Chela de Ferrari ha creado una versión muy libre, que la
presentó el pasado mes de julio en el Festival de Aviñón con un reparto formado
mayoritariamente por actores ciegos o con baja visión.
Esta versión no viene a mostrar personajes perfectos, si no
todo lo contrario. Durante dos horas los actores no son ni buenos ni malos si
no que el espectador se verá reflejado en estos personajes.
El espectador, no sabrá cuando comienza la obra, ya que los
actores comienzan en el patio de butacas, es más, cuando suena la voz en off de
“faltan tres minutos para que comience el espectáculo” y la obra ya ha
comenzado.
El reparto compuesto por
de Patty Bonet (Mascha), Paloma de
Mingo (Polina), Miguel Escabias (Eugenio), Emilio
Gálvez (Elías), Belén González del Amo (Nina), Antonio
Lancis (Peter), Domingo López (Semión), Eduart
Mediterrani (Konstantin), Lola Robles (Arkadina), Agus
Ruiz (Boris), Macarena Sanz (Alicia)
y Nacho Bilbao, que se encarga de la música en directo.
Disfrutarás de nueve actores
con discapacidad visual o ceguera, dos videntes y un músico y actor, que te
sumergirán en este clásico.
Es increíble la imprescindible presencia del autor ruso en los escenarios actuales que explota estos días en los teatros españoles con cuatro versiones diferentes de una de sus obras fundamentales.
La frase: “Soy una gaviota. No… no es eso. ¡Soy una actriz!”. Es una de las frases más icónicas del teatro universal. Se ha reproducido desde hace ya 128 años, escrita por el ruso Antón Chéjov para la protagonista de La gaviota, por centenares de actores, pronunciada por diferentes idiomas y de mil maneras diferentes.
¿Cómo clasificar
la obra de drama, comedia o tragedia? No se puede, simplemente como la vida
misma está llena de amor, añoranza, tristeza con compasión…
Estoy segura de
que saldrás con el pensamiento y el gusto de a ver visto una obra que te genera
sentimiento, preguntas y considerarás necesaria haber visto y que la vean.
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