Una
comedia de Adrián Perea, con José Emilio Vera, Camila Almeda y Manuel Pico.
Dirigida por Pablo Martinez Bravo.
Hasta
Palomares es un
homenaje a Pedro Almodovar
citado a lo largo de la obra en la cual Adrián Perea plantea situaciones y diálogos haciendo
referencia a su obra cinematográfica sin descuidar la trama.
Un texto hilarante, personajes esperpénticos se darán cita en esta alocada
propuesta. Si Chernóbil está siendo la gran comentada en los últimos días, así
lo será Hasta Palomares, dirigida por un excepcional Pablo Martínez Bravo,
de modo meritorio equilibra esta consecución de anécdotas y situaciones que nos
llevarán a los términos mas pop de nuestro panorama reciente.
Cuenta
la historia de Raimunda;
una mujer de Palomares, el
pueblo almeriense que Fraga hizo célebre tras la caída
de varias bombas nucleares en 1966. Para tranquilizar a la población de ausencia
de radioactividad se dio un chapuzón
mientras saluda a la gente que se encuentraba
en la playa Quitapellojos. Esa imagen se ha convertido en un icono pop y el
accidente en nuestro Hiroshima.
Allí desde hace 50 años pasa Raimunda los días
regando su almendro y viendo películas de Almodóvar en VHS, esta le prometió a su difunta madre que
cuidaría de su casa la cual nunca abandonaría ni dejaría entrar en ella a
nadie, para evitar la transmisión de la radiación y la
contaminación a los vecinos.
Su hija Angustias,
a la que Raimunda llama “Kika” huyó cuando tenía dieciseis años. Quince
años después regresa para darle una buena noticia acompañada de
su novio.
La trama está servida
acompañandose de una vistosa y original escenografía trabajo de Kike Uhalte, fiel
a aquellas decoraciones, que recuerdan a los viajes al pueblo para visitar a
aquella tía, con tu vestido mas bonito. Y es que es este también un homenaje a
una época entre la risa y el recuerdo velado de una España que mira a las
cintas VHS con cierta nostalgia.
José Emilio Vera
hace suyo el personaje de la madre, el actor se mueve natural y
desenfadado en escena, de modo tal que los sesenta y cinco minutos de función
se pasan volando, atentos a su gesto y su mirada, ya que es increíble como se
mueve ágil entre el comic, lo grotesco, la elegancia y el costumbrismo.
Camila Almeda despliega presencia en escena en el papel
de hija entre el
desconcierto y la estupefacción que supone el comportamiento de Raimunda y los
hechos extraños que ocurren en la casa junto
a su compañero Manuel Pio compañerismo y saber hacer en
escena acompañando a Almeda en su vuelta a casa y es que después de quince
años, ya nada podía ser lo mismo. Más aun, por Raimunda también había pasado el tiempo.
Mención al
impecable trabajo de Andrea Torrecilla en el trabajo de vestuario, mecido entre
el costumbrismo y el pop art generando una energía extravagante y lúcida, a la
altura del homenaje al ya nombrado Pedro Almodóvar, junto al trabajo de
iluminación de Álvaro Nogales y Daniel Sanz en la ayudantía a dirección. Un
equipo técnico y artístico que compone una obra que sin duda les recomendamos.
Descubrirlo está en
su mano, una obra donde el humor, la nostalgia a tiempos que se nos antojan ya
lejanos, se dan la mano para divertir a todo un público de butacas, de la manera
más inteligente y natural posible.
------------------------------------------------------------
Teatro: Sala Nueve Norte
Dirección: Calle del Norte 9
Fechas: Viernes de junio a las 20.00h
Entradas: Desde 12€ en nuevenorte, atrapalo. Teléfono reserva anticipada: 626091278
Bueno obra teatral desenfadada, donde afloran las relaciones madre hija y el humor del autor, bajo la batuta de un director que promete.
ResponderEliminar