Corren momentos en los que la soledad es el mal de nuestro tiempo y a la
vez ruido mucho ruido que no permite que escuchemos al otro.Muchas palabras, todas vacías de sentido y
contenido, una verborrea que en el fondo no nos interesa ni a nosotros mismos,
pero es necesario llenar silencios, espacios vacíos.
Francia en conclusiones de la Cumbre del G8 Génova
2001: “…Por el contrario, lo que considero indiscutible, por encima
de las diferencias ideológicas, es la cuestión del control de la globalización.
¿Cómo sacar el máximo partido de ella? ¿Cómo minimizar los perjuicios que
provoca? ¿Cómo evitar las exclusiones y conseguir que el mayor número posible
de personas se beneficie de sus ventajas? A nuestras sociedades, y sobre todo a
las instancias políticas de nuestras sociedades, es a quien corresponde aportar
respuestas. Más allá de las normas necesarias para regularla, la mundialización
exige una política voluntarista de los miembros de la Comunidad Internacional
para preservar la paz internacional, para compartir mejor los beneficios
inherentes al desarrollo del comercio mundial, para que se respeten más los
principios de justicia, de democracia y de respeto a los derechos humanos”.
Les confesaré ya en primera línea que es Morboria una compañía por la que
siento absoluta predilección. Una compañía que cumple 37 años acercando el teatro clásico
a todos los públicos a grandes y pequeños, visibles en el teatro de calle, en
fiestas medievales, en la plaza de un pueblo, o en el teatro mas refinado. La fuerza de una compañía que ha resistido los golpes y varapalos que ha
sufrido la cultura pero que con todo nos ha mostrado, máscaras, vestuarios,
escenografías y proyectos que no hemos visto ni en las mas grandes producciones. Morboria es amor al teatro, al teatro clásico, a la música a la danza,
al arte, al público. Al trabajo artesanal. En definitiva, somiatruites en estado
puro.
Espacio Ibercaja Delicias. - ¿Dónde es?, - ¿Dónde
está?. Muy sencillo, el acceso es por el lateral del Museo del Ferrocarril, no
tiene pérdida. Una carpa a lo lejos y ya comienza el leve hormigueo en el
estómago.
Al entrar, al tomar asiento, unas
escalinatas marchitas, tonos grises en escena. La guerra, la ignominia de uno
contra todos, la desolación y la desesperanza que acaricia el alma y al
pueblo, cuando no existe forma humana de rebelarse contra el poder.
Numancia, una tragedia que reflexiona sobre los límites de la libertad humana,
individual y colectiva. Una expresión trágica de la
impotencia humana y su supeditación a las formas de poder, una tragedia
renacentista inspirada en la derrota de Numancia de las guerras celtíberas a
manos del poder romano en el siglo II a. C.
Es difícil deconstruir conceptos, aprehender y volver al origen de las
palabras, volver a la esencia y volcar nuestra concentración de para que fueron
construidas. Hemos deformado y pisoteado los conceptos. “El cerco de Numancia” es un fiel reflejo de esta insolencia. Nuevas
teorías que hablaban de “El miedo a la libertad”, donde el pueblo espera a ser
representado, en una suerte acomodaticia, donde se somete por el miedo a tomar las riendas de su propio
destino, y asumir errores. Volvemos a la libertad en tanto a pertenencia, a
formar parte de un grupo lejos de la petulancia individual y egoísta,
anteponiendo la soberbia de salvarme yo, frente al otro.
Es “Numancia”un espejo, de la realidad que era y sigue
impertérrita en el tiempo. El poder sigue constante, displicente, mientras
tanto la ciudadela cercada, es hoy un todo global tan deslavazado que resulta difícil
engarzar.
Ana Zamora dirige una puesta
en escena sólida, imperturbable al paso del tiempo, de complejo verso y texto
del que solo Cervantes puede tener autoría. La lucha
del oprimido contra el opresor latente y rotunda en escena. Sintetizando y
magnificando lo vital sin perder un atisbo de fidelidad a la esencia
cervantina. Zamora se acompaña de un elenco que ha sabido dar forma y vida a
los gritos de un pueblo que lucha por sudignidad que se rebela contra lo injusto, que agonizala muerte dignificando así la vida. Zamora consigue que las conjugaciones
violencia/ debate verbal, barbarie/ civilización con las que se trabajan, sean
entendibles y se establezcan estrechas relaciones con conceptos aún vigentes proyectándose
fieles pero acercando un texto complejo al gran público. La libertad como
concepto y con efecto de pertenencia al grupo, distando de una libertad
individual y egoísta tan marcada en estos tiempos.
