Se respira ambiente festivo en el Espacio AUREA del Festival de Almagro. La compañía Lucas Escobedo nos ha preparado una gran fiesta para celebrar la vida, de la que quiere hacernos partícipes desde el primer momento. Una deliciosa propuesta en la que se entrelazan los textos clásicos del Siglo de Oro, con números circenses, canciones populares con duelos de esgrima, todo ello preparando la llegada de un rey que no termina de llegar. Pero ante todo, es un montaje para celebrar, para disfrutar, para reír, para reivindicar la farra, la fiesta, el jolgorio, aunque no tengamos nada en especial que celebrar.
Como el propio nombre la obra nos indica, vamos a asistir a una juerga, una jarana, un plan inmejorable para estas noches de calor de este mes de Julio. En estas calurosas noches de verano, apetece estar en las calles, compartir con los vecinos, charlar en la puerta de casa con los que no pueden aguantar dentro de sus casas, es época de disfrutar de la noche en comunidad. Y esto es lo que nos propone este "cabaret barroco" que nos trae laCompañía Lucas Escobedo, en el que es su primer acercamiento al teatro clásico español. Una propuesta con la que emocionarse y disfrutar en este espacio tan singular como es la antigua universidad renacentista de Almagro, uno de esos lugares llenos de magia en el que este tipo de espectáculos crece al son marcado por la música tradicional y las acrobacias de estos fabulosos intérpretes, que destilan buen rollo y ganas de disfrutar.
Esta coproducción de la Compañía Nacional de Teatro Clásico y la Compañía Lucas Escobedo es un juego en el que se involucra al público en todo momento, para hacerle partícipe de esta fiesta que celebra que no hay nada en particular que celebrar, brillante premisa que nos deja claro lo que vamos a ver. La compañía ha llegado al clásico después de explorar territorios contemporáneos muy eclécticos, desde el teatro gestual al circo, pasando por el teatro de máscaras. “Como artistas y como creadores llevamos años transitando diferentes temáticas y lenguajes escénicos hasta que hemos llegado al punto de querer meternos con los clásicos” reconocen los creadores de la pieza. Y hay que reconocer que el resultado ha sido inmejorable, ganando el Premio Max a "Mejor espectáculo musical o lírico" hace unas semanas. Teatro, música, circo y comedia conforman, en definitiva, un espectáculo de celebración, de regocijo en la cultura, de fiesta colectiva para todos los públicos.
Lucas Escobedo y María Díaz han sido los responsables de crear este fantástico texto, para el que han tenido que sumergirse en la literatura áurea española, tomando como hilo conductor la obra "El viaje entretenido" de Agustín de Rojas Villandrando. Esta incursión en los clásicos la han hecho manteniendo su esencia, que ha marcado la trayectoria de la compañía desde su creación en 2011, con una continua investigación y trabajo escénico y corporal. Con esta idea, de unir los clásicos a su propia identidad, nos regalan una pieza imponente, conmovedora, visualmente muy impactante, y con escenas fabulosas tanto de texto como de circo. Los autores reconocen que se han acercado a los clásicos "desde el respeto y la admiración que sentimos hacia esos textos y con nuestra particular mirada políglota en la que verso, música, canto y circo van de la mano. Creemos que el lenguaje del verso catapulta al actor a lugares donde otros textos no lo hacen y creemos en el poder de esa fuerza para, al mismo tiempo, hacer volar al espectador".
Los autores cuentan que "nuestra FARRA quiere reivindicar la
celebración, el disfrute, el derecho a
holgarse, la cultura, la comunidad frente
a la hiperactividad, el exceso de trabajo,
el consumo y la velocidad de los tiempos
actuales. Queremos reivindicar lo
valioso de la palabra, del teatro y de la
música para desarrollar la imaginación;
beber de nuestro patrimonio cultural
para provocar una catarsis en el
espectador, desatar la risa y ensalzar
la cultura como salvación ante el
desánimo.
Queremos que esta FARRA sea una
bocanada de aire fresco, una fiesta
donde celebramos la vida, un lugar de
encuentro, de comunión, de regocijo, risa
y divertimento. Un teatro donde se juega,
donde la escena juega y el público viene
con ganas de jugar, de pasárselo bien". Y podemos asegurar que lo han conseguido. En este delicioso montaje en el que se entrelaza la palabra y la acrobacia, la música con el verso, los duelos de esgrima con la comedia más burda, la gente se divierte, disfruta y participa de esta gran fiesta, en la que todo parece estar permitido.
