
Prólogo a La gran ilusión
Marcelo Subiotto – Gennaro, actor
Paco Gorriz – Attilio, actor
Yanina Gruden – Viola, actriz
Alejandra Radano – Florence, actriz
Acto I Santiago Sirur – Camarero del Hotel Metropole
Elvira Onetto – Sra. Locascio
Alejandra Radano – Sra. Marino
Pablo Razuk – Sr. Zampa
Nacho Gadano – Gervasio Penna
Yanina Gruden – Marta Di Spelta
Pablo Mariuzzi – Calogero Di Spelta, esposo de Marta
Marcelo Subiotto – Prof. Otto Marvuglia
Ignacio Sureda – Mariano D’Albino, amante de Marta
Pata Echegoyen – Zaira
Acto II Santiago Sirur – Camarero del Hotel Metropole
Marcelo Subiotto – Prof. Otto Marvuglia
Pata Echegoyen – Zaira
Pablo Razuk – Sr. Zampa / Comisario de policía
Nacho Gadano – Gervasio Penna / Roberto Magliano
Pablo Mariuzzi – Calogero Di Spelta
Acto III Marcelo Subiotto – Prof. Otto Marvuglia
Paco Gorriz – Genarino, criado de Calogero
Pablo Mariuzzi – Calogero Di Spelta
La familia de Calogero
Nacho Gadano – Gregorio, su hermano
Elvira Onetto – Matilde, su madre
Alejandra Radano – Rosa Intrugli, su hermana
Pablo Razuk – Klaus Intrugli, su cuñado
Yanina Gruden – Marta Di Spelta
Performer: Laia Bussalleu Martino
Músicos: Shino Ohnaga (acordeón), Germán Martínez (guitarra),
Ernestina Inveninato (violín y mandolina)
Cantante: Santiago Sirur
Coordinación de producción: Eliana Staiff, Gonzalo Bao, Gustavo
Schraier.
Coordinación de producción técnica: Santiago Miró.
Producción técnica: Fernanda Blengio y Ana Carolina García.
Coordinación técnica de escenario: Rosana Rodríguez y Lucas Pulido.
Coordinación de talleres escenográficos: Luciana Hernández.
Coordinación de talleres de vestuario: Camila Ferrin.
Utilería: Raúl González.
Sastrería: Iliana Miño.
Peluquería y maquillaje: Patricia Falvella.
Sonido y vídeo: Roxy Merlo.
Asistencia de escenografía: Estrella Villamayor.
Asistencia 2da de vestuario: Martina Nosetto.
Asistencia de vestuario: Mariana Seropian.
Adaptación local del texto: Fernanda Cava.
Entrenamiento y asesoría de magia: Guillermo Flores.
Dirección de casting: Norma Angeleri.
Vídeo: Moreno Pereyra.
Director asistente: Edgardo “el Negro” Millán.
Música y dirección musical: Julián Vat.
Diseño y adaptación de iluminación: Omar San Cristóbal.
Diseño y adaptación de escenografía: Vanesa Abramovich.
Diseño de vestuario: Renata Schussheim.
Dirección: Lluís Pasqual.
Producción ejecutiva en España: Producciones Teatrales
Contemporáneas, SL.
Coordinación de producción: Sebastian Blutrach.