Luces rojas con tintes sesenteros tiñen de nostalgia la Sala José Luis AlonsodelTeatro de La Abadía al son del negrito del Cola Cao. Las campanas propias del lugar nos llaman al rito, al culto, al espectáculo. La función va a comenzar. Canciones infantiles inquietantes en su soniquete “Garrote vil, garrote vil, así así, una vuelta más, una vuelta más…”.
Un globo rojo nos marca el camino. El verdugo, entre risas infantiles, se prepara…. El NODO acompaña e ilustra aquella época oscura, no tan lejana, donde la legión, el honor y la justicia no eran tan poética como la propia realidad. Y de nuevo, sesenta años después, se nos presenta esta historia, esta vez de una manera creativa, original, distinta. Los títeres y el verdugo. Berlanga y Calvente.
Talento en estado puro. Y en estas, José Luis, un triste empleado de una funeraria, que tiene el sueño de emigrar a "las Alemanias" para ser un buen mecánico, conoce a Carmen, hija de Amadeo (el gran Isbert en la película de Berlanga) verdugo profesional. Y unas cosas camiles llevan a otras y se tiene que casar y comprar un piso, claro.
Por motivos varios, económicos, familiares, burocráticos y demás, José Luis pasa a ser el nuevo verdugo, menos profesional. Amadeo se jubila y José Luis coge la plaza con vistas a no ejercer su trabajo, pero irremediablemente las cosas trocan y……
Este alegato tragicómico contra la pena de muerte realizada en plena dictadura nos retrotrae a esa época contenida y funesta de la historia de este nuestro país, con las contradicciones propias de la época y de la situación. Y nos la muestran unos títeres, una compañía luminosa, El espejo negro, con treinta y cinco años de trayectoria, donde el malagueño Ángel Calvente, con humor, crítica e irreverencias varias, nos presenta este caramelo teatral para degustar sin prisas en esta tarde invernal y azul.
“Los vecinos, ¿Qué dirán los vecinos?” Propuestas en escenas creativas, técnica impecable, escenografías transformadoras de espacios, cuerpos y mentes, juegos luminosos que enriquecen, que aportan, evocaciones continuas al reciente pasado que ilustran socialmente las entrañas de un país, y un elenco excepcional que da vida a muñecos de goma espuma que por momentos parecen vivos, que emocionan, que sienten, que sueñan, que sufren y padecen. Que actúan como si ya ellos no estuvieran detrás. Sin hilos ni etiquetas.
Susana Almahano, José Vera, Carlos Cuadros y Laín Calvente, con la voz en off de Juanma Lara, manejan a la perfección el espacio creado para transmitirnos su voz, su profesionalidad y su trabajo a través de los hilos, de los títeres que tanto sienten, que tanto nos dan. Nos ofrecen un montaje tierno, delicado, liviano, poético.
Tocan un tema tan difícil de una manera tan directa, sincera y cuidada que sin querer nos lleva también a la reflexión del que juzga y del que es juzgado, de los límites y la impunidad, logrando una atención plena en escena por nuestra parte. Esa dicotomía entre la justicia y las circunstancias, entre la generalidad y lo individual, entre el bien y el mal, entre lo divino y lo humano.
“La gente tiene la manía de pensar que nuestro trabajo…” Os damos las gracias por el vuestro. Si Berlanga visitara en estos días el Teatro de La Abadía, vería su espíritu en Ángel Calvente, se vería reflejado en él, en como este director ha sabido reproducir esta sutileza berlanguiana, dándole ese toque personal cual feriante por las plazas mayores de esos pueblos castellanos, con el objetivo de entretener, y en este caso, también de reflejar los dimes y diretes dictatoriales sin sentido, de reacciones autoritarias ante las conductas humanas, algunas, también sin sentido.
“Esta gente de la farándula tienen teatro hasta para morirse”. Esta gente de la farándula, estos titiriteros nos han emocionado, nos han conquistado. Nos han hecho volar, sentir, sufrir, reír y comprender el otro lado. El Abadía entre rejas les espera. Se busca verdugo. Quizá nunca lleguen a trabajar, pero lo que es seguro es que a este verdugo no le daremos garrote. Invitados quedan.
Reparto: José Vera Nicart, Carlos Cuadros, Laín Calvente, Susana Almahano. Voz en off del cura: Juanma Lara. Técnicos de luz y sonido: Adrián Alcaide Composición de banda sonora: Miguel Olmedo Producción musical: Laín Calvente Diseño y construcción de marionetas: Ángel Calvente Diseño de iluminación y programación: Laín Calvente Diseño proyecto QLab y ayudante de iluminación: Adrián Alcaide Diseño de escenografía: Ángel Calvente Vestuario marionetas: Carmen Ledesma y Elisa Postigo Animación, fondos de ilustración y cartel: Vicente Martín (Vicen) Asistente de animación: Ricardo Almondróguez Regidor y ayudante técnico: Laín Calvente Atrezzo: Carmen Luna, Ángel Calvente y Pablo Catalá Voces tema musical ‘Garrote vil’: Escuela de Canto Alba Bermejo Alumnas: Luna García, Adriana Garrido y María Suli Sánchez Filmación, montaje y edición del espectáculo: Salvador Blanco Construcción de escenografía: Mambo decorados y Xevi Planas Diseño gráfico: Carlos Javier Calvente y Ángel Calvente Fotos espectáculo: José Luis Gutiérrez Agradecimiento a: Javier García, Mayte Moyano y Flori Espejo Distribución oficial: El Espejo Negro – Carmen Ponce Una coproducción de El Espejo Negro, Ángel Calvente S.L. y Teatro del Soho Caixabank Con la colaboración de la Universidad de Málaga | Vicerrectorado Teatro Municipal Concha Espina | Festival de Invierno de Torrelavega
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