CONVERTISTE MI LUTO EN DANZA. Teatro Fernán-Gómez

El desgarrador relato de una vida que se apaga, narrado con la crudeza y la poesía con la que La Zaranda impregna todo lo que hace. Pero duele, estremece, emociona, angustia. Porque así es la vida, una montaña rusa de sensaciones, un tobogán que nos aboca a un triste final, una parodia que se convierte en tragedia ante la cercanía de la muerte.  

Un columpio en el parque de la infancia nos ilumina, nos recibe como recuerdo de lo que fue, de lo que ya no volverá. Del lugar donde nos refugiamos cuando el presente es tan duro y el futuro es improbable. Del balanceo arriba y debajo del viejo columpio donde las tardes eran eternas, donde la calle era el hogar, y donde el hogar era el refugio, del cuerpo y del alma. Y así nos recibe este montaje, y sus mujeres, bajando del tobogán. Jugando a soñar. Soñando en escena. 

En un homenaje a María Pisador, una joven que falleció de cáncer, sin llegar a los 30. Uno de sus últimos deseos fue ver actuar a la Zaranda, en ambulancia de Pamplona a San Sebastián, poco antes de fallecer. La obra se titulaba “los que ríen los últimos”, triste ironía de la vida. Triste ironía de la muerte también. Esa carta que escribió esa madre a esa compañía, la Zaranda, ve la luz años después contándonos la historia de esta terrible enfermedad que acabó con la vida de María. Sin final feliz.

Cruda realidad cargada de poesía, de intimismo, de belleza, de vida, de muerte. De vida en la muerte. De muerte en la vida. Este crudo y poético texto de Eusebio Calonge, dirigido por Paco Zaranda es llevado a un punto de intimidad estremecedor por la reconvertida compañía en la Extinta Poética,que nos pasean de la mano de María hacia su fin, con una delicadeza y una propuesta tan viva que nos estremece de principio a fin. 

Aquel vestido verde, rojo, llena el escenario. Nos presenta a María, nos presenta también a su madre. Laura Gómez-Lacueva e Ingrid Magrinyà (Marta Garrido en escena) nos presentan a esa María frágil, a esa María fuerte, a la niña que fue, a la joven que es, al deseo de vivir y a la resignación de lo que no puede ser. En la consulta del médico, en el banco, en la sala del hospital, en la camilla, en el parque, esperando el autobús, nos transmiten esa fragilidad, esa angustia, esa desesperación en ocasiones que nos llevan de la mano con sus miradas, con sus gestos, con sus silencios, con sus movimientos. Con su danza. Pero no están solas. 

Inma Nieto nos pone el contrapunto, nos saca la sonrisa en ocasiones en esta tragedia de vida. En este tobogán emocional donde nos sitúa el texto. A la vez, Inma da sosiego, da calma, da paz, da tranquilidad a su hija en la inevitable pregunta que todos nos preguntaríamos en esa situación, “¿por qué a mí?” Aparece el silencio, distinto al de Blanca Portillo en su discurso de investidura, magistral por otra parte. Un silencio sordo, un silencio de vida. Situaciones vitales antes las que “el mismo silencio se debe callar”. 

Una fina línea entre la tragedia de la vida y la comedia de la muerte, con un trabajo que nos descarna en la butaca, que nos remueve, que nos hace sentir incómodos. Que nos llega. Tras la muerte, comienza el silencio, ¿pero acaba? Parece que todo es cuestión de actitud y mentalidad, como oímos. A veces no, a veces los sueños no se cumplen aunque hagas todo por alcanzarlos. En el escenario cariño, mucho cariño se percibe en este entorno gris, oscuro, frío, que nos muestran con una versatilidad maravillosa de los elementos escénicos, con unas transiciones firmes y frágiles al mismo tiempo. Sillas que nos invitan a un nuevo escenario. 

Poco más que contar, con el corazón aún algo encogido, nada más queda que agradecer este proyecto que nos visibiliza de una manera cruda y real la vida misma. Un homenaje teatral a una mujer al que el teatro mantuvo viva. Vengan a descubrirlo al Fernán Gómez y agradezcan cada día que vivimos. Y dancen. No paren de danzar. Vengan al teatro. Vivan la cultura. Seguro y segura.

-----------------------------------------------------------------------------------

Teatro: Teatro Fernán-Gómez. Sala Guirau

Dirección: Plaza de Colón 4.

Fechas: Del 19 al 30 de Enero. De Martes a Sábado a las 20:00. Domingo a las 19:00.

Entradas: Desde 16€ en teatro-fernan-gomez. Programa de mano

Intérpretes: Laura Gómez-Lacueva, Ingrid Magrinyà e Inma Nieto/Celia Bermejo (en las dos últimas funciones).
Texto: Eusebio Calonge
Dirección y espacio escénico: Paco Zaranda
Asistente de dirección y producción artística: Andrea Delicado
Iluminación: Peggy Bruzual
Vestuario: Encarnación Sancho
Espacio sonoro: Torsten Weber
Música: J.S.Bach. Erbame dich mein. O Here Gott BWV 721 - Javier Colis y Juan Pérez Marina. Garabateando en el viento.CD.Sangre Fácil - Alessandro Scarlatti. Dormi. La Giuditta
Producción ejecutiva y distribución:  Víctor López Carbajales (SÓLODOS).