Las despedidas de soltera son, potencialmente, una de las premisas más jugosas para poder hacer una buena trama de comedia. Una reunión de chicas dispuestas a darlo todo, a dejar la vergüenza antes de salir de casa, para disfrutar de la que pueda ser la última fiesta de la que disfruten todas juntas. Pero en ese ambiente distendido puede pasar de todo. El desinhibirse de tal manera puede llegar a cometer actos de los que se puedan arrepentir, y por los que recuerden aquella noche de despedida por algo más que la fiesta...
La necesidad de no estar en soledad
Según la RAE, un enjambre es una muchedumbre de personas juntas, si lo adaptamos a este nuestro género humano, y ¿no lo es la celebración de una despedida de soltera de una cuadrilla de amigas de toda la vida con unos vínculos muy estrechos? Y se van de casa rural a celebrarlo por todo lo alto; un fin de semana que tomará caminos diversos, enredos y confesiones varias, que harán de este, un fin de semana inolvidable en sus vidas.
Las abejas, benditas abejas. Animales que dicen que son de los que mejor se comunican y que si se extinguieran se acabaría la vida de este nuestro planeta. Y en esta agradable y soleada tarde primaveral nos acercamos a visitarlas, nada más y nada menos que a la Gran Vía. Allí están todas, la reina, las zánganas y las obreras, en un panal cuidado, amable, ajetreado.
Un desorden carnavalero nos recibe en esta coqueta sala. Seis amigas se reúnen para celebrar la vida y la boda de una de ellas. Entre las drogas, el alcohol y la confianza, se empiezan a tejer historias paralelas propias de una incomunicación que han perdido. Que con los años se ha ido creando, cual telaraña del pasado. Esa que a todos nos ha atrapado alguna vez.
Y como telón de fondo la soledad. La soledad que viven estos seis personajes que no la desean, que no la buscan, y que en el fondo, todas y cada una de ellas, y por distintas razones vitales, se encuentran solas. Y buscan relaciones complicadas solo por el hecho de ser y sentirse queridas, aunque felices, felices… ¿Les suena? La vida misma.
Esta producción de Vaivén Teatro ("Sin vergüenzas", "Las inalámbricas", "Último tren a Treblinka") nos habla de todo eso que vamos perdiendo a lo largo de la vida, de las amistades que se van erosionando sin nosotros percibirlo, del distanciamiento que van dejando los años. Desde sus comienzos, Vaivén "se ha caracterizado por llevar a escena textos contemporáneos inéditos de autores de reconocido prestigio o versiones de clásicos universales como Chejov o Brecht, con equipos artísticos y directores de reconocida valía, siempre con la intención de ofrecer al espectador un teatro de calidad no ajeno a los conflictos que preocupan a la sociedad de nuestro tiempo".
Esta comedia ácida, escrita por Kepa Errasti, y bajo la dirección certera de Mireia Gabilondo, nos muestras diferentes facetas de la amistad, de las distintas personalidades, de los miedos, de la incertidumbre, del futuro. Y todo pasado por el tamiz del humor, quizá en ocasiones algo chabacano, pero humor al fin y al cabo. Ese humor que nos despierta una sonrisa tan necesaria en nuestras cotidianidades.
Naiara Arnedo, Sara Cozar,Vito Rogado, Leire Ruíz, Getari Etxegarai y Aitziber Garmendia nos llevan a situaciones delirantes, comunes, gamberras, jodidas y curiosas en un fin de semana sin tapujos y con coca, mucha coca, donde nada es lo que parece y lo que fue no es, y seguramente ya no será. “Todo es mentira entre nosotras”. Gran complicidad en escena, magnífica escucha entre ellas y un ritmo trepidante. Una energía desbordante desde el minuto uno.
Este elenco llegado del norte, nos sitúa ante el espejo de esas relaciones que en su momento eran la base de nuestras vidas, indestructibles, y que el paso del tiempo las pone en su lugar, y surgen esas fisuras que en ocasiones, no paran de abrirse y crecer. Y es que, una vez que se rompe la colmena, se acabó. Surgen los enjambres, surgen los silencios, surgen las mentiras, los miedos. La soledad. Y este grupo nos lo transmite con una sonrisa, siempre con una sonrisa.
Mención también a la cuidada escenografía e iluminación del montaje de la mano de Fernando Bernués, Edi Naudó y Andoni Mendizábal, que nos abren las celdas para que podamos vivir en primera persona esta trepidante comedia, ideal para una calurosa tarde primaveral.
El enjambre es lo que nos ofrece: sonrisas, risas y en ocasiones carcajadas con un ligero trasfondo más serio. En estos días que corren, reírse no tiene precio. No les digo más. Sonrían siempre.
Vengan al teatro. Vivan la cultura, cada vez más segura.
DIRECCIÓN: Mireia Gabilondo TEXTO Y AYUDANTE DE DIRECCIÓN: Kepa Errasti ESPACIO ESCÉNICO: Fernando Bernués REALIZACIÓN DE ESCENOGRAFÍA Y ATREZZO: Edi Naudó DISEÑO DE ILUMINACIÓN: Andoni Mendizabal FOTOGRAFÍA: David Salvador/Javier Gómez Zapiain ACTRICES: Vito Rogado, Sara Cozar, Aitziber Garmendia/Iratxe G. Uriz, Getari Etxegarai, Leire Ruiz/Dorleta Urretabizkaia y Naiara Arnedo DIRECCIÓN DE PRODUCCIÓN: Ana Pimenta PRODUCCIÓN EJECUTIVA: Monika Zumeta DIRECCIÓN TÉCNICA Y SONIDO: Iñigo Lacasa ILUMINACIÓN: Andoni Mendizabal ADMINISTRACIÓN: Izaskun Imizkoz GRÁFICA: Antza
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