Es “Numancia”, la astucia de un pueblo que prefiere morir a doblegarse.
La lucha contra la invasión, la humillación y la injusticia de un pueblo que se
siente arrollado por el poder militar de Roma. Durante
los veinte años que duró el asedio de Numancia, que avergonzaba profundamente a
todos los romanos, los celtíberos opusieron una resistencia. Marandro,
enamorado de Lira, decide resistir junto a su pueblo al cerco al que el
ejército romano, bajo las órdenes de Escipión, somete a todos los habitantes
de Numancia. Están dispuestos a morir antes de entregarse vivos.
Irene Serrano, José Luís
Alcobendas, Alfonso Barreno, Javier Carramiñana, Javier Lara, Eduardo Mayo,
Alejandro Saá, Isabel Zamora componen un
elenco que fluye a la perfección en escena, romanos y numantinos, cinestesia y
movimiento escénico componiendo un todo perfecto. Cambios radicales de
vestuario y sutil gesto que no romperá el ritmo, únicamente nos situará en otro
plano en la otra cara de la moneda.
La ciudadela, la inanición y
la muerte, la angustia, la opresión, la lucha, la rabia con un poso constante
de melancolía, frustración y desolación. La irrupción de
las tropas ocupando el espacio central, los palcos laterales invadidos por la dialéctica.
Numancia ha copado el Teatro de la
Comedia, ya parecemos formar parte del cercado numantino. Solo nos
queda resistir o someternos, pero aún no ha terminado la función.
Nos sorprendió de nuevo Irene
Serrano con una madurez cada vez mas sólida en escena, uno de los valores mas
certeros en la escena clásica actual, verdad en soliloquios y diálogos,
sentimos el desgarro en su espera y la rabia del que no sabe cual será su
porvenir.
Alicia Lázaro en el trabajo
de dirección musical construye una mezcolanza cuya
raíz deviene en fuentes renacentistas, canciones españoles y los madrigales
italianos, danzas populares y las escenas carnavalescas de los antiguos
romances dando si cabe mayor fuerza a esta Numancia íntima.
Un vestuario austero, aciago
trabajo de Deborah Macías, marcando la desidia, realizando un
ejerciciode extensión y compactación
con la escenografía de la mano deCecilia Molano.Miguel
Ángel Camacho en el trabajo de iluminación, pondrá el foco en el temor y en
la lucha de un pueblo, pero también en la prepotencia del que viene a vencer,
juego de luces y sombras que nos atrapará intentando identificar ese juego.
No podemos olvidar al imprescindible Vicente Fuentes en asesoría de verso, Javier García Ávila en
coreografía, Fabio Mangolini en asesoría de movimiento, Rodrigo Muñoz en asesoría de percusión y todo
un equipo que nos acerca a una obra del mas alto nivel.
Entran las tropas y solo queda ir a
disfrutar de esta brillante puesta en escena para descubrir si finalmente nos
doblegamos o preferimos la muerte para dignificar la vida.
Señoras y señores el talk
show mas controvertido, mas ácido, el que escarba hasta las entrañas del poder
para ponerlo patas arriba, el que convierte lo individual en colectivo. Un
curso de reconversión para gente normal.
El Teatro del Barrio acoge bajo
la 39º Edición del Festival de Otoño ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?Autoría de la dramaturga Andrea Jiménez, la
guionista Olga Iglesias y la periodista Nerea Pérez.
Andrea Jiménez dirige una
puesta en escena a golpe de show televisivo. Nerea Pérez presenta el show, es
altavoz, es foco , es la agitación política, es la Pepita Grillo que nos
recuerda constante que lo personal es político. Que la experiencia de una es el
reflejo de un todo estructural.Olga Iglesias es espejo, es cualquiera de nosotras, un día cualquiera, o no un día cualquiera, más bien el día que decidimos decir basta y reconocernos.