Luis Escobedo explica que la obra "es un popurrí de textos y estilos hilvanados con mucho arte y coherencia. Citaría, por ejemplo, a Agustín de Rojas y su Viaje entretenido. En su obra nos muestra cómo era la vida de una troupe de cómicos de la época y sus viajes de pueblo en pueblo. Nos ha gustado beber esa fuente, poner en escena algunos de sus textos y representar esa compañía de antes y la de ahora, encontrando paralelismos muy interesantes. A veces al público le cuesta reconocer qué textos son nuevos y cuáles tienen 400 años, ¡algunos están muy vivos hoy en día!".
Por su parte, María Díaz nos cuenta que "durante el proceso de creación han sido muchas las autoras y autores clásicos que nos han acompañado y que han sido fuente de inspiración en todo momento. Pienso, por ejemplo, en Agustín de Rojas con El viaje entretenido, obra que se acercaba al universo de Farra no solo a nivel estructural sino también en contenido, o Cervantes con su eterno Don Quijote de la Mancha. Pero también Quevedo, Lope, María de Zayas, sor Juana Inés de la Cruz… Lo maravilloso del Siglo de Oro es la cantidad de material documentado al que se puede acceder. También esto ha sido un pequeño inconveniente por momentos, ya que corríamos el riesgo de perdernos en la magnitud de ese universo".
"Con la comedia por bandera, con el fin de transformar, emocionar y entretener al espectador. Hay una voluntad "humanista" por nuestra parte, de abordar la comedia siempre con el fin de tocar el corazón del espectador", eso explican los creadores de esta primorosa pieza escénica, que lo abarca todo, en un compendio que une a los escritores y escritoras del siglo de Oro, con el circo y la comedia más actual. Todos estamos invitados a participar de esta fiesta, de esta fabulosa celebración en la que todo es posible. Mientras esperamos a que llegue el Rey, podemos disfrutar de los ensayos de este grupo de cómicos y titiriteros, eligiendo lo que van a representar para sorprender al monarca. Un hecho teatral que nos une a todos, participando de estos preparativos para el gran acontecimiento que nunca llegará a producirse. Pero eso es lo de menos, lo importante es disfrutar, celebrar y pasarlo bien. Y todo eso y mucho más lo tenemos asegurado en este espectáculo.
Uno de los mayores alicientes de esta ingeniosa propuesta es el elenco, un grupo de polifacéticos intérpretes que cantan, interpretan, hacen malabarismos y nos hacen disfrutar de este recorrido por los textos del siglo de Oro y por las peripecias de esta compañía que espera a ese rey que nunca llega. Ellos son Alfonso Rodríguez, Irene Coloma, Jesús Irimia “Xuspi”, Lucas Escobedo, Paula Llorety Raquel Molano(que ha sido la encargada de la creación musical, uno de los pilares esenciales del montaje). Un elenco que realiza un trabajo impecable, con coreografías de una belleza apabullante, con un ritmo vertiginoso que los intérpretes aceleran o ralentizan a su gusto, para hacer las delicias del público. Cada uno aporta su granito de arena para que el resultado sea preciso, divertido y de una impecable precisión técnica.
Como en toda fiesta que se precie, el lugar donde ocurre debe estar cuidado, escogido a la perfección para que la diversión sea total. En este caso, la escenografía diseñada por Xavier Erra nos traslada a un espacio indefinido, que va mutando conforme avanza la función. Un sencillo juego de elementos que los propios intérpretes se encargan de mover para la composición del espacio en cada momento. Esencial en este montaje resulta la cuidada iluminación de Manolo Ramírez, que nos hace transitar por los distintos ambientes de la obra, desde lo más "solemne" de los textos del siglo de Oro, a lo más festivo de los números circenses. Todo ello se apoya en el contundente sonido creado por Óscar Guzmán y que hace vibrar el patio de butacas con su energía festiva. Por último, no podemos dejar de hablar del fantástico diseño de vestuario de Ana Llena y Soledad Seseña, que nos coloca a los intérpretes como comediantes de otra época.
En definitiva, esta coproducción de la Compañía Nacional de Teatro Clásico y la Compañía Lucas Escobedoconsigue con creces lo que pretende, hacernos disfrutar y celebrar toda la suerte que tenemos de no celebrar nada (y todo a la vez). Una pura fiesta, un disfrute divertido e ingenioso, sofisticado e inteligente, mordaz y muy entretenido. Porque en eso consiste esta Farra, en mezclar lo profano y lo sagrado, la música con el verso, el circo con la poesía, todo ello en un cóctel explosivo que nos lleva en volandas de principio a fin. Esperamos que esta Farra continúe mucho tiempo, que la celebración sea constante, aunque no haya nada en particular que celebrar, pero podamos celebrarlo todo.
Teatro: Farra. Antigua Universidad Renacentista, espacio AUREA. Festival de Almagro
Reviewed by Fernando Muñoz Jaen
on
viernes, julio 18, 2025
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