El sonido de la lluvia en esta tarde tórrida sin viento y ardiente aire, nos refresca el cielo del Teatro Bellas Artes. Agua tras el telón, truenos, tormenta. Y el juego de dos aves nos danzará la tarde, nos alumbrarán la retina. “Todo era oscuro al principio…”, y el corazón latirá en la oscuridad rompiendo la jaula, las marionetas volarán libres como niños, como almas impuras en el cielo de Madrid.
Este vuelo nos narra la infancia, la vida de un muchacho aragonés, Pepe, y su amor incondicional por Valentina en su Aragón natal. En su retina de gorrión se nos contará también la situación de este nuestro país en las primeras décadas del siglo XX, con monarquía, dictadura, república y exilio. Muertes, fusilamientos, guerras, huidas, un pasado difícil del ave que se fue y no volvió. De una migración sin vuelta. De un entendimiento difícil de entender. De la dureza del no mirar atrás. De la vida en sí.
Difícil. Seca , como esta crónica, como esa pérdida de identidad de decorados y personas, de tributos y silencios. De vuelos sin red.
Y comienza el baile, la danza de estos dos aves grandiosas, en un diálogo de castañuelas y tacones, con cartas, con misivas olvidadas, con los primeros escarceos. El primer cortejo. La guitarra también nos habla. Nos pregunta, nos seduce. Alas de papel encadenadas al son del humo, de la mirada, del corazón.
Nunca imaginé que se pudiera decir tanto sin palabras, sin textos, sin requiebros. Solo con volar, solo con bailar, solo con esas miradas de complicidad en una España dividida, en una España triste, en una España gris. En un guiño al folclore aragonés con un fondo flamenco, árabe, con sabor a mar en ocasiones, a tierra en otras.
Éxtasis tras vueltas sin cesar, acompasados por mariposas de colores. Dolor y belleza a partes iguales. Sufrimiento de un país que sigue sin entenderse. Requiebros oscenses en un cielo estrellado, en un escenario puro, sin condimentos. “Tú, si, tú. La necesidad le han hecho a uno correr mucho y dejarse un poco de vida por ahí”. Lejos de tus cielos, lejos de casa, con cuidado de no volar demasiado alto por si no sabes volver, por si no te dejan hacerlo.
Sensualidad en escena a golpe de locomotora , erotismo escondido tras el galanteo cual ave del paraíso en el Bellas Artes.
“Yo amaba a Valentina y deseaba a Isabelita”. Las piernas de él, los brazos de ella. El sentir en ambos. En Miguel Ángel Berna y Sara Calero, que nos brindan una tarde de emociones, un recorrido de cariño por infancias sin salitre, con olor a cereal y montaña, con sinsabores propios de la edad, del deseo, de la inocencia también. Y nos lo muestran desnudos, sin guardarse nada, con toda la verdad, con toda la complicidad en escena, con toda esa pasión y esa amalgama de estilos , tan universales como la propia música, como la propia historia, como esos vuelos que una y otra vez nos muestran ese cielo, esa tierra aragonesa marrón, árida, con dos alturas, con dos miradas.
Miguel ángel y Sara, Berna y Calero alternan bailes con danzas individuales, se seducen, nos seducen. Nos transmiten esa danza elegante, esa emoción rural, ese guiño melancólico al pasado de una vida sin retorno.
Tristeza por no volver, por no poder regresar, con emoción, con ausencia, con presencia del arte como bandera de estos sesenta minutos cargados de delicadeza y sensibilidad.
Esta crónica es un espectáculo de los bailarines Miguel Ángel Berna y Sara Calero creado para conmemorar el 40 aniversario del fallecimiento de Ramón J. Sender, un homenaje al sentir, a las ideas, a un vuelo de recorridos y recuerdos. Miguel Ángel y Sara. Dos aves en el cielo capitalino en este verano que va apagándose y que nos deja estos vuelos de delicadeza que no nos permiten dejar de mirar hacia arriba en busca de ambos, en busca de sus bailes, en busca de sus vuelos. Vengan a volar al Bellas Artes. Sin cinturones, sin ventanillas. El cielo de Madrid les espera.
Emociónense con ellos. Será difícil no hacerlo.
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Teatro: Teatro Bellas Artes
Dirección: Calle del Marqués de Casa Riera 2, 28014 Madrid
Fechas: 21 al 25 de Junio. De Miércoles a Sábados a las 20:30. Domingos 20:00.
Duración: 60 minutos.
Reparto
Miguel Ángel Berna
Sara Calero
Ficha artística
Autor: Javier Barreiro
Dirección y coreografía: M.Á. Berna y S. Calero
Asesor coreográfico: Carlos Rodríguez
Colaboración en la adaptación del texto: Cristina Yañez y Manuela Adamo
Música: Guille Mata, Alberto Artigas, Manuel Urbina, José Almarcha, Joaquín Pardinilla, Josué Barrés, María José Hernández, María Mazzotta, Juan Manuel Cañizares y Francesco Loccisano
Diseño de iluminación: José Manuel Hernández de la Torre
Diseño de sonido: Éric López
Dirección técnica: Rebeca Pueo
Diseño de cartel y fotografía: Antigravedad estudio
Vestuario: Gonzaga, Carmen Granell, Compañía M. Á. Berna, Maty
Producción: Manuela Adamo
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