El relato alucinado de una crisis de identidad y de pareja.
La otra bestia es un agujero negro que lo devora todo, no se trata de Joel ni de Marc, es un impulso insaciable, un agujero en el estómago que dice que necesita más.
Si observamos la obra como si fuera un puro juego teórico, podríamos pensar que es algo mucho más sosegado, una pareja que sufre una crisis, una crisis enorme que los deja a cada uno a un lado de un abismo, pero si hay algo que transmite es justo lo contrario, desasosiego, inquietud, tensión, es un sismo de hora y media.
También podríamos pensar por qué las personas no son capaces de cuidar aquello que les importa, necesitan romperlo para entender que siempre lo quisieron y que no quieren perderlo. Romper para cuidar, porque son incapaces de hacerlo sin la pérdida, sin daño. Hasta que no te veo lejos no entiendo que siempre te quise cerca, que debí valorarte, que debí verte, que debí escucharte. Porque no, no eres una piececita de colección que encontré en el Lago de Como, porque a mí ya no me basta con tus manos, porque has hecho del amor algo mediocre.
“Tú me hablas de ocupar el espacio y yo he
ocupado todos los espacios de esta casa llorando”.
Y la compasión, sentimos compasión cuando Marc intenta
recuperar a Sara, desesperado, casi aullando, sin embargo, sabemos que antes la
abandonó, que no fue una prioridad, que estaba a la cola en las aspiraciones
del arquitecto.
“Envuelves la verdad de roña”, “la emperatriz, te decíamos”, puñales y caricias a un ritmo acelerado.
La crisis de identidad y hasta la conciencia de clase, “¿quién
soy yo en estas cuatro paredes? Soy una escultura”. “Tú nunca sabrás lo
que es el hacinamiento”.
Y Sara, que no soporta tanta comodidad, que combine el azul con el naranja, dice que Marc la ha convertido en un gran espacio vacío, que él la mira como si fuera un espacio vacío. Sara le reclama que son responsables de urbicidio, que los odia el Mediterráneo entero, que construyen búnkers que protegen del imprevisto.
Joel representa justo lo contrario, la juventud casi
imberbe, inconsciente, que se cría en el barrio en el que ella creció, que
habita los espacios que ella conoció.
¿Qué es lo que quiere Sara? Lo quiere todo.
Joan Solé es Marc: lo compadecemos, porque parece querer pararlo todo, recuperarlo todo, enmendar sus muchos errores, comprender algo de lo que ocurre, de una vida que parece ir demasiado rápido para él, de unos instintos que parecen ir demasiado rápido para él.
Teo Planell es Joel, joven, provocador, encantado de ser la
pieza inesperada, demasiado seguro de su posición para dudar de ella.
Ana Rujas es Sara: bella, delirante, herida, perdida, hambrienta, atravesada de sus “muchos y desastrosos intentos en búsqueda de afectos”.
Y tú, ¿tú también lo quieres todo?
Ficha artística
Texto
Ana Rujas
Dramaturgia y Dirección
José Martret y Pedro Ayose
Con
Ana Rujas, Joan Solé y Teo Planell (9 al 12 enero y 21 al 28 enero)/ Itzan Escamilla (14 al 19 enero y 29 enero al 2 febrero)
Diseño de espacio escénico
Alessio Meloni
Cámara en directo
Alicia Aguirre
Ayudante de espacio escénico
Juanjo González
Diseño de iluminación
David Picazo
Realización cabeza
Oxum FX
Diseño de sonido
Sandra Vicente
Composición música original
Ale Acosta
Diseño de Videoescena
Emilio Valenzuela
Asistente artístico
Kike Gómez
Movimiento escénico
Amaya Galeote
Diseño de vestuario
Ana López Cobos y Sara Sánchez de la Morena
Confección Ana Rujas
Natalia Rodríguez
Dirección de producción
Eva Paniagua
Jefe de producción (Come y calla)
Juanfran García
Ayudante de Dirección
Laura Garmo
Prácticas Producción Nave 10 Matadero
Rebeca Mollà
Una producción de Nave 10 Matadero y Producciones Come y calla