¿Café con azúcar? propone una puesta en escena experimental donde con distintos materiales y objetos, se entremezcla la vida de su protagonista con la historia de un país. El café y el azúcar es el hilo poético conductor para abordar la historia de la inmigración alemana en Centroamérica y la creación de sus colonias, hasta la actualidad.
Lo que diferencia al teatro de las demás artes es la posible utilización de los cinco sentidos. Nada más entrar en la sala, te das cuenta que esta obra no va a ser “una más”. El primer sentido que utilizamos, el olfato. El aroma penetrante del café te transporta a cada uno a un lugar personal. El segundo, la audición o más bien, el disfrute del mismo gracias a la música en directo, interpretada por Yahima Piedra. La música genera un ambiente único en cada momento de la obra y ella posee una deliciosa voz.
La vista es fundamental. Las imágenes que se
generan en cada instante te sorprenden. La utilización del café en polvo para
dibujar, el café en grano y sobre todo el
azúcar en hilo, ¡no os lo podéis perder! Nunca creí que el azúcar en hilo
pudiera humanizarse, y Laia Ribera
lo consigue. Y por último, el tacto y gusto, ya que a mitad de obra te ofrecen
la experiencia completa.
Sin embargo, que no se nos olvide la reflexión sobre los hechos históricos. Laia Ribera Cañénguez, conocida como Laia Rica, nos lleva de la mano y nos cuenta su historia personal y su relación con los alemanes coloniales. Este tipo de teatro documental no es muy común en la escena madrileña. Ojalá nos hubieran contado la historia de esta forma tan poética. Fragmentos del documental "Los civilizadores. Los alemanes en Guatemala" (del director Uli Stelzner), diferentes voces en off, fragmentos de poemas de Rosa Chávez y fotografías de familias inmigrantes alemanas cafetaleras e industriales, forman parte de una puesta en escena impactante y poética.
Laia Ribera Cañénguez, es una performer que ha crecido entre El Salvador y Alemania. Como podemos leer en su web, "estudió en la escuela alemana de San Salvador, donde conoció de cerca a la comunidad alemana. En la pieza toma como punto de partida fragmentos biográficos de su experiencia en los dos mundos". El proyecto "amplía el trabajo de memoria y complejiza los discursos sobre la colonialidad para tematizar actores alemanes con comportamientos coloniales fuera de las colonias oficiales y sus continuidades coloniales".
Me parece un acierto utilizar el consumo de algo
tan cotidiano como el café y el azúcar, que se han convertido en parte
fundamental del estilo de vida europeo, y darnos una clase de historia amarga
como el café y a la vez dulce y poética como el azúcar. Es una delicia para
todos los sentidos. Además, Laia se plantea sus orígenes, si está traicionando
a sus raíces, por qué se aceptan los discursos de superioridad del blanco y por
qué tienen complejo de inferioridad los indígenas. Y sobre todo, ¿Qué hacemos nosotros para solventar esta
injusticia global?
Dramaturgia y codirección escénica: Laia Ribera Cañénguez
Codirección escénica: Antonio Cerezo
Con: Laia Ribera Cañénguez. KMZ Kollektiv
Música en vivo: Yahima Piedra Córdova
Videoarte en escena: Daniela del Pomar
Diseño de espacio escénico: Marian Nketiah
Diseño de iluminación: Vanessa Farfán
Asesoría dramatúrgica: Ruschka Steininger
Fotografía: Pablo Hassman
Hermosa obra que cautiva donde se presenta
ResponderEliminar