Teatro: El perro del hortelano. Teatros del Canal

Amparo Marín, Paqui Montoya, Manuel Monteagudo, y Moncho Sánchez Diezma, bajo la dirección de Paco Mir, integrante de la cia Tricicle, y humorista gráfico en la revista El Jueves, conforman el elenco de esta divertidísima versión de El perro del Hortelano.

 

 

 

Bajo la excusa de no abandonar al público que ya ha venido a la sala y de continuar con la cita ,”show must go on”, dos técnicos de una supuesta gran compañía deciden hacerse cargo de la representación de la comedia de Lope de Vega. Piden disculpas porque ésta se ha confundido de fecha y andan en carretera camino de Madrid para subsanar el error. Bajo este pretexto comienzan la interpretación junto con dos actrices locales que andan por ahí y algunos elementos de atrezo que se van encontrando de otras producciones y/o ensayos y que dan a la pieza un formato “Conceptual”, como parodian los mismos personajes

Teatro: Hormigas en el alma. Sala Lagrada.

El Teatro Lagrada de Madrid ofrece la obra ‘Hormigas en el alma’, con dramaturgia y dirección de Alberto Basas y la interpretación de Gloria Villalba y Mari Ángeles Alonso. En torno a la trama del robo de niños, esta obra se representará del 9 al 18 de septiembre.

 

 

 

A veces uno va a ver obras sin saber a lo que va, por el título, por la sensación de que hay que apoyar e impulsar a las Salas que ofrecen teatro y la mayoría de las veces se encuentra con una maravilla de la que sale con las tripas encogidas y ayer ocurrió con esta pieza.

Teatro: El beso de la mujer araña. Teatro Bellas Artes.

«El beso de la mujer araña», que podemos ver desde esta semana en Madrid, es una versión de la tan versionada y aclamada obra del escritor argentino  Manuel Puig, adaptada al teatro por Diego Sabanés y dirigida por Carlota Ferrer.

 

 

 

Esta historia nos habla sobre las relaciones humanas, la dominación de unos frente a otros, de libertad, de identidad, de coacción.

Margarita Xirgu. La actriz de dos continentes en Teatro Lara

Luz tenue en la sala Lola Membrives en el Teatro Lara, símbolo de una época de dolor y ruina. De maletas viejas, y trenes hacia el exilio que como ya diría Margarita Xirgu antes de su muerte “era el más terrible de los castigos”.

Teatro. Talaré a los hombres de sobre la faz de la tierra. Sala Cuarta Pared.

La sala Cuarta Pared nos vuelve a traer esta pieza ganadora del premio Max a mejor autoría, y del premio Internacional del Heidelberger Stuckemarkt, escrita y dirigida por María Velasco González

 

 

 “Todos tenemos raíces pero algunos miramos hacia las estrellas” , María nos propone una reflexión sobre múltiples temas desde un lenguaje poético a cargo de 4 actores y un bailarín y cuya protagonista, Laia Manzanares, ejercita con una maestría impecable entre la fuerza y la vulnerabilidad, para un relato autobiográfico y ficcionado; esto que conocemos como auto ficción.

Teatro: El bar prodigioso. Teatro Quique San Francisco.

El estreno de la obra  El bar prodigioso es el escogido por el teatro Quique San Francisco para abrir esta nueva temporada. Se representa el último mes del verano y acorde con la época se trata de una obra muy fresca y divertida. Con texto de Roberto Santiago y la dirección de Alejandro Arestegui.

 

 

Resulta curiosa la importancia que en esta obra tienen los números, más concretamente dos números. Uno es el doce mil trescientos veintitrés, que es el número de palabras que tiene la obra. El otro es el cuatro, muy presente a lo largo de toda la obra. Cuatro son los protagonistas, la acción se desarrolla a lo largo de cuatro estaciones. La música es las cuatro estaciones de Vivaldi, la protagonista de repente se comunica únicamente con grupos de 4 palabras.

La noria invisible en Teatro Español

El Teatro Español y La Estampida nos hicieron el mejor regalo. Ayer asistimos a un ensayo de La Noria Invisible. Abrumados, emocionados, es poco.

Era como estar en las entrañas de un nuevo género que sabes que está surgiendo. El universo Troncoso y demás, sí. Pero en los libros de texto dentro de 80 años, no va a poner universo Troncoso, tendrá que ser otra palabra. Y tuvimos la mayor suerte del mundo, algo que yo deseaba con todas mis fuerzas. Dúctilmente, Jose Troncoso paró en una ocasión para dar alguna directriz. Ahora sí que sí estábamos en las entrañas de La Estampida. Ante todo y antes de comenzar, gracias por un regalo impagable.

Adictos en Teatro Reina Victoria

 

La distopía, la manida distopía, tan de moda en estos tiempos inciertos e inquietantes nos abruma en el Reina Victoria, nos plasma su realidad. Nos pesa. La distopía nos plantea un mundo donde las contradicciones de la ideología son llevadas a su máxima consecuencia. Todo muy random, ¿no creen? La distopía explora nuestra realidad con la intención de anticipar métodos de sociedad que derivarían en sistemas injustos y crueles.

Victoria viene a cenar en Teatros Luchana

 

Una cena y una cuenta pendiente. Dos mujeres y un hecho que marcó su vida, y su imagen pública, ambas referentes en la vida política española.

Un recorrido por la vida de dos mujeres esenciales, que cambiarían el curso de la historia. Victoria Kent y Clara Campoamor, dos mujeres luchadoras, dos valientes que en un contexto adverso trabajaron por los derechos de la mujer. Como otras, como tantas, unas más conocidas, de otras nunca conoceremos su nombre. Pero hoy hablamos de Victoria y Clara.

Teatro: El abanico de Lady Windermere. Teatro Lara

La alta sociedad siempre se ha caracterizado por sus dobles vidas, por sus tortuosas vidas amorosas y por la extravagancia en todo lo que hacen. Si todo ello lo aborda la punzante mirada de Oscar Wilde tenemos esta impecable historia que ahora rescata otro maestro de la comedia como es Ramón Paso, para ir un paso más allá y darnos su particular versión de esta comedia de enredo. Una interesante radiografía de la alta sociedad de la época, con una velada crítica a las excentricidades de la nobleza, a la falsa moral que invade a cualquier sociedad, a la importancia de la imagen pública por encima de la verdadera identidad. Poco hemos cambiado desde los tiempos de Wilde...