La necesidad de cambiar nuestra forma de vida para que el planeta no colapse. Lo hemos escuchado muchas veces pero seguimos consumiendo por encima de lo necesario, volando varias veces al año, priorizando nuestra comodidad con respecto a la colectiva, descuidando un planeta que se queja y al que parece que no queremos hacer caso. Esta divertida y contundente propuesta escénica nos habla de todo esto y de las pequeñas iniciativas que intentan frenar esta gran crisis climática. Desde la parte que nos toca, es la hora de recapacitar y volver a nuestros orígenes, para poder seguir disfrutando de este planeta que agoniza.
Sollertinsky. Cuarta Pared
Sollertinsky toma el nombre del conocido artista ruso, amigo íntimo de Shostakovich y con el que su director, Julio Provencio, responsable también de títulos como Cuando Caiga la Nieve, habla de la amistad y de los fuertes lazos de unión que existen incluso después de la muerte.
Nuestros muertos. Sala Cuarta Pared.
La crueldad de los asesinatos y de los vivos que se quedan heridos para siempre por el recuerdo de sus seres queridos desaparecidos. El dolor y el perdón, quizás deban ser caras de la misma moneda, a lo mejor el uno es necesario para aliviar el otro. Esta radiografía de los dos periodos san sangrientos de la historia reciente de nuestro país nos pone frente a la realidad del dolor y del sinsentido del asesinato, en este caso por dos ideologías antagónicas. La muerte en el centro, como eje central para explicar lo que somos y para explicar de donde venimos.
Les Maleïdes. Sala Cuarta Pared
Unos módulos de madera con ruedas, un ciclorama al fondo, algunos objetos simbólicos de atrezzo, una buena historia que contar, y tres actrices y un actor como la copa de un pino. Esa es la fórmula con la que cuenta Sergio Baos, dramaturgo mallorquín de Les Maleïdes (Las Malditas), para su obra que tanto nos sedujo este viernes 24 de noviembre en la madrileña sala Cuarta Pared y dentro del 41 festival de Otoño de la Comunidad.
Nimbes. Sala Cuarta Pared.
Una imagen que funciona, el poder de lo femenino al
servicio de la escena.
Sólo dos días han estado estas valencianas en la céntrica sala madrileña La Cuarta Pared, en el VI ciclo de danza MoverMadrid. Y eso que nosotras nos hubiéramos ido con ellas de gira por donde fuera.
Un aplauso generosos, de un público bien atento y entregado, suena al terminar la pieza, y es que estas mujeres nos han cautivado con su propuesta escénica, su sencillez y honestidad de la artesana que sabe lo que hace, y lo hace bien, porque esa es la sensación que nos llevamos, lo que está bien hecho y bien contado, con talento pero también con trabajo.