Llega el Teatro del Barrio uno de los estrenos más esperados de la temporada, la versión teatral de la exitosa novela de Andrea Abreu "Panza de burro". Bajo la dirección de Severiano García Noda, veremos a Silvia Criado, Delia Santana, Soraya González del Rosario, Delia Hernández y Javier Socorro, en una versión que aplaudirán todos los que disfrutaron de la novela.
En Tenerife no todo son resorts con piscina y calles
adoquinas y limpias de cara al turista.
También hay pueblos sin apenas trazado urbano en la otra
falda del volcán. Y da la casualidad que esos complejos hoteleros los
construyen y los limpian las gentes que habitan la Cara B del Teide.
Y de eso va Panza de burro, la adaptación teatral de
la novela homónima de Andrea Abreu, que la compañía canaria Delirium Teatro nos
trae esta semana al teatro del Barrio.
Panza de burro es el despertar sexual de dos niñas de
10 años. Panza de burro es el matriarcado que construyen nuestras
abuelas, que no solo nos alimentan, también nos ponen a régimen porque saben,
ellas siempre sabias, que la sociedad nos preferirá delgadas. Delgadas y
bienhabladas, y no hediondas y soeces. Todo lo que Isora no es. Por eso Shit,
la idolatra, porque encarna todo lo que no hay que ser.
Panza de burro es una fiel adaptación de la novela,
con el aliciente de que la voz canaria no solo se lee, sino que se escucha, y
es una delicia. Es la historia del verano de dos niñas que dejan atrás la
infancia adentrándose en un agosto plomizo que cambiará sus vidas para siempre.
Gofio, pies negros, heridas en las rodillas, la Virgen de la Candelaria, papas
con mojo verde y el primer beso a las puertas de la pubertad.
La panza de burro, ese fenómeno meteorológico tan canario, sirve como metáfora de la opresión que supone el deseo, y de la opresión colonial que sufre Canarias, el vallado alemán que les impide bañarse en esa playa, el cercado que les prohíbe el baño en la piscina que su madre limpia.
La propuesta teatral es tan fiel al libro de Abreu que los
perros del barrio tienen protagonismo particular. Mención especial a esos
veranos de los primeros dosmiles cuando el chat de Terra era una ventana
al mundo exterior, sobre todo en una isla sin mar para dos niñas, las
telenovelas venezolanas eran un punto de encuentro después de comer y la música
de La Aventura nos recordaba que eran las cinco de la mañana y no habíamos dormido
nada. (Por cierto, Leticia Dolera y Celia Freijeiro utilizan la misma canción
en la maravillosa Marcela de Miguel de Cervantes).
La compañía canaria Delirium Teatro con una dilatada trayectoria, aterriza en la península con una propuesta sencilla, con una puesta en escena que hace avanzar la acción con cajas de botellines de cerveza y seis actores que cambian de rol en pleno escenario. Brooke tenía razón, no se necesita más para hacer magia. Dirige Severiano García.
Van a estar, por éxito popular, hasta el día 26 en sesión doble. Los peninsulares, quizá, necesiten glosario. Prepárense para cantar.