Cuatro voces en escena, prosa de la propia historia y verso en las entrañas de lo indefinible. Escenas espejo de la palabra de Calderón, acariciando los límites de lo humano. Incapacidad para comprender,torpeza humana, siempre en manos de los Dioses que hubieron de guiar el destino.
La dramaturga Aurora Parrilla se ha sumergido en los textos de Calderón, extrayendo fragmentos de algunas de sus obras, uniendo poética y actualidad en una reflexión sobre los motivos de la monstruosidad presente. Junto a David Boceta en la dirección han trabajado con libertad lo intangible, el concepto simbólico de las obras sin importar aquí el continente.