Nunca es suficiente, nunca has dado lo mejor de ti,
siempre podría estar mejor yademás
podrías ir más arregladita, mas mona, mas normal. ¡ Chica, sácate
partido!.Nerea nos los cuenta con un constante
subtexto, este sistema, este lenguaje asfixiante no solo interpela a una, nos
interpela a todas, en todas partes, a todas horas. Y solas no podemos
combatirlo, pero juntas, juntas es otra cosa.
Olga Iglesias quiere contar su historia, está decidida
como tantas otras a darse entidad, a reconocerse, de una vez por todas quiere
ser escuchada.Anécdotas que han forjado
su personalidad, la relación con su madre, un mundo laboral precario. Rompiendo
con la vergüenza, la timidez, fruto de los mensajes ¡otros son mejores que tú!
, no bailas bien, cantas mal . Total, que si haces caso, te pasas la vida impertérrita,
en estado de paroxismo sin hacer nada bien ni mal , para que nadie te
interpele.
Un día mujeres como Olga decidieron contarlo, en un café
con amigas, a las compañeras, en definitiva fuimos viendo que lo nuestro no era
una cosa única, ni era culpa nuestra, más aun todas teníamos también a aquella
conocida cómoda en un sistema patriarcal, que nos miraba como si fuéramos raras
y surgió en nosotras esa Nerea con lentejuelas, brillos, flecos y micro en mano, que lo hizo político, que lo hizo global y
elemento de lucha colectiva.
La carga política es potente y muy clara desde los
cimientos del propio texto, pero eso no hace que esta puesta en escena sea
menos divertida y ecléctica. Colores, una presentadora todo terreno, cambios de
espacio, movimiento de escenografía. Jugaremos al “Pasapalabra”, escucharemos
copla a lo mas puro “Talent Show” , Cocinaremos con Olga mientras la batidora y
Nerea se pisan la palabra.
Ante todo presenciaremos una puesta en escena que
invita a seguir en la lucha, que nos interpela para continuar juntas.
Un grito contra las injusticias, la precariedad. Una llamada a la sororidad, a
la certeza de entender que debemos decidir quienes y como somos. Un mal trabajo,
cientos de malos trabajos no nos definen a nosotras, definen un sistema que
alimenta la precariedad. Que antes eras pobre y ahora eres “loser” , en tanto
que pobre era un concepto colectivo, pero si no progresas, si no eres mas que
la otra eres una perdedora, alimentando un sistema de competencia. Suma y sigue
y así en bucle.
La pieza es todo esto, pero también imágenes
audiovisuales de la pequeña Olga, donde se venían a la cabeza recuerdos propios
en los que una no sabe si reír o llorar. Pero con todo hemos llegado aquí y no
hemos llegado tan mal, porque hemos llegado con un montón de compañeras dándonos
la mano. Hemos llegado, como dice una compañera, FEAS (Feministas, Ecologistas,
Anticapitalistas y Solidarias).
Si buscan en Google Olga Iglesias, Nerea Pérez o
Andrea Jiménez, probablemente les aparezca en la opciones; Nerea Pérez de las Heras pareja, Andrea Jiménez edad, Olga Iglesias
hijos. Si ponemos Dramaturgas,
lo primero que aparecerá será “Dramaturgo,
21 dramaturgos famosos”. Nos queda un largo recorrido así que mientras
tanto, se lo contamos:
"Olga
Iglesias y Nerea Pérez de las Heras han encontrado en Andrea Jiménez el punto
de unión para estrenar Cómo hemos llegado hasta aquí. Antes de desembocar en
este proyecto, Olga Iglesias ha sido encuestadora, camarera, mecanógrafa,
ayudante de producción, lectora de libros para editoriales, relaciones públicas
de discoteca, social media management, ghostwriter y guionista. Nerea Pérez de
las Heras es periodista, escritora y activista, y lleva años haciendo humor
político en público, que ha plasmado en Feminismo para torpes. Andrea Jiménez,
la directora de este espectáculo es, además, autora, actriz y productora,
fundadora de Teatro en Vilo en 2012 junto a Noemí Rodríguez. Ha trabajado como
actriz y directora con reputadas compañías de Francia, España y Reino Unido. Ha
creado y dirigido numerosos espectáculos, entre los que destacan Interrupted
(2013), Generación Why, estrenada en 2018 en el Centro Dramático Nacional, o
Locos de amor. En 2019 recibió el premio Ojo Crítico de Teatro que otorga RNE.
