¿Es necesario explicar quien es Edith Piaf?
Fue una cantante francesa...NO, fue mucho más, fue una de las voces y letrista más importante de Francia, exactamente de París. Durante la Segunda Guerra Mundial se convirtió en musa de poetas, pintores y todos los intelectuales de la época. Fue uno de los iconos de París y se consagró con la gran admiración y respeto del público. Uno de los emblemas de una época conflictiva, en la que su voz acabó siendo parte de la banda sonora de una de las ciudades más importantes de la época.
La historia de uno de los iconos del siglo XX vuelve a la cartelera madrileña tras el éxito cosechado el pasado año en su primera temporada. Una historia que nos traslada a los años más convulsos del siglo pasado, para mostrarnos la atormentada vida de una de las voces más emblemáticas de la música francesa, que conmovió al mundo mientras que las bombas acababan con los sueños de millones de personas. Artista única por su singularidad e irrepetible por todo lo que rodeó su vida (tanto en lo personal como por el momento histórico que le tocó vivir), Piaf se convirtió en la cronista de una época, en la banda sonora de una ciudad desolada por la Guerra pero que quería seguir disfrutando de la vida, que resistía los envites de las bombas sin perder las ganas de disfrutar y que disfrazaba sus penas en las melodías desgarradoras de esta inigualable artista.
En 2016 se estrenó en Caracas este interesante musical, muy necesario para profundizar en la figura de esta gran mujer, que nació en los suburbios, fue duramente golpeada por la vida, sufrió en el amor y coqueteó con las drogas, convivió con la Guerra y la enfermedad, para acabar seduciendo a toda una generación de amantes de la música, que vieron en ella la voz que transmitía lo que era la resistencia francesa en épocas de penuria. Leonardo Padrón, considerado como uno de los autores venezolanos más exitosos, ha sido el encargado de crear este espectáculo en torno a la figura de la cantante, a mitad de camino entre el teatro documental y el musical.
Padrón es un reconocido poeta, guionista de cine de televisión, ensayista y articulista, pero que nunca se había "atrevido" con el mundo del teatro. Debuta como autor teatral con esta conmovedora historia, que tras su estreno ya ha pasado por Miami, Orlando, México y Madrid, cosechando gran éxito de crítica y público. Autor de innumerables éxitos, sobre todo en televisión, afronta este nuevo reto tras los innumerables premios cosechados, buscando abrirse paso en el mundo del teatro con un personaje enigmático y poderoso, que conmovió y enamoró al mundo con sus canciones y su desgarradora voz.
La dirección de este ambicioso proyecto corre a cargo de Miguel Issa, con Valentina Sequera y Paul Márquez como asistentes, y con la estrecha colaboración del propio Leonardo Padrón y de Mariaca Semprún (actriz que interpreta a Piaf). Un trabajo grupal que da como resultado un montaje contundente y abrumador, en el que todo encaja en su justa medida, tanto a nivel formal como argumental. Un interesante trabajo que nace de la idea de la propia actriz, de su devoción por la cantante, que la lleva a meterse de lleno en un proyecto en que sólo ella creía, debido a la dificultad de igualar la voz de Piaf, más teniendo en cuenta la dificultad añadida de tener que hablar toda la obra con acento francés, en un doble ejercicio (el de ocultar su acento venezolano y mostrar el francés) que es lo que más cojea de la obra.
Clas Producciones (Ana María Simón, Manuel González Ruiz y Johann Moreán) han sido los responsables de llevar a cabo este montaje en el que se transmite de forma impecable la estética tan particular de aquellos años, la convulsa etapa que va de los años 20 a los 50, con dos Guerras Mundiales y los posteriores años de miseria y crisis. El montaje nos hace un recorrido por la figura de la inclasificable Edith Piaf, una vida tormentosa marcada por las drogas, el alcohol y las muertes de algunas de las personas más importantes en su vida. Un viaje a lo largo de tres décadas marcadas por las canciones de esta mujer que salió de la más absoluta de las miserias para acabar convertida en leyenda universal. A través de las canciones más conocidas de la artista, conoceremos a la mujer que había tras esa voz tan desgarradora, una mujer que vivió intensamente, marcada por su temperamento y su desgarradura, que la llevaron a lo más alto.
Edith Piaf no tuvo una vida fácil. Se crió con su padre alcohólico y con su abuela. En aquella época se ganaba la vida cantando en las calles. A los dieciséis años se quedó embarazada, pero su hija fallece con tan solo dos años por la falta de recursos de la familia, lo cual marcó a la cantante de por vida. Gracias a un golpe de suerte empezó a trabajar en el Cabaret Gerny´s, de donde le viene el apodo de "gorrión", ya que el propietario de este local era Louis Leplé. La vida le vuelve a golpear cuando hallaron muerto con un disparo en la cabeza a su mentor.
