Son los años más duros de la Segunda Guerra Mundial y la bulliciosa ciudad de Nápoles vive las vicisitudes de la contienda. Este es el marco en el que transcurre esta deliciosa y dolorosa pieza en la que conoceremos a fondo a una familia napolitana que lucha por sobrevivir a cualquier precio. Una contundente propuesta que nos adentra en el lado más oscuro de la mente humana, ese que sale a relucir cuando estamos en situaciones límite.
Eduardo Filippo -una de las principales figuras de la dramaturgia europea del siglo pasado- escribió y estrenó Nápoles Millonaria, poco después de acabar la segunda guerra mundial.
Se estrenó el 15 de marzo de 1945 en el Teatro San Carlo de Nápoles y en 1950 se hizo la película dirigida e interpretada por el Propio Filippo.
La obra como señala su título y como todos los textos de Filippo transcurre en Nápoles y a través de la historia de la familia protagonista nos cuenta las diversas vicisitudes por las que pasa la ciudad y sus habitantes a lo largo de la Segunda Guerra Mundial, primero bajo la represión de los fascistas italianos, luego bajo el terror de los nazis alemanes y finalmente con la liberación de la ciudad por el ejército aliado.
Toda la trama tiene como epicentro la vivienda de la familia protagonista, por donde van pasando los vecinos por la mañana tanto para tomar una taza del preciado café que en tiempos de conflicto escasea como para “comprar” harina, azúcar, carne, huevos……esos bienes de primera necesidad que tan difíciles son de encontrar.
Según va pasando el tiempo los “negocios” cada vez son más rentables y la familia va mejorando socialmente. Lo único que aparentemente ensombrece la situación es que Genaro -el cabeza de familia- tuvo que ir al frente y se encuentra desaparecido, nadie sabe si está vivo o muerto. Pero ni siquiera esto parece afectar en exceso a la familia.
Como indicaba la acción se desarrolla en Nápoles, pero eso es lo de menos, podría haberse desarrollado en cualquier ciudad europea que tuvo que hacer frente a la guerra. Se trata de una lucha sin descanso por la supervivencia de uno mismo y de su familia. Una pugna entre la dignidad y la pobreza, entre la esperanza y la desesperación.
¿En una situación de necesidad no haríamos nosotros lo mismo?. ¿Cómo se puede levantar uno cada día y hacer frente al hambre, a la muerte, al horror de la guerra, a la enfermedad, a la falta de los bienes más esenciales?.
Todo conflicto bélico es un periodo oscuro, lleno de luces y sombras. Por un lado, es cuando más debemos agarrarnos a la esperanza incluso en el peor escenario y por otro sale afuera nuestra peor cara, es el momento en el que pensamos más en nosotros mismos que incluso en nuestra familia. Es el momento de que el mundo se detenga y nos paremos a reflexionar, a empatizar con los demás, con los que peor lo están pasando.
La obra plasma como en situaciones extremas dejamos de lado los valores que rigen nuestra vida y salen al exterior nuestros peores instintos. Aunque aparentemente su situación socioeconómica es acomodada, no es real, es una ficción. En definitiva es una obra sobre lo necesario, lo imprescindible que es recuperar los valores que guían nuestras vidas.
La escenografía responsabilidad de Paco Azorín con la colaboración de Fernando Muratori es de una enorme originalidad, todo gira alrededor de la casa de los protagonistas que va cambiando de aspecto y ubicación en cada uno de los actos. Los sencillos elementos que la conforman, una cama, una mesa y varias sillas se van adaptando a lo que requiere el momento y la escena.
La obra de Filippo ha sido traducido y adaptado de un modo notable por Juan Asperilla que ha conseguido un texto muy redondo donde se integran a la perfección drama, comedia y tragedia. Como el propio Asperilla señala: “Espero que al público le llegue un mensaje muy sencillo y actual. En momentos de conflicto y oscuridad, como los de ahora, cuando los valores se han perdido, la regeneración moral es siempre posible. Hay que hacer el bien y ayudar al otro. Hay tanta mentira a nuestro alrededor, tanta máscara, tanto engaño y autoengaño, que saber que hay esperanza reconforta”
Antonio Simón dirige impecablemente una obra compleja fundamentalmente por la amplitud de elenco y consigue que una obra escrita hace mas de 70 años se haga todavía más vigente a día de hoy. “La obra es un viaje” como ha señalado el propio Simón quien indica que “la intención del autor es realizar un canto a la vida y al disfrute en un momento de tragedia donde quiere reforzar las relaciones humanas basadas en la ternura, en la bondad y no en la explotación".
Como señalaba el amplio elenco está formado por Dafnis Balduz, Rocío Calvo, Roberto Enríquez, Óscar de la Fuente, Lourdes García, Elisabet Gelabert, Nuria Herrero, Raúl Prieto, Fernando Tielve, José Luis Torrijo y Mario Zorilla.
Hasta 18 personajes aparecen en uno u otro momento en escena interpretados por estos 11 actores dando a la obra un dinamismo que se agradece para poder disfrutar de la misma en todo su esplendor.
En definitiva Nápoles Millonaria es una pequeña joya que nos ayudará de algún modo a afrontar los momentos difíciles por los que pasamos en la vida, debiendo tener claro que siempre debemos estar ahí para los que nos necesiten puesto que más temprano que tarde nosotros también precisaremos de la ayuda de los demás.
VOLVAMOS A LOS TEATROS. LA CULTURA ES SEGURA.
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Teatro: Teatro Español.
Dirección: Plaza Santa Ana, C. del Príncipe, 25.
Fechas: Del 24 de febrero al 28 de marzo. De martes a domingo a las 19 horas.
Entradas: De 6 a 22 € en Teatroespanol. Programa de mano
Ficha artística y técnica:
· Dirección: Antonio Simón.
· Texto: Eduardo de Filippo.
· Traducción y adaptación: Juan Asperilla
· Reparto: Dafnis Balduz, Rocío Calvo, Roberto Enríquez, Óscar de la Fuente, Lourdes García, Elisabet Gelabert, Nuria Herrero, Raúl Prieto, Fernando Tielve, José Luis Torrijo y Mario Zorilla.
· Diseño de espacio escénico: Paco Azorín
· Ayudante de escenografía y atrezzo: Fernando Muratori.
· Diseño de iluminación: Pedro Yagüe.
· Auxiliar de iluminación: Kike Chueca.
· Diseño de vestuario: Ana Llena.
· Ayudante de vestuario: Tania Tajadura.
· Diseño de sonido: Lucas Ariel Vallejos.
· Auxiliar de sonido: Fernando Díaz.
· Diseño de videoescena: Pedro Chamizo.
· Movimiento escénico: Luis Romero.
· Ayudante de dirección: Gerard Iravedra
· Residencia de ayudantía de dirección: Marlene Michaelis Breva
· Fotografía: Jesús Ugalde.
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