El Teatro del Barrio ha unido estos tres talentos en la que será su décimo
sexta producción".
Antiel Jiménez en el trabajo de escenografía e
iluminación da ritmo y acción a diferentes contextos, situaciones y etapas.
Iluminar la timidez de Olga y el entusiasmo de Nerea , las dudas y el arrojo
junto al trabajo de vestuario de Yaiza Pinillos que va de lo mas casual, lo mas
costumbrista, a lo mas folclórico, un tono moderno que vuelve a
Olga camaleónica y a Nerea en una hilarante Pepita Grillo.
Con estos mimbres que les hemos ido contando, vayan y vean porque yo no se “Cómo hemos llegado hasta aquí”.
Pronto vuelven 19, 20 y 27 de noviembre. No se lo pierdan.
Compañía: Teatro del Barrio De Olga
Iglesias y Nerea Pérez de Las Heras Dirección:
Andrea Jiménez (Teatro en Vilo) Dramaturgia:
Olga Iglesias, Nerea Pérez de Las Heras y Andrea Jiménez Interpretación:
Olga Iglesias y Nerea Pérez de Las Heras Escenografía e
iluminación: Antiel Jiménez Vestuario:
Yaiza Pinillos Ayudante de Dirección:
Laura Jabois Producción:
Lucía Rico Fotografía: Laura
Ortega Cartel:
Jacobo Gavira Comunicación:
Paloma Fidalgo y Ka Penichet Producción Artística:
Ana Belén Santiago
Una producción de Teatro del Barrio
Gerencia: Ana Camacho / Técnica: Tony Sánchez y “Mimi” / Taquilla y web:
Francisco Javier Barragán / Administración: Marysa Martínez.
Del teatro mas visceral, de la dramaturgia creada a base de trabajo
colectivo de Club Caníbal, del caos transformado en orden surge una propuesta
diferente, la unión de varios géneros teatrales, la España rural, la
intrahistoria, la psicodelia mas absurda pero ante todo el hilo conductor mas
abstracto, el poder.
-Señoras señores, quedan tres minutos para que se abran las puertas de
“El Corte Inglés”.
Chiqui Carabante en dramaturgia y dirección presenta junto a Vito
Sanz, Font García y Juan Vinuesa la tercera parte de su trilogía La trilogía de
Crónicas Ibéricas, formada por ‘Desde aquí veo sucia la plaza’ y “Herederos del
Ocaso”.
Este año mas que nunca la VIII Muestra de Creación Escénica Surge
Madrid será recordada como la Muestra de la vuelta a la normalidad, el empeño y
el esfuerzo con un público que llena los espacios deseando y valorando mas que
nunca el trabajo realizado.
María Jáimez nos presenta su propuesta dentro de este Surge Madrid, “Quiero ser Santa” una pieza que sabe a
natillas hechas con mimo, que huele a recuerdo y a hogar, y también al vestido
del domingo que picaba para ir a misa y a los calcetines largos que se bajaban
todo el rato.
Una contradicción en la que todo es añoranza sin juicio, es presente y
futuro porque otras fueron y nosotras somos también con ellas.
María nos contaba:
"El primer deseo de María, una
chiquilla andaluza, es ser santa, Santa María. Se cría entre vírgenes y
rosarios, mantillas y figuritas del portal de Belén; como referencias vitales
la Virgen de las Angustias de Granada, Santa Teresa de Jesús, Juana de Arco y
Madonna.
No piense nadie que esto es
una denuncia de la culpa, ni del cristianismo, ni de la iglesia, ni todo lo
contrario… No tiene ninguna actitud de denuncia de nada, ninguna voluntad
política. Es algo así como un retrato punk de la contradicción: hacer la
comunión vestida de virgen y pocos años después, darse el lote en los coches de
choque de la feria".
