Aguacates

Como dice Woody Allen “Sólo se vive una vez, pero una vez es más que suficiente si se hace bien”.
Y es este el hilo conductor de una puesta en escena, frenética y divertida que pone sobre la mesa temas de actualidad, eliminando todo prejuicio o dialogo moralizante. Un texto sanador por la naturalidad con la que trata temas como la virginidad, la homosexualidad,  desde el punto de vista mas desternillante y a la vez respetuoso, que no puede ser otro que la naturalidad del que entendemos se sabe tolerante y transmite por tanto libertad.
Tirso Calero propone un texto ágil, divertido y excéntrico, llevando al extremo las personalidades de cada personaje, situándolos con atisbos de personajes con un estilo único, cercano al comic en ocasiones, lo que nos pone en contexto de una comedia sin fisuras. 
Una comedia rápida y vital, en la que no hay ningún diálogo que resulte repetitivo, como si a los personajes o al propio autor y director no les gustase perder el tiempo, porque la vida pasa y hacen suyo el “carpe diem” como sello propio, transmitiéndolo al público a la perfección. Un texto bien articulado y con multitud de gags, que no sabríamos decir si tópicos porque mas bien representa la realidad, en la que en muchas de las situaciones podremos vernos representados.
Jose Saiz Martín dirige una comedia de enredo, con tintes amorosos, y un fondo social que llama a la tolerancia y al respeto al otro, sin que la risa o la comicidad lo oculten, todo lo contrario han sabido aunar todos los ingredientes para hacernos reír y reflexionar al mismo tiempo. No nos encontramos ante una crítica a la sociedad actual, aunque nos hablen sin encorsetamientos de corrupción o decrepitud política en nuestro tiempo,  es mas bien una descripción y un llamamiento  a encontrar las cosas positivas que da la vida, sin enquistarnos en problemas pasados, miedos infundados o el tan temido “que dirán”. 
Jose Sainz se acompaña de un elenco que nos tiene acostumbrados al cambio de registro y en esta ocasión, nos volvieron a sorprender en un enredo de mentiras, medias verdades y situaciones delirantes.
Se lo contamos.
Marcelino es un político conservador, que puede convertirse en el próximo Presidente del Gobierno. Si en lo profesional, está ascendiendo como la espuma, en lo personal, presenta bastantes más problemas. Se acaba de divorciar y no sabe cómo comportarse con su única hija, para parecer un padre moderno y enrollado.
Silvia, su hija, tiene 18 años recién cumplidos y unas ganas tremendas de experimentarlo todo en la vida. Tal experimentación le llevará a tener un lío con Toni, el mejor amigo de su padre, aventurero de profesión, que atraviesa un bache económico y personal, del que sólo puede salir gracias a una futura plantación de aguacates. Durante unas vacaciones en común, las mentiras y los sueños de nuestros protagonistas se entrelazarán ofreciendo un divertido enredo en donde nada es lo que parece.
Juanjo Artero, Jesús Cabrero, Lucía Ramos, Ricardo Saiz componen un elenco que compacta a la perfección y parecen divertirse en escena casi tanto como el público, por la naturalidad con la que se dotan en movimiento y gesto. Un plausible trabajo de todo el elenco que hace que una obra, propuesta con una energía tan alta, no decaiga ni un solo instante.
El conocido y laureado actor Juanjo Artero por una larga trayectoria profesional, al que le acompaña su distintiva voz, se convertirá en el centro de la función llenando el escenario y generando una constante energía en escena, será en este caso Toni, un aventurero, busca vidas y mujeriego que tendrá una estrecha relación con Marcelino interpretado por el también conocidísimo actor Jesús Cabrero, que será el equilibrio necesario en escena, que consigue que la obra no sea estridente, el personaje al que mas veremos crecer a lo largo de la función, siendo un personaje serio y formal al inicio que acabará por soltarse y comenzar a vivir y ser mas libre, pero que de principio a fin nos hará reir por sus rarezas. 
Silvia interpretada por Lucía Ramos, será una chica desenvuelta, sin prejuicios, con toda la vida por delante, encaprichada del amigo de su padre, que nos cautivará desde el minuto cero por el modo tan inteligente en el que la actriz se mueve entre la inocencia y la picardía que da tener dieciocho años, unido al compañerismo y la complicidad con su compañero de escena Ricardo Saiz en el papel de Rabindraná, nos dirigiremos a él por su nombre completo, y dejaremos que descubran el diminutivo cuando vayan a verles, un trabajo meritorio y divertido por parte de un actor al que no conocíamos y que tiene aun muchas sorpresas que ofrecernos.

Escenografía trabajo de Luis Crespo que nos sitúa en un apartamento de playa, con un maravilloso juego de cambio de escena de interiores a situaciones que se generan en el exterior junto al maravilloso trabajo de vestuario Fidel David dotando de color una obra que se convierte en redonda con el excepcional trabajo de iluminación.
Una comedia de enredo, divertida, inteligente, con una trama que motiva y entretiene con muchos tintes de actualidad. Una llamada a la tolerancia a vivir y dejar vivir, una obra redonda y sobresaliente. Enredadamente recomendable.
Si Toni y Silvia acaban juntos, o si Toni tendrá su plantación de Aguacates entenderán que no se lo contemos, porque deseamos que sean ustedes los que lo vean y disfruten.

Aguacates
Teatro: Teatro Príncipe Gran Vía 
Dirección: Calle de las Tres Cruces,8
Fechas:  Martes, miércoles, jueves: 20:00 h Viernes y sábados: 18:00h y 20:30 h Domingos: 19:00 h
Entradas: Desde 16€ . atrapalo, grupo marquina

 

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