Piaf volvió a destacar tras la Segunda Guerra Mundial, cuando conoció a Raymond Asso, que se convirtió en su amante. Edith remontó el vuelo y volvió a los grandes escenarios de Francia, Europa y América. El éxito se sitúa en la élite más absoluta, rodeándose de grandes artistas. Durante uno de sus viajes a Nueva York conoció al que sería su gran amor, el boxeador Marcel Cerdan, quién murió en 1949 al estrellarse el avión en que viajaba. Este nuevo golpe hundió a Piaf en una profunda depresión, que le hizo adicta al alcohol y los tranquilizantes. Pese a que su vida en esos momentos se tambaleaba, estos fueron los años de mayor éxito de la artista, donde compuso sus grandes éxitos "La vie en rose" o "Les trois cloches". Superada la depresión, se centró en cantar, consiguiendo grandes éxitos en el Olimpia y en el Carnegie Hall de Nueva York.
La actriz venezolana Mariaca Semprún es la encargada de dar vida a Edith Piaf en la obra. Considerada una de las artistas más polifacéticas de su generación, consigue crear un personaje que nos conmueve y que nos deleita con su voz. En este montaje saca su mejor versión para transmitir ese dolor que la cantante francesa ponía a cada estrofa y a cada nota que interpretaba. La diferencia es evidente a la hora de hablar, cuando se le cuela por momentos el acento venezolano a la hora de interpretar con acento francés.
A día de hoy, Mariaca es la reina de los musicales en Venezuela, donde ha participado en montajes como "Vivo", "La Lupe, la reina del desamor", "Aire", "La novicia rebelde" o "El violinista en el tejado". Ha participado también en obras de teatro ("La duda", "Informe sobre banalidad del amor" o "400 sacos de arena"), en óperas, películas o programas de televisión, donde ha conquistado diversos premios en todos los ámbitos.
En esta función se ha respetado el idioma original de los temas musicales, lo que ha sido todo un reto para la actriz. Solamente la mítica "La vie en rose" se interpreta en inglés y español, para hacer un guiño a la que fue la canción más internacional de la artista. Para una actriz que no sabía hablar francés antes de iniciar la obra (contó con Cástor Rivas como coach del idioma francés) el mérito es doble, ya que ha conseguido crear una fabulosa textura en su voz para acercarse a la de Piaf, y todo ello con una pronunciación y entonación majestuosas.
Sobre el escenario sonarán ante nosotros todos los grandes clásicos de la diva francesa, desde la mencionada "La vie en rose" hasta las maravillosas "Mon légionnaire", "Non, je ne regrette rien", "Les amants de París", "Hymme a l´amour", "Mon dieu" o "Milord". Una interesante selección que hará las delicias de cualquier seguidor de la artista, o de cualquier amante de la buena música.
Muy interesante la propuesta de acompañar a la actriz en todo momento por una magnífica banda formada por siete músicos que se mantienen en un segundo plano del escenario es contundente y resulta impactante a la vez que funcional, ya que dota al espacio escénico de una prolongación en la que ocurre parte de la historia. La dirección musical corre a cargo de Hildemaro Álvárez, que consigue colocar cada pieza en su lugar exacto para que encaje en el conjunto y potencie tanto la historia como la estética y la tonalidad musical. David Moreira González (violín), Yrvis Méndez Raymond (bajo), Carlos Franco Vivas (batería), Daniel Rouleau / Tomás García Cádiz (saxo y flauta), Frank Mayea Pedroza (trompeta), Alexis Balanowsky (acordeón) y Carlos Pascual (piano) son los encargados de acompañar a Semprún en cada uno de los temas, creando una atmósfera más allá de la propia historia.
Sin alcanzar las cotas de otros grandes musicales, el espacio escénico diseñado por Alfredo Correia y realizado por Mambo decorados, tiene gran interés al dividir la escena en dos, aprovechando la profundidad. El espacio va mutando según avanzamos por las distintas etapas de la artista, siendo un tránsito elegante el de los distintos espacios escénicos. El panel tras el que se coloca la banda sirve de pantalla para que se proyecten todo tipo de imágenes que nos adentran aún más en la escena. Las proyecciones creadas por Eduardo Arias y Rino Arreaza acaban siendo el hilo conductor de la historia, con imágenes que nos trasladan al París de la época. Todo ello con la iluminación diseñada por Ernesto Pinto, nos traslada a ese ambiente tan propio de las películas, en el que las calles se convertían en lugares sórdidos y los cabarets estaban siempre alegres y llenos de humo.
Para la caracterización de Semprún en Piaf, la actriz ha contado con las pelucas de Ivo Contreras, el maquillaje de Gustavo Santos y el vestuario de Raquel Ríos, que la convierten cada noche en la viva imagen de la diva.
Teatro: Teatro Cofidís Alcázar
Dirección: Calle Alcalá 20
Fechas: De Miércoles a Viernes a las 20:30. Sábados y Domingos a las 20:00
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.