María Jáimez hilvana un texto íntimo que nos traslada a nuestro
origen, al lugar de donde venimos y donde parece en ocasiones que las cosas no
han cambiado tanto. La casa puede ser distinta, incluso puede vivir otra gente,
pero nosotros la seguimos mirando con los mismos ojos. Así, María comienza a
zurcir una idea filosófica y potente, de lo mas íntimo a lo colectivo, hasta lo
mas abstracto, sin que el humor decaiga en ningún momento.
Mientras tenemos los ojos vidriosos entre la risa, la presencia de José
Troncoso se percibe, pululando de alguna manera por la propuesta.
Una mujer joven fregotea el patio que un día fue cine, que un día fue
hogar y testigo silencioso de la vida, de una familia, enaguas y puntillas en
el lugar que ocupaba la pantalla. La miramos a ella, un parecido a Martirio relajá en su casa y camiseta de Canal Sur nos permite imaginar quien puede
ser María,parece no vernos hasta que
directamente nos interpela y en un abrir y cerrar de ojos nos hace cómplices de
su historia, campechana, cercana, pero con un enorme fondo y un enorme mensaje,
tras ese tinte festero.
Ella quería ser santa, nos lo cuenta, ella es de la Virgen de las
Angustias, Juana de Arco, Santa Teresa y Madonna unas conexiones que son sumamente
lógicas y que además nos muestra con pruebas audiovisuales que podemos ver en
lo que un día fue pantalla de cine. Porque ella cree, a ella le da igual que tu
creas o no, que ella no lo juzga y lo respeta, pero ella cree. Más si vemos las
conexiones que la llevan de una cosa a la otra y es que veremos que todo eran
señales para que ella fuera santa.Eso
sí, está también su tía Milagros, soltera, que dice que ella quiera, que quiera
mucho y se deje de tanto Like a prayer.
Por una cosa o por otra de María del Monte, y los consejos de tía
Milagros, da un vuelco la vida que una no sabe por qué y te ves en Tarifa y en
Sevilla y en una rave en Tarifa otra vez, pero, vean, que una cosa no quita la
otra. Las conexiones están ahí, las hemos visto. María ademas tiene dos
acompañantes con las que habla, se comunica, en un suerte de making off en
escena, en un ágil trabajo de iluminación, espacio sonoro, audiovisual y todo
lo que allí se fuera necesitando trabajo de Alicia Lescure y Leticia Karamazana.
Nada por supuesto es improvisado, solo algo muy trabajado puede sonar tan cercano, Javier Macipe
en asesoria audiovisual y Ernesto Artillo en dirección artística también nos
acercan su trabajo. Porque ella se dirigía a lados, a Alicia y a Leticia, al público, a su amiga flamenca. A los
treinta minutos el patio de la abuela de María había traspasado la cuarta pared
y si le dan mas tiempo, traspasa el Teatro del Barrio, a lo que habría que
dotar de un nuevo concepto teatral o si existe, no lo conozco.
Les hemos contado demasiado incluso, María tiene además muy gratas y
bellas sorpresas preparadas que unen a la perfección en tempo su cuerpo con su
cuerpo hace años. Solo decirles que ha ido hilvanando, cosiendo, zurciendo,
hasta crear un bonito vestido flamenco. Les dejamos que se sorprendan, que
disfruten de esta locura, que verán no lo es tanto, porque es la grotesca
historia de la vida, en realidad.
En la sala había al menos dos santas sin ser conscientes de ello, que
daban aún mas sentido a todo lo que se estaba contando y a todo lo que estábamos
sintiendo porque a la Virgen no la podemos ver (no es fácil acceder a Madonna)
y con Dios podemos hablar pero (aunque sea duro no nos va a responder).Lo que si podemos hacer es abrazar y
agradecer a todas esas santas invisibles que los son sin pretenderlo, por las
que hoy nosotras somos.
Todo el público en pie terminó bailando en el escenario con María a la
que aplaudimos y llenamos de claveles su patio andaluz, por su hermosa
propuesta, por su entrega, su energía, y esa calidez del trabajo hecho con cariño que hace que sin saber
bailar sevillanas, quieras bajar a acompañarla.
Dos días en el Teatro del Barrio, hoy último día de función. Estamos seguros que María volverá, tiene que volver.
Tan íntima, profunda como esperpénticamente recomendable.