Un título demoledor que nos mete de lleno en la acción que vamos a ver. Estas contundentes palabras las utilizó Unamuno en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca para mostrar su descontento por la situación que se vivía en España en lo que sería un aciago presagio de lo que sucedería poco después con el estallido de la Guerra Civil. Unas palabras que supusieron el inicio del fin para el escritor, que acabó recluido en su casa horas después de pronunciar estas palabras. Un hecho histórico que sirve de punto de partida para hablar de una parte importante de nuestra historia reciente, basada en los poemas y cartas del autor vasco, en el que se hace una interesante radiografía de lo que fue, así como su visión del país en aquellos días tan convulsos.
Teatro: Cuando caiga la nieve. Teatro Fernán-Gómez
Las personas que transitan la ciudad se cruzan de forma fortuita, pero en determinadas ocasiones el destino puede hacer que esos encuentros sean trascendentales para sus vidas. Este cruce de caminos, de almas perdidas, nos lleva a situaciones límite, en las que se pone de manifiesto hasta donde somos capaces de llegar por conseguir aquello que anhelamos. La ciudad como un elemento vivo que nos atrapa y a la vez nos guía, que nos lleva de la mano por el oscuro camino que es la propia vida. Pequeños instantes, lugares comunes, que en momentos determinados se convierten en determinantes para que tomemos decisiones que nos hacen avanzar.
Andrea Pixelada en El Pavón Teatro Kamikace
Teatro: Otelo a juicio. Teatro Cofidis
Teatro: Las cosas extraordinarias. Teatro Lara
Teatro: La excepción y la regla en el Teatro Del Barrio.
LOS ACTORES
Vamos a contaros
la historia de un viaje. Lo emprenden
un explotador y dos explotados.
Observad con atención el comportamiento de esa gente:
Encontradlo extraño, aunque no desconocido.
Inexplicable, aunque corriente,
incomprensible aunque sea la regla.
Hasta el acto más nimio, aparentemente sencillo,
¡observadlo con desconfianza! Investigad si es necesario,
¡especialmente lo habitual!
Os lo pedimos expresamente, ¡no encontréis
natural lo que ocurre siempre.
Que nada se llame natural
en esta época de confusión sangrienta,
de desorden ordenado, de planificado capricho
y de Humanidad deshumanizada, para que nada pueda
considerarse inmutable.